Cuentan que hace mucho tiempo en
Dinamarca vivio un hombre que tuvo dos hijos antes de perder a su
esposa por unas fiebres, solo y ya demasiado anciano para buscarse
una nueva compañera, intento sacar adelante y educar a sus dos hijos
como buenamente pudo.
Uno de ellos, el mas joven siempre
respetuoso con el recuerdo de su madre, crecio con un espiritu noble
y tranquilo, y valoraba profundamente lo poco que tenia, pero el
mayor, consciente de que su padre anciano ya poco podria hacer para
intentar mantener lo poco que les quedaba de la granja y sus tierras,
medro con un carácter hosco y malencarado, era de natural
pendenciero y egoista y no pensaba mas que en si mismo.
Un dia el padre se sintio terriblemente
fatigado, y comprendiendo que su tiempo se terminaba y que pronto se
reuniria con Allfather , resolvio reunir a sus dos hijos para
disponer de lo poco que tenia que legarles y decidir a cual de ellos
dejaria al cargo de la granja.
Por tradicion, el puesto tendria que
corresponder al hijo mayor, pero el anciano veia con preocupacion
como el muchacho dilapidaba todo cuanto se le daba y nada hacia para
mejorar lo poco que tenian y intentar mantener la granja que le
correspondia en herencia. El menor, sin embargo se esforzaba por
labrar la tierra, y con muchos sudores y fatigas, garantizar al menos
el sustento para su padre y hermano. Asi que entendio, que la
tradicion no siempre se tenia que mantener inquebrantable y en este
tipo de asuntos, a veces era necesario fiarse mas del sentido comun.
Reunio a sus dos hijos en torno a la
mesa y despues de una parca comida, les invito a salir a la era...
alli, se metio la mano en el zurrón y extrajo una bolsa de tela que
cantaba con sonido metalico, y pregunto a su hijo mayor.
El muchacho se hecho a reir a
carcajadas, y respondio con aires presuntuosos que obviamente la
plata era mas valiosa, que aquel terruño nada valia y que obviamente
solo servia para venderlo y sacar con el un mal puñado de plata
picada...
El padre fruncio el ceño, pero nada
respondio, y repitio la misma pregunta al hijo menor. El muchacho
miro la bolsa en manos de su padre, y despues la pequeña parcela de
tierra, no era gran cosa, pero siempre daba su buen fruto si se la
labraba con esmero...asi que respondio.
El valor de la plata no es
siempre el mismo, cambia en funcion de las guerras o la fama de los reyes...en manos de un hombre mesurado y sensato, puede
hacer grandes cosas, pero en manos de un necio, no durara mas alla
de un par de noches. Sin embargo, la tierra mantiene un valor
constante. No es la tierra en si la que encierra el valor, sino que
este depende de la mano que la siembra y de la simiente y el mimo con que se la trate. Yo me
quedaria con la tierra, con trabajo y teson, garantizo un puñado de
monedas seguro todas las temporadas, y un sustento para los mios.
Al padre le parecieron sensatas las
palabras del joven, y decreto que el seria el heredero, al hermano
mayor le tendio la bolsa con la plata. Este se marcho bufando,
pensando que su padre le habia hecho un desprecio al no dejarle la
granja por herencia...pero con la bolsa de plata picada en su mano,
pronto se olvido de ello.
Sucedió que, tal y como el hermano
menor habia predicho, la plata en manos de un necio no dura mucho,
con la bolsa repleta, penso que tenia suficiente para darse un buen
homenaje, y asi se gasto una buena cantidad en alcohol y mala vida. Y
no contento, no se emmendo hasta que poco a poco, la plata de la
bolsa fue menguando y termino por agotarse.
Hubo entonces de regresar a junto su
hermano, que con paciencia y teson, habia medrado, y ahora tenia no
solo una buena granja con un par de vacas y un puñado de jornaleros,
sino que tambien tenia una bella esposa y el apoyo del clan vecino
con el que se habia unido por lazos de matrimonio. Asi que el joven
egoista, no tuvo mas remedio que plegarse a la voluntad de su hermano
y trabajar como un simple jornalero durante un buen tiempo, hasta que
el joven matrimonio considero que habia aprendido la leccion y le
permitieron compartir el trabajo y el beneficio de la granja.
