Cuentan
que hace muchisimo tiempo, habito en la hermosa Islandia una pequeña de corazon
despierto , hija de una familia campesina muy humilde, no disponian de nada mas
que de un triste terruño del que malvivian , pues era una tierra bastante pobre
y apenas daba fruto suficiente para pasar el invierno. No obstante, la pequeña
Pyri crecio entre los trabajos del campo, y su pequeña estatura y su apariencia
menuda, escondian una inteligencia tan viva, que a raiz de lo que voy a
contaros, con el tiempo la llamarian "la sabia Pyri".
Como ya
he contado, la tierra es dura en estas latitudes, y costaba sudor y esfuerzo
sacar de ella lo justo para sobrevivir a otro invierno crudo, asi que cuando
sucedio que un invierno excesivamente duro empezo a causar estragos en las
cosechas , la gente empezo a preocuparse seriamente, y cuando desaparecieron
varias piezas de ganado sin dejar rastro de los corrales, empezo a cundir el
panico y el miedo entre las gentes, que empezaron a tejer historias acerca de
criaturas malvadas que robaban el ganado y espiritus de la espesura que volvian
yermas las tierras porque no se les habia rendido tributo como les
correspondia.

Dicen que
"al perro flaco le acosan las pulgas", asi, que para colmo de
desgracias,.aparecieron por el derredor del pueblo una banda de maleantes que
tomaron como refugio un viejo chozo abandonado en las lindes del bosque.Vieron
la oportunidad de sacar provecho de los miedos y supersticiones de aquellas
gentes sencillas, asi que cada noche salian a saquear los corrales y ellos eran
los que se llevaban los corderos y cabras jovenes , montando despues cierto
alboroto , trazando extraños simbolos en el suelo y manchando los dinteles con
sangre de animales. De este modo, las gentes no tardaron en dar credito a todas
las historias que hablaban de un grupo de malvados troll que se dedicaban a
aterrorizar al pueblo.
Tambien
se dice que la avaricia rompe siempre el saco, asi que, no contentos con estas
fechorias, el jefe de la banda decidio estafar a las pobres gentes, y se
presento en la aldea vestido con una tunica oscura y cubierto por un capuchon
que apenas dejaba ver su cara. Dijo ser un poderoso mago runico que libraria a
la aldea de todos sus males a cambio de un sustancioso pago en plata. Las
credulas gentes recelaron al principio, pero el supuesto mago ofrecio darles
una muestra de su poder gratis durante tres noches, y asi, se paseo por toda la
comarca, trazando simbolos extraños en los dinteles de las casas, y cuidandose
que , aparte del pago que a todos les
costo horrores reunir en plata, no le faltase la mejor comida y bebida ,
privilegio que nadie negaba al "salvador de la aldea".
Solo
cuando el impostor se paso por casa de la pequeña Pyri y su familia, empezaron
a torcersele las cosas. Pese a que los padres de la pequeña se mostraron tan
temerosos y sumisos con las exigencias del falso brujo como el resto de los
aldeanos, dandole lo mejor de sus viandas y la mejor de las cervezas que
poseian, la pequeña recelo bastante de los metodos de aquel que se decia
poseedor de los poderes divinos. Y en cuanto se marcho, tras llenar el corral
de simbolos pintados en las maderas, la niña recordo que varias noches antes,
habia visto simbolos muy similares pintados igualmente en el corral, cuando
tres pollos habian desaparecido, robados por los troll tal y como contaba todo
el pueblo. Su pequeña pero despierta cabecita empezo a pensar, y a atar cabos,
y se dio cuenta de que habia algo en todo este asunto de la magia runica de
alquel fantoche que olia de lejos a podrido.
Sin
embargo, con las alforjas llenas de carne y reservas de todo lo robado, a los
malhechores no les costo privarse durante tres noches de asaltar los corrales y
asi, la fama del falso mago aumento entre todos los pueblerinos, que no
obstante, se quejaron de que no les era posible reunir el montante de plata
exigido por el impostor cada semana para mantener lejos a "los oscuros
espiritus del bosque". De este modo, solo algunos podian prescindir de
algun conejo, o gallina para regalarselo al brujo, y este a cambio, se cuidaba de
que "los troll" no tocasen las casas que su "magia"
protegia.
Una
tarde, se encontraba el falso brujo clamando su poder entre los aldeanos,
cuando la pequelña Pyri que habia acudido a la aldea a vender unas manzanas que
habia recogido de un manzano cerca de su casa,escucho sus bravatas.
- Si yo
estoy presente, nada habeis de temer de trolls o lobos, mi magia os protejera a
todos!...si pagais el precio!
