La tonada de Grammadr el Orgulloso (Cuento de Yule Danes)

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 28 de diciembre de 2014 12:47

Cuentan que habito en otro tiempo
señor de los fiordos y las tierras frias
el jarl llamado Grammadr
orgulloso y tan pagado de su persona
que nada le importaba mas que si mismo
y el culto a su imagen y persona.

Cuentan que hubo de viajar un invierno
ya con los caminos sembrados de nieve
a la hacienda de otro notable
lejos de lo que consideraba sus tierras.
Siempre haciendose notar y deseoso de aparentar
contrato hombres de armas de escolta
pero se cuido de pagar no mucho por el servicio
pues transitar por los caminos no le parecio gran cosa.

Cuentan que le asaltaron en el camino
como bestias salvajes, como fieras
una horda salvaje de criminales
hombres de la peor ralea.
Y quiso la fatal desgracia
que la escolta rehuyese la pelea
pues valoraban mas su vida
que el escaso montante en monedas
un hombre muerto no podria disfrutarlas
y morir por nada no merece la pena.


Asi milagrosamente salvo la vida Grammadr
obligado a huir cual conejo asustado
pues aunque valiente y bien armado
de necios es enfrentar una muerte segura.
Y asi cuentan que se vio en medio de la nada
privado de posesiones y montura
tan solo porta encima su espada
y las joyas que engalonan su cuello y capa.

Cuentan que se vio forzado a esperar largo tiempo
antes de regresar seguro al camino
y no encontrar rastros de su cobarde escolta
ni de sus posesiones , ni de los forajidos.
Asi camino solo por el sendero
en medio de la nieve y el frio
hasta que escucho tras de si el chirriar
de los ejes de un carro en el camino.

En el viajaban un hombre desgarbado
una mujer harapienta y un famelico niño
y tiraba del penoso carruaje
un asno escualido y desnutrido.
Ofreciose el hombre de la carreta
a llevar hasta su muy humilde choza
al desconocido del camino
pero no encontro mas que soberbia en Grammadr
que respondio colerico y ofendido.

No me ha parido mi madre entre sedas
no he medrado como señor
con todo lo conseguido
para viajar en carro mugriento
tirado por un jumento mas muerto que vivo.
No porto espada con mango cubierto en plata
ni broches de oro ni pesados anillos
para cenar mal caldo con gachas
en un chamizo podrido
sigue pues tu y llevate tu miseria
que yo encontrare mejor destino.

Cuentan que el carretero nada respondio
sencillamente ordeno a su asno
seguir lentamente su camino
mientras Grammadr les vio perderse de vista
y continuo su senda pensativo
un hombre de su linaje y fortuna
encontraria mejor transporte y destino.

Pero pasaron las horas y no se acababa el camino
cada paso significaba dolor bajo el azote
de la nieve inclemente y el frio
y mas bien tarde comprendio Grammadr
que todo lo que portaba encima
todo lo que hubiere poseido
de nada le servia ahora
cuando la losa del hielo gelido
se cerrase sobre el y yaciese
como estatua helada en el camino.

Cuentan que con las primeras luces del alba
le encontraron en el suelo tendido
casi sin aliento unos caminantes
que le dieron en su choza cobijo
y aunque la hogaza de pan mohoso
y el caldo casi insipido que comio
y el jergon de paja donde estaba tendido
y la sabana maloliente que le cubria
no eran dignas de todo un jarl
Grammadr supo estar agradecido.

Por una noche de cobijo hasta que cesaron las nieves
y facilitarle sitio en la carreta para el camino
hasta la aldea mas cercana para mejor cobijo
entrego dos broches de plata de su capa
por un zurron con pan , agua y queso
sus dos mejores anillos
y tambien cambio su espada tan sublime
por un gorro de lana y capote pesado
para el frio del camino.

Dicen que regreso a su hogar dias mas tarde
y nadie le habria reconocido
como un pordiosero con barba descuidada
cubierto de andrajos y mal nutrido
pero contento de estar en casa
y con un valioso mensaje aprendido.
Dicen que desde entonces aprendio
a ser con sus siervos amable
y le nombraron el desprendido,
si quereis conocer el valor
de lo que jarl Grammadr obtuvo
a tan alto precio aprendido
seguid el consejo que aqui os digo.

Importante es llegar , y recordar
cada detalle del camino
importante es no caer en el sendero
por los obstaculos del camino
no obstante si tropiezas y caes
si tal es tu fatal destino
tan importante es como el saber levantarte
recordar siempre porque has caido.

