El puente y el rey Vanidoso.

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 1 de marzo de 2015 9:31

   Dicen los mas sabios que el exceso de vanidad es el peor de los defectos del hombre, esta leyenda habla de cómo esta falta puede acabar por precipitar la caida de los mas grandes y poderosos.


Habeis de saber que hace mucho reino bajo las montañas heladas de las tierras del norte, un poderoso señor, en su juventud, fue un gran guerrero y miles de hombres le siguieron, alli donde fue cosechando victorias en incontables batallas. Ahora, ya mas maduro, reina en una gran ciudad fortificada con solida piedra, en el valle que se extiende al otro lado del gran rio.

Durante muchas decadas, una familia de humildes leñadores y carpinteros sirvieron al gran rey, reconstruyendo una y otra vez el gran puente que cruza el rio y que comunica las dos orillas con la puerta de la gran ciudad .

Pero como ya he dicho, los años de triunfos y bonanzas , vuelven orgulloso al mas sensato de los monarcas, y al lado de un gran rey, siempre aparecen cucarachas aduladoras, dispuestas a medrar llenando los oidos del rey con lisonjas y halagos que se ganen su favor.

De este modo, aparecio Scardr, el hijo de una familia noble, grandes constructores de edificios de piedra. Durante muchas generaciones, la familia de Scardr se habia conformado con su papel en la gran corte, dotando a la ciudad de grandes y solidos edificios de piedra que magnificasen la gloria del viejo soberano. De las manos del gran gremio de canteros, surgieron los grandes salones de homenaje, el templo que honra a los dioses , el amplio foro del mercado y tambien el suntuoso palacio… Pero hay una sola estructura que aun se resiste a caer bajo el dominio de los canteros…el puente de entrada a la gran cuidad.

Asi Scardr pasaba las horas envenenando la cabeza del monarca, tratando de comvencerle de que la era de la madera esta muerta…que los servicios de Leif “brazo fuerte” y su joven hijo Sven “brote de tejo” ya no son necesario. ¿¿Acaso los muros de la cuidad no han mantenido a salvo al pueblo de los ataques durante decadas??. ¿Acaso no es casi eterna la solida piedra de los edificios, y no sobrevivira el templo de los dioses muchas centurias tras la marcha del rey, y perpetuara su gloria por siermpre?.

Si todo esto es asi, proclama Scardr , ¿Por qué es necesario raparar el puente de madera cada pocos años?, los canteros podrian construir uno de solida piedra y asi hacer perpetuo el canino de acceso a la gran urbe. Poco a poco, la vanidad se apodera del monarca, y las palabras de Scardr minan la poca resistencia del rey a comenzar las obras del puente de piedra que haga perpetuo el acceso a la cuidad.

Asi una mañana es comvocado Leif y su joven hijo en el gran salon de recepcion, y el mismo monarca en persona, les comunica que sus servicios en la construccion del puente de acceso a la gran urbe, ya no se precisan, que sus construcciones de perenne madera ya no son necesarias en la gran ciudad de piedra… que si no aportan nada util en la gran cuidad, ya no son necesarios en ella y que son libres de partir en busca de mejor fortuna en cualquier otro lugar.

Leif sabe que nada puede hacer ya, la ultima palabra del vanidoso rey ha sido dicha, y el ambicioso Scardr saborea su triunfo. Asi que, Leif y su familia preparan su carreta y cruzan por ultima vez el amplio puente de madera fuera de la gran urbe… podrian haberse quedado y trabajar en los astilleros..pero no estaba en el animo de Leif, competir con una familia prospera a la que nunca habia necesitado robar el pan…asi que, con su familia e hijo, viajan hacia las grandes llanuras donde los granjeros al servicio de los señores del otro lado del valle les acogieron con agrado.
Mientras, en la gran cuidad, Scardr ordena destruir el gran puente, y empezar a levantar los solidos pilares de piedra que sostendran los arcos del gran puente… Trabajando con su gramio a marcha forzada, el magestuoso puente no tarda mas de una primavera en estar levantado.

Mientras, Leif y su hijo Sven, trabajan ahora para un joven señor del valle, fortificando su ciudad con un ponton de madera que cruza un ancho foso. Y una vez completada la obra, se afanan en construir torres de vigilancia por todo el valle… pues se comenta que una tribu de belicosos guerreros esta avanzando en las tierras contiguas, saqueando todas las ciudades a su paso.

Scardr es ahora el aclamado maestro de canteros, pero su gloria es efmera, junto a la del señor de la gran cuidad a la que sirve… Tarde descubre el ambicioso y vanidoso rey que todo en este mundo tiene su razon de ser. Cuando el ejercito invasor atraviesa sin mucha oposicion las tierras del reino, todos corren a refugiarse a la gran cuidad… pero a diferencia de la bastion del valle donde se refugia Leif y su familia, el puente de la gran urbe del norte es de solida piedra… de nada sirve empaparlo en brea y aceite y hacerlo arder, impidiendo asi el paso de poderosos arietes y maquinas de guerra que ataquen el porton.

Por valientes que sean los soldados que defienden una cuidad, por solidas que sean sus puertas, y por amplios que sean los suministros, no hay puerta que aguante un asedio continuado, y el fuego nada hace para mellar la solida roca del puente…asi que, una vez cede la puerta, todo esta perdido, y a duras penas, el rey es capaz de huir y buscar asilo en la cuidad del valle, que ya se prepara para la defensa…

En cuanto a Scardr…poco se sabe de su destino, o fue capturado o perecio preso en su complaciencia creyendo que sus edificios le protegerian.

No hubo dolor en los ojos de Leif y Sven al ver arder el puente que da acceso a la cuidadela fortificada…sino un cierto sentimiento de orgullo al ver como el ejercito enemigo queda inutilizado al otro lado del rio… granjas y demas construcciones, pueden ser reparadas, con teson y fuerza, en cuanto el puerto reciba los refuerzos llegados por mar… Un invasor entiende de rapiña y saqueo, pero no de perpetuar el grano en los campos, asi que, incapaces de asediar la cuidad, aislada tras sus murallas y a salvo tras el impetuoso rio, poco a poco empiezan a ceder en su voluntad de tomarla, y se retiran antes que el invierno les sorprenda en campo abierto.

De esta forma, aprendio el vanidoso rey que, solo merece ser perpetuado aquello que esta destinado a la eternidad, y el orgullo y la ambicion humana no esta en la lista. Todo lo que construimos, puede ser destruido con igual facilidad…solo el recuerdo de nuestras mejores obras se perpetua y es mas eterno y duradero que la roca. Bueno es que no lo olvidemos!.