“Hasta el pozo mas hondo se seca, si
la lluvia no lo llena” (Provervio Islandes).
En
el principio de los tiempos los dioses Yarilo y Morana , los divinos
hermanos encontraron que aunque la creacion era hermosa, pocos
recursos habia para los primeros humanos sobre la faz de la tierra,
las frutas eran raras, pues los arboles acababan de ser creados y aun
no habian tenido tiempo de dar sus frutos.
Asi
Morana hizo entrar en un trance profundo a una de las mujeres de la
tribu de los humanos, que durmio un pesado y profundo sueño, tan
profundo que muchos temieron que Morana la diosa de la fertilidad
natural y la muerte la hubiese llamado a su reino. Pero al cabo de
dos noches y cuando todos preparaban su entierro, la mujer desperto y
empezo a hablarles de sus visiones y de los mensajes que la diosa le
habia transmitido para ser contados a su pueblo. De este modo todos
empezaron a ver a esta mujer no solo como a una vidente sino a uno
de los elegidos de Yarilo y Morana para ser su profeta .
-Cada
persona sólo puede comer una fruta por día.- Dijo la anciana –
Pues no hay sobre la tierra frutos en sufieciente numero para
alimentarnos a todos, asi que, hagase la voluntad de Yarilo y Morana
y no comamos mas de lo establecido.
La
costumbre se obedeció durante incontables generaciones, y el
ecosistema del lugar fue respetado. Como las frutas restantes que los
obedientes pobladores del valle no se comian daban semillas, otros árboles fueron
surgiendo. En poco tiempo, toda aquella región se transformó en un
terreno fértil plagado por incontables hileras de hermosos frutales
de variedades muy diferentes, envidiado por otras ciudades que ya
florecian en un mundo plagado de humanos que prosperaron con el paso
de las edades.
Las
personas de aquel pueblo, sin embargo recordaban a la vieja profetisa
y al legado de su palabra que se habia transmitido de generacion en
generacion, y continuaban comiendo una fruta por día, fieles a la
recomendación que la vidente transmitiera a sus ancestrales, de
parte de los dioses. Además, no permitían que los habitantes de
otras aldeas se aprovechasen de la abundante producción que se daba
todos los años. Era voluntad de Yarilo y Morana que no se comiese
mas de una fruta al dia, y nada mas que eso era la palabra y todo lo
demas se consideraba una conducta reprobable.
Como
resultado, las frutas se pudrían en el suelo. Morana observo esto y
no le parecio oportuno que el fruto de la creacion se hechase a
perder, asi que descendio de nuevo entre los mortales y llamó al
sueño a un nuevo vidente, esta vez un muchacho joven y le dijo:
Permíteles que coman las frutas que quieran. Esta es la
voluntad de Yarilo y mia...
-Y
pídeles que compartan su abundancia con sus vecinos. - Asi hablo el
muchacho ante todos, transmitiendo por su voz, la dulce voz de la
diosa y su mandato.
El
joven puso ciertamente todo de su parte,pero nadie le creyo. Hubo de
salir corriendo y acabó siendo apedreado, ya que la costumbre
ancestral estaba arraigada en el corazón y en la mente de cada uno
de los habitantes. Y ya nadie cuestionaba que las cosas pudieran
hacerse de otro modo.
Con
el tiempo llegaron a algunos que se creian muy fieles a la vieja
tradicion los rumores del nuevo vidente, y pensaron en sacar provecho
mezquinamente de sus palabras, asi que empezaron a recoger la fruta
que sobraba en los arboles, y con la excusa de ofrecerla a los
dioses, hacian uso de ella a su antojo.Por otro lado , los jóvenes
de la aldea empezaron a cuestionar aquella ancestral creencia en que
solo se podia comer una fruta al dia por orden de los dioses, maxime
cuando sabian que los sacerdotes en secreto se atiborraban de ella.
Pero, como la tradición de los mayores era intocable y nadie se
atrevia a cuestionarla, ni mucho menos aun a denunciar abiertamente
la hipocresia de los sacerdotes, muchos decidieron apartarse de la
religión y empezaron a seguir dioses de los pueblos vecinos. De esta
manera, podían comer cuantas frutas quisieran , con o sin permiso de
los ancianos y entregar el resto a los que necesitaban alimento.