Ella
escucho a aquel desalmado reclamar gansos, gallinas y hasta lechones por su
proteccion, a gentes que ya apenas nada tenian y estallo de rabia,.asi que se
presento en medio del circulo y se encaro con el falso mago :
- No es
dificil defender ahora los campos y los corrales de los lobos, sobre todo
teniendo en cuenta que no se ve ninguno por esta region desde hace varios
inviernos cuando el jefe Hrafn y sus hombres dieron una batida y les expulsaron
lejos!. En cuanto a los troll, mis padres llevan años pastoreando por los
montes y llanos, y antes de ellos, pastorearon mis abuelos, y nunca se ha
sabido de la presencia de trolls por aca. Las historias que se cuentan les
situan a muchas millas, mas alla de las altas montañas del interior...¿Acaso
habeis visto lobo o troll por aqui en los ultimos años?.
Todos
murmuraron por lo bajo que era evidente que nadie sabia de troll o lobo en la
zona , pero que algo entraba en los establos y corrales y se llevaba el ganado
y las aves, y eso era algo que todos habian podido ver.
- En
efecto mocosa...no se han visto trolls o lobos en las granjas donde yo he
mostrado mi poder, porque mi magia les ha expulsado . Veremos si tu casa se
mantiene a salvo, porque tus padres son como tu unos descreidos...y no han
reclamado mis servicios. Cuando nada quede de vuestro ganado, vendras llorando
a reclamar que me apiade de vosotros y os proteja...pero estare tan ocupado que
nada hare por vosotros, porque no os quedara con que pagar mis servicios.
Pyri le
miro desafiante y con una mueca de desprecio se paseo bailando por entre el
circulo de todos los presentes, sosteniendo en alto una manzana dorada del
cesto que portaba, clamando a voces para que todos la oyeran.
- Comprad
mis manzanas magicas!!...Protejen de los gigantes del hielo y los gusanos
gigantes de la tierra!!. ¿Acaso habeis visto por aqui algun gigante de hielo o
os a atacado un wyrm ?. No!!..porque hasta ahora os defendia a todos
gratis...pero ahora ya no lo hare mas!....Quien se quiera ver libre de estos
terrores, tendra que pagar por mis manzanas!.
Por
supuesto, nadie se tomo en serio a la pequeña, y la hecharon de alli con amenazas,
si acaso, porque mas de uno, se dio cuenta de que la pequeña tenia razon. Pero
antes de que se marchase a casa, el mago la amenazo seriamente muy enfadado.
- Pequeña
insolente!...esta noche, los troll descenderan a tu miserable casa, y nada
quedara en tu granero ni en tu corral cuando llegue el alba. Lamentareis
haberme ofendido cuando el invierno os mate de hambre.
Pyri
regreso a casa, aun con tiempo, estaba segura de que los "troll"
vendrian, tal y como el "brujo" habia predicho, pero no porque el los
comvocase, sino porque intuia que todo se trataba de una treta urdida por aquel
farsante para estafar al pueblo. Asi que se metio en el corral, y se hizo con
todos los cencerros de las vacas y los oculto entre la paja del establo, atados
a finos cordeles que cruzaban el umbral de los corrales, tensados y bien
tapados con la paja, de tal manera que nadie pidiese entrar en los corrales de
las gallinas o el ganado, sin que se tropezase con los hilos e hiciese sonar
los cencerros. Despues, se acosto temprano, pero procuro mantenerse despierta
hasta bien entrada la madrugada, cuando, tal y como esperaba, empezo a oir
ruidos muy sospechosos fuera.
Salio con
disimulo de la casa, muy despacito para que no la oyesen, y se acerco despacio
a la caseta donde dormia Truskr dientes agudos, el perro de la casa, que
permanecia atado para que no se colase entre el ganado . Sin embargo, aquella
noche, ella se encargo de soltar la atadura de la gruesa estaca que mantenia
sujeto al fiero animal...y regreso tranquila a casa tras la tarea...Ahora, solo
quedaba esperar a que se activase la trampa.
Y vaya si
lo hizo!!!. Los ladrones no esperaban encontrar los cencerros y los hilos
tensados, y tropezaron una y otra vez con las trampas que despertaron no solo
al fiero Truskr al que no le agrado nada que le sacasen de su placido sueño tan
de madrugada, y al verse libre, se presento ladrando desaforadamente en el
corral. Junto a el, tambien desperto el padre de Piry que no tardo en presentarse con la espada en la mano, en el corral y que se encontro incredulo al fiero animal que habia derribado a uno de los
"troll", mientras que los otros dos, permanecian alli plantados, sin
saber que hacer, pues el campesino muy furioso les plantaba cara espada en
mano, y ellos no portaban mas armas que un par de navajas.
