La leyenda de Rhiannon y Pwyll :Leyenda tradicional Galesa.
Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 29 de enero de 2017 5:51
Rhiannon
, conocida como La Gran Reina o La Gran Señora era la diosa de la
sabiduría lunar en la mitologia galesa, tambien se la adoraba como
diosa de la fertilidad y el renacimiento, la transformación de
todos los dones de la naturaleza , y la magia. Diosa de la belleza
etérea,se dice que nació con la salida de la primera Luna , por
eso era musa de poetas, fuente de inspiración artística, y fue
adorada siempre en la naturaleza, en medio de los árboles en el
bosque y bajo la luz de la luna llena. Tambien es la diosa
relaccionada con los caballos salvajes, a menudo se la representa
como una mujer con cabeza de caballo o una dama montada sobre una
yegua blanca.
Rhiannon
era una dama de extraordinaria belleza, y por deseo de sus padres ,
cuando llego a la edad casadera, había sido prometida en matrimonio
a un hombre mayor que ella encontraba repugnante. Sin duda podria ser
un hombre poderoso entre los de su pueblo, pero ella no le amaba y no
deseaba pasarse el resto de su vida desposada con un hombre al que
detestaba por expreso deseo de su padre Heffeyd.
Desafiando
el deseo de su familia, Rhiannon, al igual que otras diosas celtas,
se negó a casarse con uno de su "propia naturaleza",
alegando que nada hbia hecho para ganarse el honor de tenerla como
esposa.
En lugar de ello, la diosa Rhiannon había elegido a un rey mortal,un guerrero llamado Pwyll,al que la hermosa dama habia designado como su futuro esposo.
Pero
antes tendria que producirse el encuentro entre los dos jovenes, y
por ese entonces, Pwyll es un joven principe humano que gusta de
cazar en los bosques a quien la hermosa diosa se le apareció una
tarde mientras él se encontraba con sus compañeros en un cerro
cercano a su castillo.
Cuando el joven rey vio por vez primera a Rhiannon, quedo encantado con la visión de la hermosa diosa vestida de brillante oro, galopando por entre los arboles del bosque montada en su poderosa yegua blanca.
Cuando el joven rey vio por vez primera a Rhiannon, quedo encantado con la visión de la hermosa diosa vestida de brillante oro, galopando por entre los arboles del bosque montada en su poderosa yegua blanca.
Ella
pasó por el, galopando a toda prisa sin brindarle ni siquiera una
mirada. Pwyll estaba intrigado, ¿¿quien era aquella misteriosa
mujer??, entonces envió a uno de sus siervos, un habil jinete
montado en el mejor de los corceles a capturarla y le pidió que se
la trajera a su presencia.
Pero
pronto el sirviente regresó con su caballo jadeante y casi rendido y
le informó bastante apenado, que aquella mujer corría con tanta
rapidez sobre su montura que parecía su yegua apenas tocaba el
suelo y que él ni siquiera había podido acercarse a ella para ver a
donde se había ido.
Al día siguiente, Pwyll regresó solo al cerro, pues algo le decia que aquella vision no habia sido casual y una vez más, la diosa celta apareció. Montado en su caballo, Pwyll partio al galope tras ella,y tras cruzar a todo galope el bosque la persiguió durante mucho tiempo pero tampoco pudo alcansarla. A pesar que su caballo corría más rápido que el de Rhiannon,por alguna razon la distancia entre ellos siempre parecía la misma. Y esta vez la doncella ni siquiera parecia forzar a su montura al galope, mas bien pareciese que simplemente , el animal trotaba mansamente, como dando el mas agradable de los paseos.
Por
fin tras una larga persecucion sin exito, después de que su caballo
comenzó a temblar del agotamiento y estuvo a punto de derribarse
extenuado, el joven principe comprendio que era inutil intentar
alcanzarla,asi que tirando de las riendas de su caballo se detuvo y
le suplicó a ella que se detuviese tambien. Rhiannon sonrio, y
tirando tambien de las riendas de su yegua asi lo hizo.