En
los cultos locales sólo quedaron los que se consideraban santos.
Pero que, en realidad, eran personas incapaces de percibir que ellos
mismos habian provocado con su inmovilidad y cerrazon que las gentes
acabasen adaptando el credo a su propia conveniencia.
De
este modo, se dice que, Yarilo y Morana entraron en colera, y dejaron
de bendecir con su bonanza todas y cada una de las cosechas de frutas
del año, los propios dioses empezaron a obrar de forma tan
caprichosa como los humanos, pero pese a que sobraban aun frutas y si
hubiesen pensado en las necesidades futuras no hubiesen sentido
necesidad, el clero empezo a otorgarse la potestad de entregar el
fruto cuando y a quien a ellos les convenia con la excusa de ser los
guardianes de la palabra que nunca les habia sido rebelada, otros,
sencillamente se declararon no creyentes, y de grado o por la fuerza,
empezaron a tomar la fruta que necesitaban... Al final, las frutas
que devieon ser motivo de abundancia y contento, acabaron siendo la
semilla de la discordia. Dicen que incluso hubo gentes que repudiaron
los frutos sagrados, pues decian que solo alimentaban la mezquindad y
la hipocresia.
Publicado por
HEATHENPRIDE
7:19
Esta es
una de las mas raras historias que me han llegado (y creedme pequeños y
mayores, como fabulador errante, he escuchado historias muuuuuuuuuy raras),
aunque lo mas extraño es su lugar de procedencia, dicen que se cuenta en las
islas Orcadas, y nos narra la historia de un heroe muy poco tipico, de nombre
dificil de pronunciar Gnuprknar.
Y vereis
porque digo que es este Gnuprknar un heroe muy poco usual, empecemos por hablar
un poco de el, aunque quizas si hiciese caso de lo que dicen los mas sabios en
esta isla, mejor pasaria de largo en contaros acerca de este curioso personaje,
en las Orcadas dicen que, si nada bueno tienes para decir de una persona, lo
mejor es quedarte callado, y la verdad es que Gnupknar, era de todo menos un
modelo de buena persona.
Holgazan
en extremo, nos encontramos a un tipejo, que de puro vago, se pasaba el dia sin
hacer nada de probecho, holgazaneando y malviviendo de lo poco que podia sisar
de los arboles frutales o entrando a veces a hurtadillas en los cobertizos de
algun granjero despistado, donde robaba algun queso o quizas los huevos de
alguna gallina. De tan vago e inutil, ni siquiera se ocupaba de su aseo
personal, asi que sus ropas se veian raidas y llenas de mugre, y su olor era
tan nauseabundo, que decian los del lugar que al rio le saldrian patas para
huir antes de permitir que aquel hombre tan marrano se labase en sus aguas.
Y sin
embargo, la vida de vagabundo y vago era placentera para Gnuprknar, al menos
asi era en las estaciones calidas, donde podia pasarse el dia rezongando y
dormitando en las campiñas, solo preocupandose de encontrar un abrigo para descansar
en las noches o de ratear en algun lugar algo para su sustento. Pero la cosa se
complicaba bastante en invierno, con los frios y las cosechas recogidas, y los
frutales sin frutos, era mas que dificil entrar a robar algo al granero de
algun granjero, con los perros siempre celosos de protejer las provisiones de
sus dueños, maxime, cuando el olor tan nauseabundo que desprendia, alertaba a
los perros mucho antes de que se acercase siquiera a los graneros... sus unicas
oportunidades eran las de encontrar al perro dormido, o entrar en la granja de
alguno de los excasos pueblerinos que no tuviesen un chucho que les alertase en
la noche
de sus hurtos.
Pronto se
vio pasando hambre y con muy serios apuros para encontrar algo que llevarse a
la boca, hasta que, una tarde, harto de caminar sin rumbo, encontro la entrada
a una profunda cueva en la ladera de una montaña. Generalmente, nadie en la
isla pasaba jamas por ese lugar, todos sabian que se trataba de la entrada a la
cueva de los Trolls, pero Gnuprknar no era conocedor de estas historias, quiza
porque nadie se molestaba en hablar con aquel indeseable maloliente…
Entro en
la cueva y no tardo en descubrir que , realmente habia en su interior varios
troll durmiendo pesadamente, y roncando como si estuviese tronando dentro de la
caverna. Lo primero que descubrio, fueron los restos mal asados de un carnero
que seguramente habian robado los troll a algun desdichado e imprudente
campesino que no se habia cuidado de proteger a buen recaudo todo su ganado.