Los
intensos ladridos del perro, despertaron tambien a los vecinos de una casa
cercana (a no mas de una carrera de perro de alli), gente humilde que como los
padres de Pyri, habian sufrido los ataques de los "troll". De este
modo, no tardaron en presentarse Hrutr el granjero y sus dos hijos, dos mozos
de fuertes musculos, armados con horcas y hoces. Pronto a la luz de las
antorchas, se supo que los troll no eran mas que dos maleantes, y el que estaba
en el suelo, bien amedrentado por el furioso Truskr que no paraba de mostrarle
los dientes, el falso mago.
Al
amanecer, se presentaron las dos familias de campesinos en la plaza de la
aldea, con los malhechores bien atados y expuestos a la vista de todos. Ni que
decir tiene que cuando los hombres de la aldea les arrastraron a palos hasta la
presencia del Jarl Hrafn, no tardaron en rebelar donde escondian su botin.
De Pyri,
se dice que le otorgaron una sustanciosa recompensa,con la que pudo reponer
sobradamente las perdidas de la granja de sus padres y generosamente ayudar a
todo el pueblo a pasar el invierno. Se cuenta que todos la tuvieron por mujer
sabia y generosa a partir de ese entonces, y que con el tiempo se transformo en
la orgullosa esposa del hijo del jefe de la aldea.
Por
supuesto, todos a partir de ese dia, recordaron el gracioso episodio de las
manzanas magicas de Pyri. Se cuenta que aun en algunas aldeas de Islandia, se
mantiene la costumbre de preparar un rico pastel de manzana para festejar la
llegada del invierno, se come en compañia de toda la familia, pero la ultima de
las porciones se guarda y se ofrece a los troll, los gigantes del hielo o algun gusano gigante de la tierra que se despierte hambriento...nadie ha visto a ninguno por
estas tierras desde hace mucho...pero como decia Pyri ¿vale la pena
arriesgarse?.
Cuando
Dagr y Dagar se quedaron huérfanos por una desdichada enfermedad de
sus padres, todos en la aldea pensaron que los pobres niños moririan
de hambre en el primer invierno. Nadie apostaba nada por sus pobres
vidas, igual que ellos mismos que al quedarse solitos creyeron que
acabarían por perecer en la miseria sin que las gentes del lugar
hiciesen gran cosa por ayudarles.
Pero
después de los peores momentos del luto y las lagrimas por la
perdida de los padres, se advirtió que los dos niños tenian fuerza
y teson y que pese a lo lamentable de su situación y lo terribles
que fueran las circunstancias que habian hecho que de forma tan
inesperada se hubiesen quedado solos en la aislada cabaña, tenían
buenas maneras y crianza, y sabian apoyarse el uno en el otro para
salir adelante.
Cuidaban
muy bien de sus cabras, pues desde muy niños habian aprendido a
ordeñarlas y a llevarlas a los mejores pastos como parte de sus
juegos,asi que tenian la ventura de las cabrutas que les daban
abundante leche, y también recogían frutas y setas de las campiñas
cercanas que Dagr cambiaba a veces por un poco de harina y alguna
otra cosa en las granjas cercanas..
Dagar
cocía polenta y recogia de los campos algunas hortalizas para hacer
caldos y sopas y hacía pan como una auténtica madre, aprendida
desde muy niña en el arte de amasar, como si de un juego se tratase,
aunque fuera tan pequeña, y Dagr, aprendio a base de probar y fallar
a hacer tranpas con las que atrapar a algun conejo, y practicando con
el arco de su padre fue pronto tan hábil y certero como lo habia
sido su buen padre.
En
aquella época a nadie le preocupaba que se cazase libre los
animales del bosque, la caza era una fuente de alimentos como
cualquier otra; por eso las gentes solian salir de caza por los
bosques y todo el mundo podía cazar cuanto quisiera si era lo
suficientemente habil con el arco y las flechas o con las trampas.
A
veces llegaba Dagr a casa con alguna perdiz o con una liebre, y
otras, con un urogallo o algun pez que habia capturado pèscando en
el rio . Alguna vez hasta había cazado un corzo pequeño, de forma
que no pasaban hambre, pues a su manera, ellos habian aprendido a
cocinar la caza con ayuda de alguna vecina caritativa que les habia
ayudado..
Así
vivían los dos hermanos año tras año, protegiéndose el uno al
otro y el tiempo fue pasando y ambos crecieron juntos, no poseian
gran cosa, pero eran felices juntos, ya que nadie les molestaba y
compartian cuanto tenian.
Una
vez que Dagr había salido de caza muy de mañana, tardó más de lo
acostumbrado en regresar a casa. Dagar se quedó esperandolo para
comer el caldo que habia preparado, pero no regreso, espero en vano
toda la tarde y con la caida del sol se paso toda la noche esperando,
pero él no volvió. Y ella supo enseguida que algo malo habia
sucedido a su hermano
Entonces
ya no quiso esperar mas y salió a buscarle. Sospechaba más o menos
hacia dónde podía haberse dirigido, pues conocia las costumbres y
las zonas donde solia cazar su hermano, pero en realidad con la noche
encima y sin pistas ciertas de donde buscar, empezó a buscarle a
ciegas.