El gigante generoso:(Cuento tradicional sueco)

Publicado por HEATHENPRIDE , miércoles, 3 de diciembre de 2014 13:09

Cuentan los mas ancianos que hace mucho , en los montes de Suecia, vivió un gigante  solitario llamado Halvar.
 Era un gigante  solitario y pobre, y dicen que una rareza entre los suyos  porque era bueno y generoso. Lo poco que tenía , generosamente lo regalaba, ya que a este ser bonachon nada le gustaba más que hacer felices a los demás.
La gente  le apreciaba y todo el que pasaba por delante de su casa le saludaba y él siempre les ofrecía una de sus grandes sonrisas.
Un día que Halvar estaba sentado tomando el so en la entrada de casal, pasó por allí un hombre que llevaba una vaca atada a una cuerda tras de si . El hombre tenía aspecto famélico y triste, y su vaca no tenia mejor aspecto ya que era un montón de huesos.
-   Buenos días señor – dijo el campesino, que iba con su vaca de camino  a la ciudad
-   Buenos días tengas , buen hombre- contestó Halvar -. ¿Vas al mercado a vender tu vaca?
- Sí- contestó abatido – Mi esposa y yo vivimos en una granja no muy lejos de aquí. Me llevo la vaca a ver si me pagan algo por  por ella, aunque la pobre está tan flaca que no se si me darán algo para poder salir adelante unos dias. Necesito harina para hacer pan, porque pasamos mucha hambre. Tras esto, honestamente, no se que sera de mi y de mi esposa
Cuando el campesino se iba tirando tristemente del pobre animal, el gigante se levanto y  le dijo:
-¡Espere!… Me gustaría hacer un trato con usted si le place mi oferta. Le cambio su vaca por siete cabras gordas y hermosas.
-No entiendo porque habrias de hacerlo… Si tú eres tan pobre como yo ¿por qué ibas a hacer eso por mi?
-Bueno, es cierto que soy pobre, pero … si puedo ayudarte, lo haré. Lleva la vaca de vuelta  a tu establo y cuando amanezca el dia de  mañana, allí encontrarás lo que te ofrezco.

El hombre no entendia nada. pero como no tenia nada que perder, así lo hizo. Por la noche casi no pudo dormir. Le parecía imposible que existiera alguien tan generoso en este mundo y pensaba que el gigante le había engañado como a un tonto. Que lo unico que buscaba era burlarse de el.
Por la mañana al despertar, se acercó al establo con su mujer y la vaca ya no estaba, pero en su lugar,  tal y como el gigante habria prometido,había siete preciosas cabras. Saltaron y lloraron de felicidad y a partir de entonces, su suerte cambió.
Las cabras daban mucha leche para beber fresca y sobraba mucha todavia  para  hacer ricos quesos que luego vendían en el mercado. Con el dinero que obtenían, compraban  de vez en cuando gallinas ponedoras que daban sabrosos huevos, y  tambien un saco de semillas para plantar cereal para fabricar pan. Como tenían pan de sobra, también lo vendían y con las monedas que ganaban,  pronto se pudieron permitir el comprar ropas y artículos para la casa. Y así, el campesino y su mujer se hicieron prosperos y ricos y  ya libres de miserias, se olvidaron de agradecer al buen gigante todo lo que había hecho por ellos
Pasó el tiempo, y un día, el campesino, pasó por delante de la puerta de Halvar. El gigante le vio y le llamó para conversar con el...
-¡Eh, amigo mio!… ¿Me recuerdas? ¿Por qué no entras a mi casa y me cuentas qué tal te ha ido la vida a partir de nuestro trato?..
-Me acuerdo de ti – dijo cortesmente  el campesino – pero tengo cosas muy importantes que hacer hoy  y no puedo ahora perder el tiempo contigo. Veo que  aun sigues siendo un gigante pobre… Deberías invertir el dinero que te sobra en comprar semillas y animales y algún día, podrás ser un hombre rico e importante como yo.
Y se fue sin mas, sin siquiera volver la vista atras. Halvar se quedó triste y pensativo, mirando cómo desaparecía a lo lejos en su lustroso caballo. Pero enseguida sonrió sentado en la entrada de casa pensando::
- Bueno… este hombre ahora es rico y feliz, y yo he contribuido a ello. No ha sabido agradecerlo, como a muchos les suele pasar, pero yo por eso no voy a cambiar. Siempre que pueda, seguiré ayudando a quien lo necesite.
Así que el gigante siguió feliz en su hogar y se dice que llego a vivir muchos años, haciendo el bien a grandes y pequeños. Su casa era un lugar agradable en donde todo el mundo era bienvenido y durante años muchos niños acudieron  allí a jugar al pie de un manzano, dcen que solo una niña agradecio con una manzana que la cobijase y le diese cena una noche que se perdio en los montes...El gigante planto en el suelo las semillas de la manzana de la pequeña, hasta que crecieron fuertes como un frondoso manzano.
. Hoy en día, aunque él ya no vive allí, los niños de los alrededores  siguen yendo al viejo solar donde dicen que  estubo casa de Halvar. El gran manzano centenario sigue alli, ofreciendo a todos sus frutos tan generosamente como lo haria el propio gigante. Por eso en Suecia todo el mundo l conoce el lugar  como “la casa de juego de los niños”.