Encontro que, con el mal olor propio de aquellas bestias, y con lo profundo de
su sueño, entrar y hacerse con un buen pedazo de carne era un juego de niños. Y
asi, ese dia, solo se llevo un buen pernil para la cena, pero, en otros dias
sucesivos, se cuido de entrar siempre aun con el dia alto, cuando los troll
dormian, y cada vez, sus hurtos eran mayores, pronto no se conformo con robar
carne, acabo sisando tambien una buena cantidad de oro de los troll, lo que le
permitia comprar algun barril de cerveza y pagar a algun posadero, para que le
dejase pasar la noche aunque fuese en una cuadra, pues con su mal olor, no le
darian alojo en una habitación asi se presentase con la corona de algun rey
como pago.
Obviamente,
los troll ya habian empezado a notar la merma en sus provisiones de carne y en
su oro, pero como caian pesadamente en su sueño en las horas de dia, y el
astuto Gnuprknar se cuidaba mucho de estar en las cercanias de la cueva por las
noches, nunca descubrieron quien era el ladron que poco a poco les iba dejando
sin riquezas, por mas que apostaban al mas salvaje de ellos vigilando sus
tesoros cada noche.
Pero la facilidad para obtener riquezas , acabo por
aflojar mas de la cuenta la sesera del vagabundo, que,en cuanto los rigores de
la estacion fria empezaron a desaparecer, ya no veia la necesidad de caminar
durante horas a la aldea y acabar durmiendo en un establo al calor de las bestias.
Pronto decidio que, esconder un buen barril de cerveza en un lugar bien
apartado del bosque y recostarse con la panza bien llena de carne asada de los
troll, era una buena manera de acabar el dia. Asi que, de cuando en cuando, se
pasaba a robar a los troll y bajaba a la aldea a proveerse de buena cerveza…y
borracho como una cuba, mas tarde se tumbaba bajo una encina a dormir…con el
calor del verano, pasar la noche al raso no era en absoluto algo desagradable…
Al menos
que una banda de malhumorados troll suban colina arriba y te sorprendan
dormitando en tu refugio en el medio de
la colina que esta justo enfrente de la entrada de su cueva. En realidad, nunca
o casi nunca pasaban por alli, preferian acercarse a las aldeas con nocturnidad
y intentar robar algo de ganado o quizas algun ave de corral. Pero como en las
ultimas semanas ya habian cometido alguna fechoria y encima, algun misterioso
ladron hacia desaparecer de cuando en cuando las reservas de carne, no les
quedaba mas remedio que salir de caza, ya que la alarma en las granjas
cercanas, hacia muy difícil el éxito de una partida de rapiña.
Con todo,
no podian alejarse demasiado de la cueva para la caza, todos sabemos que la luz
del sol transforma a los troll en piedra, asi que se cuidaban de tener cerca la
oscuridad de la guarida . Pero aquella noche, se encontraron al maloliente
borracho durmiendo al pie de la encina, al menos, habia tenido la decencia de
darse el banquete un poco mas lejos de alli y los troll no encontraron nada que
delatase que el era, en realidad el ladron que tanto buscaban.
Pero una
mala noche de caza, en la que regresaban prácticamente con las manos vacias a
la cueva, no ayudaba a mejorar en nada el ya de por si, agrio mal humor de
estas bestias, que despertaron a puntapiés a Gnuprknar, que asustado vio ante
si a aquellos seres enormes y se dio por muerto…sin embargo, se encontro con la
sorpresa de que aquellas bestias, anque de carácter muy tosco y salvaje, no
tenian idea de quien era, ni de que hacia un “sucio humano” tan cerca de sus
dominios.