A
mediodía del dia después de su desaparición llegó a un lugar en
las medianias del bosque donde crecían muchas zarzas altas y
matorrales. De repente dio un grito de alegría pues le parecio ver
algo familiar entre tanta maleza..
Su
hermano tenía que estar allí dentro quiza con un tobillo torcido
que le impidiese volver a casa. Porque entre todas las zarzas y el
tupido ramaje se veía sobresalir su gorro, con la pluma negra de
cuervo que ella misma le había puesto, se adivinaba por encima de
las zarzas.
Muy
contenta y esperando encontra al fin a su hermano se acercó
rápidamente. Pero cuando estubo más cerca vio extrañada que su
hermano no estaba alli, que se trataba únicamente del gorro
extraviado, que estaba colgado, enganchado de una de las ramas más
altas del zarzal.
A
un trecho de allí se podía ver también en el suelo su carcaj de
flechas y el arco de tejo de su padre. Pero no se veía ningún
rastro cercano del cazador. Las zarzas crecían tan espesas que era
totalmente imposible acercarse a donde había dejado las cosas. Y
igualmente era mas que poco probable que su hermano se hubiese
abierto paso entre tan tupida espesura …
-¿Cómo
es posible que haya llegado hasta aquí y haya desaparecido? - se
preguntaba Dagar, después de haber intentado abrise durante horas
batiendo con un palo entre la maleza para penetrar entre las
zarzas-. No podré entrar si no voy por un hacha y corto las zarzas.
Y si yo no puedo sin el hacha, dudo que mi hermano pudiese ir muy
lejos tampoco.
Se
dio prisa en volver tras sus pasos y traer el hacha para hacerlo y se
paso largas horas de batalla contra las zarzas para acabar abriendose
camino entre sudor y cortes, y cuando por fin tenía en sus manos las
pistas que había dejado el hermano tras de sí, estaba tremendamente
cansada y ya era de noche. Muy tarde para regresar a casa, asi que
tuvo que armarse de valor y pasar alli la noche.
Al
día siguiente resolvió que tenia que ir en busca de su hermano
mejor preparada, asi que, al amanecer, ya estaba Dagar levantada tras
pasar una noche fria en medio del bosque y volvio a casa a comenzar
los preparativos para su busqueda..
Primero
se preparó un poco de comida y pan para el viaje y la envolvió en
un paquete cuidadosamente, tambien hizo acopio de agua fresca que
lleno en un odre. Después soltó a las cabras , sabia que no irian
lejos y que sabian volver solas a casa al caer la tarde, no podia
quedarse para atenderlas, asi que al menos las dejo libres para que
se alimentaran lo mejor que pudieran, mientras ella estuviera fuera.
Y luego cogió un bastón de paseo y salió andando en busca de su
hermano. El baston era recio y bien tallado con una cabeza de carnero
en su remate,. Habia servido a su madre para dirigir el ganado y
hacer buen camino, y tambien para defenderse de mas de un lobo…ahora,
le serviria bien a ella!.
Los
vecinos más próximos estaban muy lejos de su pequeña granja, y
cuando por fin se encontró con ellos y les narro la desaparición de
su hermano, por miedo o simple cobardia no pudieron prestarle
ninguna ayuda.
-
Si le ha pasado algo horrible y se ha perdido en la espesura, no
podrás tú, que no eres más que una niña, encontrarle y salvarle
-dijeron-. Será mejor que lo abandones a su destino y te pongas a
trabajar aquí con nosotros, al menos no te faltara un techo y
alimento. Porque de ese modo tendrás casa, hogar y pan todos los
días, y no tendrás que pasar por situaciones peligrosas. Pero si
sigues buscando a tu hermano, seguramente desaparecerás tú también.
Dagar
comprendió que era muy peligroso lo que se proponía y que era
evidente que nadie le prestaria ayuda, pero no podía dejar a su
hermano abandonado a la suerte que le deparasen las nornas del
destino. Por eso dijo adiós ante la indiferencia de todos que ya la
consideraron poco menos que perdida tambien, y continuó su camino.
Anduvo
por extensos bosques buscando sin descanso y atravesó altas
montañas, y muchas veces se encontró tan cansada, tan cansada, que
las piernas se le doblaban. Pero tan pronto como había descansado un
poco y comido de lo poco que encontraba comestible en el bosque,
continuaba su camino.