-Si veías que venía tras de ti, por qué no te detuviste? - preguntó el muchacho.
-Si veías que venía tras de ti, por qué no te detuviste? - preguntó el muchacho.
-Porque preso de tu orgullo y con el ansia de alcanzarme ,no me lo habías pedido. -respondió con una leve sonrisa la Diosa.
La diosa Rhiannon entonces le hizo saber que ella había venido a encontrarlo, porque ella si le habia obserado en silencio muchs veces cazando el el bosque, y le rebelo que habia marchado de su reino en búsqueda del amor. Pwyll recibió las explicaciones de la dama con mucho agrado y entonces tomó las riendas de la blanca yegua para guiarla de regreso a su reino.
Rhiannon
sonrió con ternura y sacudió la cabeza, haciendo flotar al viento
su hermosa cabellera, y por el camino, continuaron hablando,
diciéndole al joven principe que deberían esperar un año para
luego casarse. En ese momento y en cuanto el joven Pwyll acepto la
condicion para el compromiso, la diosa Rhiannon simplemente palmeo
despacio el costado de su yegua y desapareció en las profundidades
del bosque.
Rhiannon regresó al encuentro de so prometido tal y como habian acordado un año más tarde, vestida como antes de radiante color dorado, y asi aparecio saliendo del bosque con su yegua para saludar a Pwyll en el cerro. Él estuvo acompañado en el lugar de encuentro por una tropa de hombres, como corresponde a un noble en su día de la boda. Hablando con la tropa sin palabras, Rhiannon invitó a los hombres de su prometido a seguirla por el enmarañado bosque.
Aunque
temerosos, pues se decia que el bosque estaba encantado, ellos
cumplieron. A medida que se internaban entre los árboles, un camino
se abría hacia adelante, separandose la maleza y dejando el paso
libre, mientras que a la vez tras su paso, tras ellos, el camino se
cerraba.
Al llegar a un claro, se unió a la larga comitiva de soldados , una bandada de pequeños pájaros cantores que revoloteaban juguetonamente en el aire alrededor de la cabeza de Rhiannon, y ella parecia conversar con ellos sin decir una sola palabra. Con el sonido de sus hermosos trinos, todos los temores de los hombres de la tropa se fueron disipando. En poco tiempo llegaron al palacio del padre de la joven doncella, un lugar majestuoso construido de cristal plateado, rodeado por un lago de aguas cristalinas.
Muchas
veces habia estado el joven principe en el bosque, y habia cabalgdo
mucho terreno sobre el, tras su caza, pero nunca antes habia
imaginado que tan hermoso palacio pudiese encontrarse en medio de
aquel bosque sin que ni el, ni siervo alguno pudiesen siquiera dar
noticia de tal lugar.
Después de la boda, una gran fiesta repleta de todo el esplendor de la corte tuvo lugar para celebrar el matrimonio de la diosa con su joven prometido. La familia y el pueblo de Rhiannon son a la vez acogedores y alegres y estaban felices por el feliz matrimonio de su princesa, pero, en mitad del fstejo una pelea estalló, estropeando la belleza de la celebración.
Se
dice que el hombre al que una vez había sido prometida para contraer
matrimonio estaba haciendo una escena de celos, argumentando que no
se debía permitir a la joven diosa, que se casase con alguien de
fuera de su propio pueblo. Que aquello no solo le deshonraba a el,
sino a toda la corte.
Rhiannon , es como ya he dicho, una diosa de inigualeable belleza, pero esto no la comvierte en una damisela indefensa, asi que, decidio que ella misma zanjaria el asunto con su detestable anterior pretendiente, asi que, sin montar alboroto alguno se alejó discretamente del lado de su marido, para hacer frente a la situación...