Asi que,
tuvo que tirar de ingenio para salvar su miserable pescuezo…y sin atreverse a
alzar mas que la cabeza, y aun apoyado en el arbol que le servia de reposadero,
se limito a gemir lastimosamente…
- Hay de
mi!!...hay de mi y de vosotros tambien que todos nos ganaremos en breve la
ruina!!:
Los troll
le escuchaban lamentarse y rascandose sus piojosas cabezas no entendian una
sola palabra de porque aquel hombre tan maloliente como ellos, se quejaba tanto
y decia que la ruina caeria sobre todos ellos.
- Yo era
un rico granjero – mintió el vagabundo-
Uno de tantos a los que vuestros congeneres asaltaban de vez en cuando, pero, últimamente
ya eran demasiadas perdidas y se me ocurrio seguir una noche a los troll hasta
una cueva en el otro margen del rio.
Los troll
sabian que habia muchas otras cuevas en el otro lado del rio, incluso que en
alguna de ellas, habitaba un clan de trolls tan feroces como ellos mismos, asi
que se tragaron la explicación a pies juntillas.
- Asi que
les segui, y cuando les vi entrar en su cueva, decidi vengarme, espere al
dia y mientras los troll descansaban ,
amontone un monton de ramas secas en la entrada de la cueva….asi espere a la
noche y antes de que saliesen, le plante fuego a la leña. Esperaba , tonto de
mi!!, que el humo les asfixiase, pero no pense que la cueva tuviese otra salida…asi
que pronto me vi corriendo como una liebre con una jauria de trolls furiosos
tras de mi.
Los troll
reian a carcajadas mientras escuchaban el relato, obviamente, se sentian
felices del terror que inspiraban en los humanos, pero en cuanto recuperaron un
poco la calma y dejaron seguir al vagabundo con su relato, su semblante empezo
a cambiar …
- Me
siguieron corriendo hasta este lugar, yo ya no podia mas, estaba aterrorizado y
cansado, y me escondi entre unas zarzas…no
me encontraron por fortuna para mi..peroi su jefe, un gigantesco troll tal alto
como un roble, golpeo enfadado este tronco en que me apoyo, y después se retiro
con los suyos colina abajo. No me atrevi a salir hasta que les supe bien lejos,
y después, me recoste agotado en este tronco…hasta que descubri con terror la
terrible verdad!!...el tronco se cae!!
Los troll
se quedaron mirandose entre si, primero con estupor, mas tarde sin comprender
que tenia de terrible que un tronco de una encina vieja se cayese…
- Es que
no lo entendeis desdichados???...este tronco es el pilar maestro que sujeta las
tierras de esta colina!!, si me aparto y dejo de sujetarlo, se caera, y con el,
la abalancha de tierra y rocas que vendra detrás , sepultara todo este valle!!.
Los troll
empezaron a mirarse preocupados, si eso era cierto, su propia cueva quedaria
sepultada…asi que, entre ellos empezaron a hablar, lo primero era sustituir a
aquel humano sosteniendo el tronco, era obvio que tras dias alli plantado, sin
tiempo siquiera de comer o asearse, las fuerzas no le darian para mucho mas…asi
que, le ordenaron que bajase la colina y se acercase a la granja mas cercana…que
ellos se harian cargo de apuntalar el tronco y salvar el valle y con eso su
propia cueva.
Gnuprknar
no se hizo repetir la invitacion…y descendio aguantandose la risa la colina ,
sin correr demasiado para no descubrir el engaño, mientras dos de los 4
fornidos troll se quedaban en su lugar apuntalando con sus robustas espaldas la
encina…mientras, los otros buscaban como desesperados, troncos o rocas con los
que sustituir como apoyo, los cuerpos de sus compañeros.
De esta
forma, les fue sorprendiendo el alba, y dicen que todos ellos se transformaron
en roca, dos de ellos, apoyados en un enorme pilar de roca, que dicen que es el
viejo arbol que con los siglos se volvio tan recio y duro como los dos troll
que lo sostienen…otros dos, mas cerca , pegados a dos enormes rocas redondas
que empujaban asustados con el tiempo en contra hacia el arbol, para
apuntalarlo…Unos no se atrevieron a huir porque temian que al apartarse, el
tronco cediese y la colina se desplomase , los otros, porque no deseaban dejar
alli a sus hermanos…y porque si realmente la colina se venia abajo, no habria
ya a donde huir.