Con
frecuencia se veía obligada a pasar la noche en el bosque tendida en
una cama de musgo, bajo algún abeto con la unica compañía de un
fuego para calentarse y una cena tan excasa que acababa por sentir el
vacio en su tripita..
Entonces,
con frecuencia, temía que la fueran a matar los animales salvajes.
Porque el bosque en la noche es el dominio de las alimañas, y al fin
de cuentas, ella era solo una intrusa.
Pero
no lo hicieron , aunque ciertamente la rondaron de cerca varias
noches. ¿Y sabeis por qué? Pues vereis: Dagar no estaba sola,
aunque ella lo creyera asi. Si hubiera podido ver todo bien que estos
casos precisan de verdad, se hubiera dado cuenta de que alguien la
seguía desde que dejó la pequeña cabaña del bosque. Y ese alguien
sabia cuidar de ella.
Era
un hombre pequeño, pequeño, con una cara tan arrugada que parecía
enormemente viejo. Pero tambien con la astucia del zorro y la fuerza
de un oso pese a su pequeño tamaño.
Comprenderás,
claro, que era el duende guardian de la casa. Habia vivido durante
años con la familia de Dagar y aunque los ultimos tiempos eran de
bastantes penurias, siempre habian quedado algunas sobras para su
sustento, y no estaba dispuesto a ser desagradecido y abandonar a su
pequeña ama ahora que mas le precisaba.
Cuando
ella se dormía fatigada, él se sentaba siempre al lado de su lecho
y alimentaba el fuego para mantenerlo encendido, y si aparecía algún
lobo u otro animal malo que la quería hacer algún daño, le miraba
tan fijamente y gruñia con tal fuerza que éste se apresuraba a
largarse enseguida.Porque todos los animales del bosque saben que no
es bueno enfadar a un duende.
Una
mañana, cuando Dagar había ya avanzado andando un par de horas
desde el alba, se sentó para descansar encima de una piedra cubierta
de musgo.Y alli se quedo callada, escuchando los sonidos que la
rodeaban y pensando con tristeza.
El
bosque estaba tan hermosos y fresco de rocío de la amanecida, y en
las copas de los pinos había tantos pinzones alegres, que si no
hubiera sido porque llevaba una gran pena dentro de sí, podría
haberse sentido enormemente feliz. Pero sabia que tenia que continuar
su camino en cuanto hubiese descansado un ratito.
De
repente, se oyeron ladridos de perros entre la espesura y el son de
una corneta y, al rato, apareció dirigiéndose hacia ella un joven
de hermosa cabellera dorada vestido con un magnífico atuendo de
caza. Portaba un arco de hechuras tan trabajadas que en si mismo
parecia mas una joya que un arma de caza. Y su montura , un hermoso
caballo blanco, estaba tan ricamente adornado, que parecia enjaezado
en oro puro.
Cuando
la vio alli quieta y pensativa, se quedó inmóvil por un momento y
se limitó a contemplarla en silencio. Después se dirigió a sus
acompañantes, que le habían dado alcance, una pequeña comitiva de
pajes y cazadores, tambien rica y majestuosamente vestidos, y les
dijo:
-
¡Mirad qué hermosa princesa!. Sin duda es una de las ninfas del
bosque! Ella va a ser mi esposa. Daos prisa en ir a buscar al palacio
de caza una silla de manos y los mas hermosos presentes y llevadla
hasta allí.
Cuando
la muchacha comprendió de qué se trataba sin duda de un Alfar, de
los que tantas veces habia oido hablar como si se tratasen de un mero
cuento, se arrodilló delante del joven y le dijo:
-Dejadme
marchar, querido señor, otras tareas me apremian ahora y lamento no
poder atenderos, porque estoy buscando a mi hermano, que seguramente
ha caído en manos de poderes malvados. Pues no hay hermano mas
atento, y sin embargo falta de casa desde ya hace muchas noches No
puedo ser tu esposa, porque no soy ninguna princesa del bosque, sino
la hija de un pobre cazador. Y nada poseo que ofreceros, salvo mi
desdicha y tristeza.
Pero
el joven hizo y gesto a sus sirvientes y dispuso enseguida:
-
Se hará lo que he ordenado. No es propio de una doncella vagar sola
por los bosques. Mis sirvientes buscarán a tu hermano. Y tened por
seguro que pondran empeño en encontrarle.
Después
de un rato llegaron un grupo de fornidos porteadores con la silla de
manos, y Dagar tuvo que acceder a ser llevada al palacio, lo quisiera
o no. Ante ella, avanzaba una comitiva de musicos que cantaban y
tañian hermosos instrumentos, acompañando la voz de hermosas elfas
que podian competir con los ruiseñores en tejer hermosas melodias.
Pero pese a todo, el rostro de la joven, permanecia triste y
marchito.