Rhiannon , es como ya he dicho, una diosa de inigualeable belleza, pero esto no la comvierte en una damisela indefensa, asi que, decidio que ella misma zanjaria el asunto con su detestable anterior pretendiente, asi que, sin montar alboroto alguno se alejó discretamente del lado de su marido, para hacer frente a la situación...
Y
como hacen las podersas diosas celtas, soluciono el problema usando
un poderoso hechizo de magia, con el que convirtió al persistente
hombre en un tejón y lo atrapó en una bolsa que tiró desde un
balcon al lago del palacio.
Desafortunadamente,
a la diosa se le olvido atar con un nudo la bolsa y el despechado
pretendiente logró escapar y un tiempo más tarde volvió a causar
grandes estragos en la vida de la hermosa Rhiannon.
Al día siguiente de la boda Rhiannon, Pwyll y la larga comitiva de sus hombres parten para ir a Gales, donde se prepara la ceremonia para presentar a su princesa. Cuando salieron del bosque y los árboles se cerraron magicamente detrás de ellos, Rhiannon se tomó un momento para echar un vistazo hacia atrás. Ella estaba feliz al lado de su esposo, pero a la vez sabía que la entrada al reino de hadas se había cerrado para ella y que nunca más podría volver al hogar de su infancia, habia hecho su eleccion y eso la separaba de los suyos.
Rhiannon fue acogida con satisfacción y fue aclamada enseguida por la gente de su esposo y admirada y querida por todos por su gran belleza y su hermoso canto, pues se decia que poseia una voz tan hermosa que hasta los ruiseñores se callaban para escucharla cantar a ella.
Sin
embargo, algo entristecia a la noble dama, dos años pasaron sin que
ella quedara embarazada del heredero al trono tan esperado por todos.
La cuestión de su sangre no ligada al pueblo de su esposo ,e incluso
su "aptitud" para ser reina y dar a su pueblo un heredero
al trono comenzó a ser puesta en duda.
Afortunadamente,las
cosas se arreglaron y en el siguiente año ella quedó embarazada y
tuvo un saludable hijo. Este bebé que fue recibido por todo el reino
con gran alegria, sin embargo, iba a ser la fuente de una gran
tristeza para Rhiannon y Pwyll.
Como era costumbre entonces en la corte, seis mujeres habían sido asignadas como nodrizas y damas de compañía para quedarse con Rhiannon en su cuarto y para ayudar con el cuidado del bebé. Aunque las mujeres tenían que trabajar en turnos durante los dias , durante la noche todas atendían al bebé para que la diosa Rhiannon pudiera dormir tranquila y recuperar sus fuerzas después del parto.
Pasó que la diosa tardo bastante en recuperarse de su dificil parto, y asi sucedió que una noche, todas las criadas se quedaron dormidas, o según otras versiones, alguna mala sombra soborno a una de las doncellas que estaba de guardia y cuando se despertaron todas en la corte, se encontraron la cuna vacía.
Temiendo
ser severamente castigadas por el rey por su tremenda negligencia,
ellas idearon un plan para culpar de la desaparicion del niño a la
diosa Rhiannon que después de todo, era una extraña que no
pertenecía a su propio pueblo.
Las
criadas mataron a un cachorro de perro y ensuciaron con sangre a
Rhiannon mientras dormía en su alcoba y esparcieron los restos del
animal alrededor de su cama. Entonces la diosa fue culpada de comerse
a su propio hijo y de ser un monstruo camuflado tras la apariencia de
una bella dama.
Aunque Rhiannon juró su inocencia y se mostro tiste y muy apesadrumbrada por la perdida de su hijo, Pwyll, por su propio sufrimiento, y seguramente preso en la conmoción y el dolor y cediendo ante el enojo de sus asesores y del pueblo, no pudo defenderla ante el consejo de la corte. Solo se limitó a decir que él no iba a separarse bajo ningun concepto de ella pero el pueblo llano pedía para ella un castigo porque la creian culpable.
