Raluk y el Oso agradecido: Cuento tradicional Finlandes.

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 9 de octubre de 2016 6:04

Cuentan los mas ancianos en las frias tierras de Laponia, que hubo un tiempo en que los hombres y los animales eran hermanos, y ambas partes se respetaban, esta es una pequeña leyenda Finlandesa que habla de estos magicos tiempos.

Como cada mañana y como era costumbre entre su pueblo , el esquimal Raluk fue a pescar a los hielos eternos. Como cada mañana también el oso polar madruga, tiene hambre y como el humano tambien fue a pescar. Ambos se encuentran, pero no se molestan, se respetan y asi en harmonia, hombre y oso pescaban en el mismo sitio, al lado de una enorme placa de hielo.

Aquel día, y como casi siempre sucedía, el oso polar acostumbrado a pescar por instinto, como todos los de su especie,pescó muchísimos peces casi sin esfuerzo. Raluk sin embargo estaba entumecido por el frio, su pequeño hijo habia tenido una mala noche, asi que apenas habia podido descansar, asi que , desde que tenia un hijo, casi nunca tenía tanta suerte en la pesca e incluso en varias ocasiones había llegado a casa sin ningún pez para su familia. Y eso le preocupaba

Al oso polar parecía importarle poco aquel fragil ser humano que se esforzaba por sacar apenas un par de peces del agua, mientras el acumulaba sobre el hielo docenas de peces muertos. El pescaba muchos más peces de los que él y su familia podían llegar a comer. Ni siquiera pensaba en que Raluk y su familia, muchos días, no tenían qué llevarse a la boca. Se habia encontrado con el humano, pero eso era todo, ni el habia hecho mucho por acercarse, ni el humano se habia molestado nunca por acercarse a el.

Un día Raluk preocupado por su hijo, ya que llevaba varios días sin comer, decidio tragarse su orgullo y acercarse a tan formidable pescador para aprender de el, de este modo, habló con el oso polar de esta forma:

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-Amigo oso, dijo Raluk acercandose a el con los brazos abiertos para que el animal viese que no ocultaba nada con que dañarle. Tu eres un gran pescador y es notable que eres mucho mas habilen ese arte que yo, pero creo que no eres un buen amigo para mi ni siquiera un buen vecino. Pescas muchos peces sin pensar que no quedan peces para los demás y que yo pueda necesitar tambien un poco de pesca.
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-Simplemente soy más rápido que tú y yo también tengo que alimentar a mi familia, contestó el oso polar. Y asi se sento sobre sus patas traseras en el hielo, para escuchar lo que aquel ser de piel rsada tenia que decirle.

-Entiendo lo que quieres decir y que no eres culpable en absoluto de mi torpeza, explicó Raluk. Lo único que te pido , y te lo pido como un favor, es que no pesques más peces de los que necesites porque así podríamos comer todos. Tú podrías alimentar a tu familia y yo a la mía y ambos seriamos mejores vecinos pues yo aprenderia a apreciarte mas Además cuantos más peces cojas, menos quedaran en el lago y llegará el día en que aquí no habrá peces para alimentar a nadie. Ni siquiera tú podras pescar más y pasaras hambre.

El oso polar , se levanto y sin decir nada se fue, penso que no debia nada al ser humano, que no era responsable en absoluto de ninguno de sus males, asi que desatendió las palabras de Raluk y siguio pesacando todo lo que le vino en gana, aunque eso acabo por tener sus consecuencias fatales, ya que al cabo de unos meses sucedió lo que el esquimal ya le había advertido al oso. Al lado de casa en el lago, ya no había peces para nadie, ni siquiera para el oso avaricioso que apenas lograba sacar uno o dos peces tras horas de pesca.

Raluk, encontro la solucion desplazandose mas lejos a pescar, ya que aún era joven, de estas forma, caminaba todos los días muchos kilómetros para pescar en un lugar donde aún había muchos peces. Al atardecer volvía a su iglú con tres peces todos los dias: uno para su mujer, otro para su hijo y otro para él. Y rara vez rompia esta regla, pues entendia que no precisaba mas alimento, y que matar peces por pura diversion era inutil.

Una tarde, al regresar en su trineo de pescar ,vio que el oso polar le esperaba sentado a la puerta de su iglú. Tenia cara triste y el humano se sento tambien a su lado, para escuchar lo que el gran oso tenia que decir.