.Cruzaron
una cascada con gotas cristalinas, tras la cual aparecio un largo
pasadizo entre las rocas, y tras el, un claro hermoso y florido, y en
el, un palacio tan hermoso que parecia construido en puro mármol y
cristal. Allí la condujeron a uno de los salones y, por orden del
príncipe, la vistieron las doncellas con un precioso vestido blanco.
Unas ropas sin duda hechas de las mas delicadas sedas y tan ligeras
como las alas de una mariposa.
Después
le coloco el muchacho una tiara de oro y rica pedreria en su cabeza
y pulseras y brazaletes dorados adornados con hermosas filigranas en
los brazos. Finalmente, la rociaron con un perfume tan exquisito que
ninguna flor hubiese podido rivalizar en aroma a su delicia.
-Esto
-dijo- es mi regalo de bienvenida para ti, y te pertenece tanto si
quieres ser mi esposa como si no. Comprendo que ahora el peso de la
angustia te abruma, pero ya he dispuesto una partida de mis mejores
rastreadores, conocen cada palmo de estas tierras como su propia
casa, y no dudes que si tu hermano ha pasado por aquí, sabremos que
ha sido de el y a donde se dirige.
Dicho
esto, la condujo a una magnífica sala, donde estaban reunidos muchas
damas y caballeros nobles. Y la sento a su lado en la mesa, como
anfitriona de un banquete tan soberbio que ella penso que se trataba
de un sueño, que nada de aquello podia ser real, pues cada vianda
era mas exquisita que la anterior…y cada plato se presentaba tan
elaborado, que era una delicia para todos los sentidos.
Y
durante toda la velada tuvo que estar sentada al lado de su
acompañante, aunque no le pesaba , pues era un muchacho realmente
hermoso y no tenia ojos mas que para ella, y se comportó con ella
con la misma educación y atención y la dispenso toda clase de
atenciones, como si hubiera sido una verdadera princesa entre los
Alfar.
Cuando
la fiesta hubo terminado y ella se disponía a retirarse a su
dormitorio tras recibir las buans noches por parte de toda la
concurrencia del salon que la llamaban “gran señora”, escuchó
por casualidad una conversación entre dos de los sirvientes que
estaban hablando en un pasillo oscuro. Era evidente que se trataba de
la partida de limpieza, hacendosos en recoger y limpiar el palacio
tras la fiesta, pero a la vez que trabajaban , hablaban entre ellos…y
Dagar escuchaba atenta tras la puerta de su alcoba.
-¿Tú
puedes entender que siete amigos nuestros hayan sido mandados a
buscar a un cazador, porque por lo que parece se ha perdido en el
bosque?. Han partido de mañana con perros y monturas frescas por
orden de nuestro Señor- dijo uno de ellos.
-Sí,
lo sé -dijo el otro-, pero ellos dijeron que no iban a hacer caso.
Solo se van a ausentar un par de días para divertirse y luego
volverán diciendo que no lo han encontrado. No merece la pena buscar
a quien falta por tantas lunas, lo mas probable es que los lobos
hayan dado cuenta de el y no sea mas que carroña y huesos a estas
alturas.
-¿Cómo
podrían, además, encontrar a ese cazador? Seguramente habrá caído
ya en poder de los trolls. Desgraciadamente, éstos abundan mucho
últimamente por esta comarca -añadió un tercero. Ultimamente se
muestran mas audaces y atrevidos y no tardara el dia en que toque
darles un escarmiento para que se retiren a sus sucias moradas.
Podeis
imaginar cómo se sintió la pobre Dagar al oír esta conversación.
Tan pronto hubo subido a su alcoba, se apresuró a recoger sus
pertenencias en un hatillo que preparo para su partida. Las juntó
todas y recupero su baston de camino y salió del palacio, aunque
trado mucho en recorrer todas las estancias , tuvo que ser cuidadosa
y hacerlo tan silenciosamente y con tanto cuidado, como un gato,
Finalmente y ya muy avanzada la madrugada, salia por la misma entrada
de la cascada que ocultaba el acceso al palacio de caza de los Alfar…
Sentia que la pena le corroia el alma, pues pese a todo, habia
aprendido a apreciar al joven principe que tantas atenciones la habia
dado…pero sabia que no podia quedarse por mas tiempo.
Amanecia
ya, pero no podía quedarse tranquilamente en aquel hermoso paraje,
sabiendo que nadie iba a hacer nada por ayudar a su hermano. Podria
haber sido una princesa entre los elfos, pero no lograba olvidar que
en algun lugar, su hermano la esperaba, y que solo ella podia
encontrarle.
Con
la tiara de oro en la cabeza y vestida con el traje blanco, caminó
por debajo de los abetos altos y lúgubres. Y las avecillas que la
miraban desde lo alto, se extrañaron, pues nunca solian ver a un
hada caminando entre la espesura en el amanecer…sus bailes y
festejos solian celebrarse al salir la luna.