Aunque Rhiannon juró su inocencia y se mostro tiste y muy apesadrumbrada por la perdida de su hijo, Pwyll, por su propio sufrimiento, y seguramente preso en la conmoción y el dolor y cediendo ante el enojo de sus asesores y del pueblo, no pudo defenderla ante el consejo de la corte. Solo se limitó a decir que él no iba a separarse bajo ningun concepto de ella pero el pueblo llano pedía para ella un castigo porque la creian culpable.
Entonces la doncella sufre ya la humillacion publica y desposeida de su dignidad noble, es condenada a llevar sobre su espalda a todos los visitantes que vayan de visita a la fortaleza de su esposo. Durante cuatro años Rhiannon estuvo en la puerta de castillo, cargando como una mula a los visitantes, contando a todos la historia de su delito.
Rhiannon cumplió en silencio con su humillante castigo, y asi aguanto la humillacion publica sin queja. A través del frío de los inviernos y el polvo de calor de los veranos, digna y sin desmallo, ella soportó con tranquila aceptación su castigo. Su entrega y respeto por la decision del consejo de la corte y su elegante dignidad pese a todo,era tal que pocos en todo el reino aceptan su oferta de transporte para entrar en el castillo. El respeto de la gente empezó a hacerse notar en todo el reino, y la dignidad de la doncella aumento con los viajeros que hablaban de la condena que consideraban injusta , y de la enorme pena y la dignidad con la que la diosa Rhiannon llevaba su sufrimiento sin proferir una sola queja.
En el otoño del cuarto año de su castigo, tres desconocidos aparecieron en la puerta de palacio. Eran un hombre bien vestido y de apariencia adinerada, su esposa, y un chico joven. Rhiannon se levantó para saludarlos cortesmente diciendo: "Señores, estoy aquí para llevarlos sobre mi espalda a cada uno de ustedes a la corte del Rey, porque he matado a mi único hijo y este es mi castigo y mi penitencia". El hombre, su esposa, y el niño desmontaron de sus monturas y se acercaron a hablar con ella.
Mientras que el hombre tomaba de la mano a la doncella y levantaba a Rhiannon del suelo, el niño le entregó en mano un trozo de vestido de bebé. Rhiannon vio con los ojos llenos de lagrimas que era de la tela que había tejido con sus propias manos para su hijo. El muchacho entonces le sonrió y ella reconoció que tenía delante de los ojos la figura de su hijo, Pryderi.
Al poco tiempo la historia de la infamia fue contada. Cuatro años antes, durante una gran tormenta, el noble agricultor había sido llamado al campo en medio de la noche para ayudar a una yegua en el trabajo de parto. Fue entonces cuando el campesino oyó el llanto de un bebé que encontraron abandonado en medio del campo. Él y su esposa se quedaron con el bebé abandonado, y lo criaron como si fuera su hijo propio. Cuando los rumores de la suerte de la diosa Rhiannon y de su injusto castigo hubieron llegado a sus oídos, el agricultor se dio cuenta enseguida de lo que había sucedido y quisieron devolver el niño a sus legitimos padres.
La mayoría de las leyendas sugieren que el raptor fue el hombre que la diosa habia transformado por un tiempo en tejón, aquel antiguo pretendiente que enfurecido porque Rhiannon lo había rechazado, había escapado y había tomado venganza, secuestrando a su bebé sobornando a una doncella.
El muchacho fue reconocido rápidamente cómo hijo del Rey Pwyll. La diosa Rhiannon fue restaurada en su dignidad real y tras levantarsele el castigo fue restaurada en su honor y recuperó su lugar al lado de su marido. A pesar de que había sufrido enormemente en su tiempo de castigo, Rhiannon, diosa de nobles rasgos y infinita compasion, vio que estaba avergonzado y lo cubrió con su perdón y le otorgo el don de la comprensión.
EXCELENTE NARRATIVA QUE ILUSTRA UNA DE LAS LEYENDAS CELTA MÁS BELLAS.
SALUDOS!