LA CUNA DE MAGNI

En un principio se cuenta que el  Conejo tenía las orejas cortas como todos los animales. Pero un día se sintió insatisfecho con su estatura y decidió caminar hasta el inicio del puente arcoiris para que los Dioses  le dieran un cuerpo más grande. 

Antes de iniciar su largo viaje, el Conejo pensó que debía llevar a los Dioses un obsequio y una demostración de su astucia. Enseguida derribó con sus patas una caña de la orilla del rio , cortandola con sus dientes extrajo un buen trozo e hizo un tubo, lo labró cuidadosamente y le puso una tapa.

Salió muy temprano para hacer su larga jornada. Iba muy alegre y decidido. Llevaba una mochila con comida y en las manos portaba el tubo de caña. Por el camino iba canturreando en un tono juguetón: “Sí cabe, no cabe, sí cabe, no cabe. ¿Cómo que no cabe? Sí cabe. No cabe, sí cabe, no cabe, sí cabe. Aquí sí cabe, no cabe”.

Quienes lo miraban pasar creyeron que al Conejo se le habia aflojado la sesera. No era habitual encontrarlo hablando solo por los caminos del bosque.

De repente, aparecieron las avejas que regresaban a su panal. Se acercaron y le preguntaron:

—¿Qué haces aqui hablando solo conejo?

Aquí discutiendo con mí sombra. Yo digo que ustedes las laboriosas obreritas de Freya sí caben en este tubo. Ella la sombra tozuda dice que no. ¿Por qué no van a caber? Yo digo que sí caben.

—Sí cabemos !!! —dijeron las abejas dandole la razon

—¿Cómo no van a caber? Hagamos la prueba, yo estoy seguro de que sí caben, ustedes son pequeñas y saben como organizarse!

Las abejas se metieron apresuradamente dentro del tubo y el Conejo dijo sarcásticamente cerrando el tubo :

—Y todavía discutiendo que no cabían con mi tonta sombra, ya ven que yo tenía razón.

—Sí cabemos, ahora sacanos de aqui—dijeron desde adentro.

—¿Por qué iba a sacarlas? Olvídense, si las saco no estoy haciendo nada de mi provech0. Las hice entrar para dejarlas encerradas ahí.Al menos hasta que decidan pagarme un tributo de miel para dejarlas salir

Enseguida,el  Conejo alzó el tubo de caña y siguió avanzando. Por el camino cantaba como antes diciendo: “Sí cabe, no cabe, sí cabe, no cabe. ¿Cómo que no cabe? Sí cabe, no cabe, sí cabe, no cabe, sí cabe. Aquí sí cabe, no cabe”.

Desde la rama de un árbol, la serpiente estiró la cabeza y lo llamó para peguntarle:

—Oye conejo, ¿qué es lo que no cabe?

—Usted larguirucha. Yo digo que usted, bien arregladita, sí cabe en este tubo , pero el viento que sopla dice que no!. Y a mí me da mucha rabia cuando me discuten sin fundamento, y mas si el viento no lleva razon. ¿Cómo no va a caber?

—Sí quepo, dijo la serpiente.

—Ensayemos,  —le dijo Tío Conejo.

La víbora se arregló para deslizarse, se acercó al tubo  y se metió. Desde adentro dijo con una voz chillona:

—¿Se da cuenta el viento que sí quepo?

—Sí , yo sé que usted cabe..Dijo el conejo cerrando la tapa

—Bueno ahora  sáqueme de aquí, —solicitó la víbora.

—¿Sácarla? ¡Yo no saco a ninguno de los que van aquí! ¿Por qué la voy a sacar? ¡De aquí no saco a nadie!, al menos que se comprometa a conseguirme una docena de huevos para la cena!.

—¡Ay, por los dioses! ¡Sáqueme de aquí! ¡A mí me asusta la oscuridad! —dijo en tono suplicante.

Y así continuó por el camino el Conejo hasta que llenó completamente el tubo con todos los animales que encontró a su paso. A todos engañaba y a todos encerraba para arrancarles un pago por dejarles libres.

Cuando llegó al puente arcoiris, corrio como loco hasta las puertas de Asgarr,y tan tozudo fue insistiendo que consiguió una entrevista con los Dioses y sin demasiados rodeos les dijo:

—Encumbrados del Asgard, permítame decirlse algo. Vengo desde la tierra a entregarles un obsequio, y también a hacerles una petición muy especial.

—Habla rápido que estoy muy ocupado —dijo Allfather que escuchaba unos sospechosos ruidos dentro del tubo que portaba el conejo.

—Dentro de este tubo  están los frutos de la creación. Son los animales que habitan en la tierra. Con esto quiero demostrarles mi astucia e inteligencia superior a todos —Y asi el Conejo descargo muy presurosamente el tubo sacudiendolo sobre el piso del gran salon de los dioses, le quitó la tapa y dejó que los animales que estaban dentro escaparan. Salieron las avispas, el sapo, la víbora, la cucaracha, el cangrejo, la mariposa, la araña, el zorzal, el ratón de monte y muchos animales pequeñpos más.

El Dios Odin fruncio el ceño y  mostró una cara de asombro, nunca se imaginó que un animal tan pequeño fuera capaz de tal astucia. E Conejo quiso aprovechar el desconcierto de Allfather y le dijo:

—Señor, quiero pedirle que me dé un cuerpo más grande. ¿Si siendo pequeño soy capaz de hacer esto, que no haria con un cuerpo más grande? Por favor, deme un cuerpo más grande.

El  poderoso Odin  se disgustó mucho y le dio un buen regaño. Y le respondió enfáticamente:

—¿Qué cuerpo te puedo dar? Si siendo pequeño haces todas esas travesuras, ¿cómo serías teniendo un cuerpo mayor? Lo único que has hecho es molestar a todas las criaturas de Midgard con tu egoismo!

Entonces, Odin ordeno a Thor que apresase al conejo, que rapido intento escabullirse, pero Thor le  le asio fuertemente las orejas y pese a las sacudidas del conejo, no lo solto hasta plantarlo fuera de los recintos del Asgard, cerrando las puertas tras de si.

 Y ése es el modo en que por su egoismo, consiguio  el conejo  ser un gran orejón aunque los mas viejos dicen que no ha escramentado mucho...porque tan larga como sus orejas, es la lista de astucias y tretas que el conejo conoce desde el inicio de los tiempos.