Dicen de
Gnuprknar que regreso por el lugar muchas lunas mas tarde, y se sorprendio de
encontrar a los troll alli petrificados…pero se sorprendio mas, de encontrar la
cueva vacia, con lo que tuvo tiempo mas que sobrado para saquearla a placer…
aunque se dice que amaso una enorme fortuna, dicen que siguió siendo el mismo
patan miserable, borracho, sucio y descuidado, que se conformaba con tener para
emborracharse cada atardecer. De la fortuna de los troll, jamas se supo, se
cree que el vagabundo la escondio en algun lugar del bosque, o quizas en alguna
de las cuevas mas pequeñas de las montañas, nadie lo sabe con certeza, solo se
cuenta, que todos en las Orcadas saben de esta historia, y que aun hoy se busca
el tesoro de los troll del arbol de roca.
Publicado por
HEATHENPRIDE
7:13
Cuentan
que en los frios fiordos de Noruega vivia una famila compuesta de un
poderoso Jarl, de edad ya madura, su hijo Brum fuerte como un oso y
la esposa del jarl casada en segundas nupcias con el señor de la
granja.
Tenia
esta mujer un hijo adoptado de su hermana que fallecio por unas
fiebres, un muchacho de apariencia delgada bastante menos fuerte que
Brum, pero de mente mas despierta, se llamaba este muchacho Finnborg
. Brum disfrutaba humillando a su “medio hermano· siempre que
podia, consciente de su superioridad fisica, y el muchacho aguantaba
las constantes humillaciones como buenamente podia. Aunque el
carácter del chico se resentia por este constante maltrato.
Una
tarde su madre le llamo a su presencia y sacando de una bolsa de lana
una reluciente moneda de plata se la mostro al muchacho:
Te
gustaria tener esta moneda?, le pregunto:
El
muchacho abrio mucho los ojos y contesto afirmativamente con la
cabeza. La madre escupio sobre la moneda, y volvio a preguntar:
Todavia
la quieres???
El
muchacho volvio a asentir con la cabeza moviendo los brazos sin
entender que pretendia su madre con todo aquello.
Su
madre tiro la moneda en un cubo lleno de orines de vaca que se usaba
para curtir el cuero, y pregunto una tercera vez:
Aun
te interesa la moneda???
El
muchacho bufo , pero armandose de paciencia volvio a contestar
afirmativamente.
Entonces
su madre le pidio que tomase una azada y le siguiese a la era, el
muchacho seguia sin entender nada, pero queria a su bondadosa madre y
obedecio, tomo en su mano la azada y cargandola sobre su hombro,
siguio a su madre a la pequeña huerta que rodeaba la casa. Una vez
alli, su madre le señalo un lugar concreto en el suelo, y le pidio
que cavase en el, el muchacho la miro con cierta incredulidad, pero
obedecio enseguida y comenzo a remover la tierra a golpe de azada.
Aun
no llevaba ni tres golpes de azada cuando vio pasmado surgir del
suelo un pequeño saco de tela, su madre le pidio que lo tomase y que
extendiese la mano...sobre ella vertio un pequeño torrente de
monedas que acabaron cayendo al suelo antes de que el muchacho
pudiese retener una o dos en su mano.
Entonces
hablo su sabia madre con estas palabras que calaron hondo en el
corazon del muchacho:
Como
la moneda de plata, tu esencia es noble, y la nobleza no puede ser
manchada por insultos o injurias, incluso revolcado en el estiercol,
seguiras teniendo esa nobleza que los dioses te han concedido, sin
embargo, y pese a que puedas hayar esa misma nobleza que atesoras en
los lugares mas insospechados , nunca debes permitir que nadie
arrastre tus sentimientos nobles, ni los de los demas por el suelo,
porque como las monedas que se han caido, ese sentimiento puede
recuperarse , pero habra que limpiar la mancha para que vuelva a
relucir y eso no es siempre agradable... Por eso, te honra el respeto
que sientes por tu hermanastro, aunque el no te respete, pero no
olvides que seguiras siendo escoria para el, hasta que te alces y
demuestres que eres plata. No permitas jamas que nadie arrastre tu
nobleza por el suelo...no te arrodilles nunca, ni ante hombres
ni ante dioses, aunque el hombre que tienes en frente, diga ser tu
hermano!!