La vieya`l munti- La Viella-Viejalmonte (Leyendas tradicionales Leonesas)
Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 6 de enero de 2019 3:38
Ser
pequeño en la alta montaña de Leon no era facil hace muchos años,
los bosques y montes eran sitios abruptos y peligrosos para un niño,
asi que los rapaces y rapaciñas de las aldeas siempre se quedadan al
margen de las tareas de los mayores, hasta que estos considerasen que
tenian edad suficiente para comenzar a desemvolverse solos .
Cuando
se formaban las beceras para subir al monte con las vacas, cabras o
ocasionalmente alguna oveja, los mas jovencitos de la casa lloraban a
moco tendido, ellos tambien querian ser pastores y acompañar a su
padre o hermano nayor al monte,o cuando habia que salir a por leña y
piñas para el hogar de la casa, fuese cual fuese la tarea que
requiriese salir fuera , lejos de la aldea, los mas pequeños siempre
se quedaban fuera entre llantos y berrinches.
Sin
embargo, pronto se terminaban esos lloriqueos, porque imvariablemente
el familiar que salia al monte o al rio a por agua, contaba a los
peques que, con un poco de suerte, se encontrarian a La
Viejalmonte....y con esta posibilidad que casi siempre era certeza,
los pequeñuelos se apaciguaban.
Era
una vieja costumbre el guardar las sobras del almuerzo del leñero o
el pastor, para traerselas al pequeño de la casa, o a veces, recoger
frutos silvestres como manzanas, castañas, moras o cualquier pequeño
presente de la naturaleza para presentarselo al pequeño como “un
regalo de la Viella”. A esta costumbre se la llamaba “el pan de
paxariñu o pan de raposa” (el pan de pajaritos o pan de zorra).
Segun
la leyenda popular, la Viella habita en algún lugar apartado en el
bosque o la ladera de la montaña, algunos dicen que en una cueva
donde hornea pan de centeno que suele regalar a los pequeños.
Segun
la costumbre de las gentes de la montaña Leonesa, la Viella solia
salir cada amanecer a buscar leña al monte para mantener su horno, y
era siempre al amanecer o a la caida del sol cuando se cruzaba con
las buenas gentes de las aldeas, a las que preguntaba siempre si
habia algun “mozico o rapaziña” en la casa, para el que siempre
entregaba algun presente.
Con
tales costumbres, la Viella se transforma en un ser legendario, a la
altura de duendes y xanas del folclore de esas tierras, contando con
extraordinarios poderes.
Conoce
los bosques y montañas como la palma de su mano, asi que puedes
encontrarla en los rincones menos sospechados, tiene una mano
prodigiosa con los animales de corral, asi que no faltan los relatos
del pastorcico que pierde una oveja o cabra y regresa contando que se
cruzo con la Viella que la traia mansita tras de si.
Tambien
es poderosa pese a su apariencia fragil, pues dicen de ella que
maneja la honda de pastor o el cayado con una destreza digna de un
ninja o un maestro jedi, enfrentandose con lobos y demas
alimañas...aunque no faltan los que dicen que no necesita ni llegar
a eso, pues las mas fieras bestias se someten a sus pies, y hasta hay
quien jura que un enorme lobo la sigue a todas partes, manso como si
se tratase de un perro que llevase decadas comviviendo con un humano.
Dicen
tambien que tiene poder sobre las tormentas y que siempre despliega
su cinturon para sujetarlas y que no hagan daño en las cosechas, por
eso en las montañas de Leon, al arcoiris le llaman “la cinta de la
viella”.O que puede avanzar entre ventiscas de nieve para guiar a
los pastores y leñeros a un refugio seguro.
Sin
embargo, se dice que es muy celosa de la proteccion de los mas
pequeños, recomendandoles que aprendan letras y numeros para ser
mujeres y hombres de provecho.
De
un mocico que siempre se escapaba a la era para no ir a la escuela,
se dice que una vez se encontro con Pascual, un pastor ya veterano,
que le pidio que se acercase. El crio penso en escapar corriendo,
pero al ver al perro pastor, se lo penso dos veces, si ese perro
podia alcanzar a una cabra al trote entre las peñas, a el le
pillaria por la chaqueta antes de poder correr unos metros, asi que
agacho la cabeza y se acerco al Pastor que le pregunto si deseaba ser
pastor como el algun dia.
El
pequeñuelo travieso contesto que si, pero que para eso no necesitaba
ir a la escuela, a lo que el buen Pascual le respondio que no era eso
lo que decia la Viella, que sin letras ni numeros, no sabria leer los
nombres de las becerras que le entregaban, ni mucho menos contarlas
al subir y descender del monte, para saber si se habia perdido alguna
o el lobo habia atacado y habia matado algun becerrillo. Por eso era
importante ir a clases y aprender numeros y letras.
Este
es uno de tantos relatos que habra sobre la Viella, aunque los mas
comunes son los del padre o el hermano mayor que regresan de la
jornada de trabajo, y a la hora de la cena, hablan con los peques de
la casa, diciendoles que se han encontrado a la Viella y que ella les
ha preguntado por ellos... luego les piden que busquen en el zurrón,
donde siempre hay algo envuelto en papel de periodico o un paño, el
regalo de la Viella, usualmente , pan de centeno , chorizo, castañas
o algun fruto silvestre.
Hoy
en dia, la Viejalmonte se ha comvertido en un personaje que poco a
poco se esta recuperando como parte de la tradicion navideña. Ahora
hace su aparicion para dejar presentes a los niños en la nochebuena
o dia de Reyes.