-Amigo Raluk, dijo el oso polar con voz pausada. Veo que todas las tardes traes comida a tu casa. Aquí ya no quedan más peces que pescar y hace días que mi familia no come. Yo ya soy viejo y estoy cansado y ya no puedo caminar tanto por los hielos en busca de pesca como tú para ir en busca de comida. ¿Qué puedo hacer?. Si esto continua , perdere a mi cachorro y despues caeremos mi compañera y yo.

Raluk le miro abatido y entonces vio que apenas quedaba nada del orgullo del gran oso blanco, asi que con voz serena y tranquila le contestó así:

-Amigo oso, dijo Raluk acariciando su lomo con calma. Muchas veces te expliqué el error que estabas cometiendo, no solo para ti, sino para mi y para los tuyos. Pescabas sin parar, sin pensar en los demás. Y ahora ya ni siquiera tienes peces para alimentar a tu familia. Yo te pedí muchas veces que no fueses tan avaricioso pero ni siquiera me escuchastes, decias que no eras culpable de mi torpeza...pues bien, yo tampoco lo soy de tu avaricia

Raluk iba a entrar ya al iglú dando la espalda al gran oso cuando en ese mismo instante, el oso, con lágrimas en los ojos y voz muy grave, le suplicó que le regalase un pez.

-Mi osezno va a morir si hoy no come, le explicó a Raluk, yo puedo pasar hambre un dia mas...pero el esta tan debil que apenas se mueve
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Raluk sacó un pez de su cesta,y penso que no era justo dejar sin comer a su esposa e hijo, asi que eligio el que iba a comerse él, y se lo entregó al oso polar
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-¡Muchas gracias Raluk! ¡Muchas gracias! Eres un gran amigo y un gran vecino. Cuando necesites ayuda llámame.Dijo el gran oso...y saludando con la cabeza, se retiro con el pez en su boca.

Cuando Raluk entró al iglú con solo dos peces en la cesta, su mujer se enfadó con él por haber sido tan compasivo y comprensivo con el oso polar que nunca habia mostrado compasion por ellos

-Te ha vuelto a engañarcomo a un mocoso, dijo su mujer muy irritada. Seguro que todos los días te pide un pez a partir de ahora y si alguna vez necesitamos su ayuda , se olvidara de lo que hayas hecho por el y nunca nos ayudará, tenlo por seguro
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-No lo creo mujer , aseguró Raluk tratando de calmarla. Estoy convencido de que se ha dado cuenta de sus errores y ha aprendido de ellos. Desde mañana pescaré tres peces más para que él y su familia se puedan alimentar y asi podre ayudarles a sobrevivir
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-¿Estás loco Raluk? ¿Por qué le tienes tanta lástima?,¿que ha hecho por ti, o por mi, o por nuestro hijo?, le preguntó su mujer enfadada.


-Es un oso viejo y quiza este sea su ultimo cachorro, ya no puede andar tanto como yo y seria triste que perdiese a su cria por no poder alimentarla, explicó Raluk a su mujer que acunaba a su pequeño para que se durmiese. No me costará nada pescar tres peces más, hay buena pesca y he aprendido a ser mas habil en todos estos dias.
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-Eres demasiado bueno Raluk, le echó en cara su mujer. Algún día te darás cuenta de que ser tan bueno, con qiuien nada te da a cambio por tus esfuerzos, no sirve para nada.

Raluk cumpliópues su promesa a partir de aquel dia y cada día le daba al oso polar sus tres peces, se encontraban cerca del lago y alli el le entregaba sus peces y el oso regresaba a su cueva agradecido a alimentar a los suyos.
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El oso polar estaba tan agradecido por la ayuda de Raluk que no sabía qué hacer para compensarle. Se sentía avergonzado por su estupidez y soberbia
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-No te preocupes por esto amigo oso, le explicaba Raluk. No me cuesta nada pescar tres peces más y soy feliz viendo que mis vecinos también pueden comer y me agrada ver a tu osezno correteando sano cerca de tu casa.
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-Gracias amigo, gracias. Respondio el oso meneando la cabeza, Tu bondad es infinita.Siempre seras bienvenido en mi casa.