Muy
cerca, detrás de ella, iba apurando el paso de sus cortas piernas el
duende de la cabaña del bosque. Éste había sido muy bien recibido
por sus congeneres dentro del palacio, que le habían vestido con un
traje de terciopelo y zapatos puntiagudos. Pero, claro, cuando Dagar
abandonó el palacio, también él tuvo que dejarlo.Despidio
igualmente con pena a sus hermanos de raza y partio tras su joven
dueña, pues se debia a ella .
Toda
la jornada vago la muchacha adentrandose en el bosque, rogando porque
los elfos no la encontrasen y la obligasen a regresar, hasta que
comenzo a caer la tarde y empezo a notar la fatiga.Se hacía cada vez
más de noche y la faltaban las fuerzas. Entonces vio Dagar cómo dos
grandes y horribles cabezas de troll, que estaban tumbados en tierra,
se asomaban y sus ojos brillaban rojizos como oronjas. Parecía como
si sus manos gigantes quisieran arrastrar hacia sí todo lo que
pudieran. Eran enormes y evidentemente estaban en su terreno.
Pero
aunque casi se quedó tiesa y temblaba de miedo, no quiso volver a la
seguridad de palacio. Pensaba que de hacerlo, la encerrarian en una
jaula dorada y jamas volveria a salir de alli.
Los
trolls se acercaron cada vez más, pero de repente se pararon y
empezaron a retroceder. Parecía que hubieran visto algo detrás de
ella, algo que les asustaba. Ella nunca vio de que se trataba, pero
nosotros sabemos que el pequeño duende les asusto con una lampara de
luz elfa…tan brillante como la luz del dia.
Cuando
empezaba a amanecer la muchacha se habia alejado ya mucho de la zona
donde habia encontrado a los Troll. Dagar se sentó a descansar un
poquito y se permitio comer un buen pedazo de queso y algunos dulces
que habia tomado de la despensa del palacio. Se encontraba ya tan
alejada del territorio Alfar y tan bien escondida entre tupidas
malezas, que estaba segura de que nadie la podía encontrar y
llevarla de regreso. Asi que se tomo un tiempo para reponer fuerzas y
darse un merecido descanso.
Ahora
por fin tenía tiempo de quitarse la corona de oro, el traje blanco y
los brazaletes dorados. Eran ropas realmente explendidas, pero nada
comodas para transitar por medio de un bosque lleno de maleza y
zarzas.. asi que doblo con cuidado el vetido y guardo la tiara y las
joyas .Metió todo en su hatillo y, a continuación, se puso la ropa
vieja.Volvia a lucir como una humilde campesina, pero se sentia mas
comoda y libre para moverse con mas rapidez y soltura. En algun lugar
cerca, un duendecillo la imitaba, recuperando sus ropas humildes de
viaje, y mascando un buen pedazo de queso fresco… El viaje requiere
sacrificios…se dijo.
Tras
haber caminado hasta bien entrada la noche, se encontró con una niña
pequeña y fea al pie de un estanque.Iba muy despeinada y sucia y sus
uñas eran tan largas que mas parecia que tuviese garras en vez de
manos.No estaba segura de si se trataba de un troll o de una persona.
Pero, puesto que tenía aspecto de persona, aunque bastante
desaliñada, hizo lo que siempre hacía cuando se encontraba con
alguien, y comenzó a hablar de su hermano desaparecido pidiendo
consejo sobre la manera de dar con él. Habia un raro brillo en los
ojos de aquella nniña que la inquietaba…entonces entendio que no
era una criatura tan andrajosa como aparentaba
Mucho
preguntas para lo poco que me ofreces - dijo la pequeña desaliñada-
Quiza debiera hablarles de tu paso a los jinetes elfos que pasaron
por aquí no hace mucho. Aunque…pensandolo mejor, igual puedes
ofrecerme algo a cambio de mi silencio!
Mientras
decía esto, echó una mirada de desprecio a los harapos que llevaba
Daga, como si intuyese que poco o nada podia dar aquella muchacha…y
sin embargo estaba segura de que era a ella a quien buscaban los
elfos, aunque se le escapaba porque razon.
-¡Claro
que puedo darte algo que pague tu silencio! -dijo Daga, y sacó el
vestido que le había regalado el príncipe. – Esta pieza me es muy
preciada, es un regalo que me ha ofrecido alguien que no ha tenido
hacia mi persona mas que gestos amables y dulces, y me duele
desprenderme de este vestido como si me arrancasen un brazo. Pero
necesito seguir mi camino…
Se
notó claramente que la pequeña feúcha no había contado con algo
parecido. Mirto el vestrido con ojos desorbitados y se lo saco de un
tiron de las manos a Dagar, después, se lo puso tan rapidamente que,
la muchacha apenas pudo entender como lo habia hecho. Y finalmente
rompio en carcajadas…
-
Ya tengo lo que queria!!....¿Que me impide ahora delatarte a los
Elfos y quedarme igualmente con mi trofeo?.