Raluk no daba importancia a las palabras del oso. Raluk era feliz ayudando y como todos los hombres buenos, hacía simplemente lo que le dictaba su corazón, el pescador era una persona bondadosa y disfrutaba compartiendo lo que tenia con los demas. Aunque se tratase de la familia de un viejo oso fanfarron.

Pasaron varios meses y de esta forma llegaron las nieves y el frio, pero con todo, el pescador salia a pescar y seguía haciendo lo mismo cada día a no ser que hubiese muy mal tiempo y eso no era algo que sucediese muy a menudo. Pescaba siempre seis peces y regresaa con ellos a lalimentar al oso y a casa
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Una tarde al llegar a casa encontró a su mujer llorando desconsolada con su hijo en brazos. El niño de Raluk no paraba de temblar como una hojita al viento. Lloraba agarrado a su madre. Y nada lograba calmar sus tiritonas, ni el calor de su madre, ni todas las mantas con que lo abrigaban, ni siquiera el fuego podía calmar el frío que sentía. Tiritaba sin parar y sus padres empezaron a temer que le perderian pronto.


Raluk sin embargo era consciente de sus compromisos, asi que, como cada dia fue corriendo a casa del oso polar para darle los peces que eran su alimento de cada día. Pero el oso polar notó que Raluk estaba muy triste nada mas piso la entrada de su cueva
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-¿Qué es lo que te sucede amigo mio ?, le preguntó preocupado el oso al notar la cara sombria del pescador
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-Mi hijo no para de temblar de frio , le explicó Raluk. No para de tiritar y de llorar y no hay nada que le haga entrar en calor. Ni todos los pellejos con los que le he cubierto, ni todas las mantas , ni el calor de su dulce madre logran darle calor. Estoy muy preocupado por el
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-Amigo Raluk no te preocupes mas, yo sé como calmarle y darle el calor que precisa, le tranquilizó el oso. No hay frío en estas tierras que yo no pueda soportar. Fíjate como sobrevivimos a todas las tormentas de nieve los de mi especie, y como sobrevivimos a todos los fríos que nos acechan. La piel de un oso puede con todo el frio que la reina de los hielos quiera enviarnos.

Raluk sonrió con cierta tisteza mirando al oso polar que meneaba su corpachon enorme como trantando de tranquilizarle
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-¿Vendrías tú a mi casa dar calor a mi hijo,le darias tu ese calor que le falta?

El oso polar no contestó. Se levanto despacio del suelo de la gran cueva y asintio con la cabeza Dio media vuelta, conversó con su mujer y el osezno en la lengua de gruñidos reservada a los osos y tras una corta conversacion, los osos salieron de su cueva siguieron mansamente a Raluk hasta su iglú


.Los tres osos entraron en la casa y unieron sus cuerpos hasta convertirse en una bola rolliza y caliente de suaves pelos blancos alrrefdedor del pequeño.

La mujer de Raluk no podía creer lo que estaba viendo, alli se quedaron quietos y acurrucados dando calor al pequeño. Lloraba sin parar de felicidad mientras dejaba a su niño acurrucadito al lado de los osos.

Estos durante bastantes horas le dieron todo su calor yde esta forma el pequeño pronto estuvo recuperado. El niño sonreía de nuevo feliz para regocijo de sus padres. Los osos también sonreían a su manera
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-Amigo Raluk, dijo el oso polar. Pensé que iba a morir y que mis dias sobre los hielos se acabarian sin poder corresponderte alguna vez. Sin poder agradecerte, de alguna manera, todo lo que haces por mí y por los mios. Hoy soy feliz porque, al fin, he podido ayudarte en algo y devolverte todo el bien que me has regalado sin esperar nada a cambio. Me siento feliz al haberte hecho feliz. Gracias por tus enseñanzas. Gracias por ser mi amigo.

La familia de osos polares se quedó toda la noche con el niño para darle incluso el calor que ya no necesitaba. Raluk y su mujer durmieron felices acurrucados tambien al lado de los osos. Todos eran ya grandes amigos. 



Y esta dicen fue solo la primera de muchas lunas, pues los osos y los humanos se hicieron inseparables, el pequeño crecio jugando con el osezno y dicen que los osos envejecieron al lado de sus amigos humanos...


Esto sucedió en las frias tierras del norte, las estrellas lo vieron, la luna lo oyo, los mochuelos nivales me lo contaron...Asi fue, hace muchas...muchas lunas y asi os lo he contado.


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