Antes
de que la pobre Dagar pudiese mediar palabra para protestar, el
duende que permanecia entre las ramas escondido, hizo un gesto con su
mano, y el traje blanco empezo a estrecharse, tan aprisa que pronto
la niña fea aullaba de dolor y gemia suplicando que le quitasen el
traje.
-
No por favor!....para esto te lo suplico!....`prometo que nada dire a
los elfos de tu paso por aquí. Y ademas te respondere a cualquier
pregunta que desees hacerme. ¿Buscabas a tu hermano , no es
cierto?...Yo se donde esta…te lo dire si me ayudas a quitarme el
vestido!.
Dagar
no entendia nada de lo que estaba pasando…pero se acerco a despojar
del vestido a la niña-bruja que una vez se vio sin el vestido, se
desplomo en el suelo sin fuerzas…
¡Ha
sido el Ogro de Pico Sombrio quien lo ha raptado! -exclamó con
rabia-. ¡Y si vas allí, también te atrapara a ti!...Y me alegrare
de ello!....
Dicho
esto, se alejo refunfuñando y desaparecio entre la maleza de la
orilla del estanque.
-
El Ogro de Pico Sombrio - dijo Daga mientras reanudaba su camino con
cierto pesar por lo que habia sucedido con la niña fea del
estanque y por la ausencia de su hermano, pero ahora que sabia donde
buscar, su resolucion a encontrarle aumento y ya no pensó en otra
cosa que en cómo llegar al Pico Sombrio
Después
de haber andado durante siete semanas a lo largo de muchos senderos
que atravesaban bosques, colinas y valles, vio por fin delante de sí
una montaña , tan alta, empinada y terrible, que hasta sin preguntar
a nadie , supo que habia llegado a su destino.
Arriba,
en la cima, se veían las torres y los pináculos de un lúgubre
palacio.Penso para sus adentros que posiblemente seria la morada del
Ogro que tenia prisionero a su hermano.
Durante
tres días enteros estuvo la niña dando vueltas alrededor del pie de
la montaña para buscar un sitio por el que trepar hacia la cima.
Pero no lograba encontrar ningún camino. Toda la montaña era como
una pared lisa y resbaladiza.
La
tarde del tercer día de busqueda de un acceso, se encontró con un
pequeño y deforme enano sentado en una roca redondeada , mascando un
pedazo de carne seca..
-Buenas
tardes, querido amigo - dijo-. ¿Usted me podría enseñar algún
sitio por el que pueda subir a esta montaña?, Es necesario que
llegue a su cima, pero no encuentro por donde empezar el ascenso.
-
Sí, lo puedo hacer -dijo el enano con una risa malvada-, si me das
por la molestia de enfrentarme al Señor de Pico Sombrio dos pesados
anillos de oro - y empezó a reír de nuevo.- No esperaras que corra
un riesgo tan grande por nada…
-
Aquí los tienes - dijo la chica. Y dicho esto, metio la mano en su
hatillo y sacó los brazaletes que le había regalado el príncipe de
los Elfos.
En
ese instante acabaron las risas del enano, que se quedó tan
sorprendido como enfadado. Pero tenía que cumplir su promesa o
simplemente ya con el tesoro en su poder , escapar y dejarla alli, al
fin de cuentas, la credulidad de aquella mocosa nada tenia que ver
con el. Pero aun no hubo empezado a pensar en ello, cuando
misteriosamente los brazaletes empezaron a apretar sus muñecas con
tal fuerza que acabarian por triturar sus manos.
-
Cumple con lo prometido maldita rata de las cuevas o perderas tus
manos….dijo a las espaldas de la muchacha una voz entre los
arbustos…pero a nadie vieron, ni el enano ni la muchacha por mas
que se esforzaron en intentar averiguar quien era el que hablaba.
-
Esta bien!....protesto lloroso el enano. Prometo mostrarle donde
empieza el camino, pero por favor, liberame de estas mordazas
doradas!- Y condujo a la niña a un sitio donde había una grieta
que subía en zig-zag por toda la pared de la montaña. Tan pronto
como rebelo el camino, las pulseras de oro se aflojaron como por arte
de magia y calleron al suelo de sus manos. El enano no quiso saber de
ellas, y huyo corriendo del lugar , no sin antes gritar.
-Por
aquí se puede subir si uno es muy fuerte, ágil y resistente y no
siente vértigo con facilidad - dijo-. Pero lo más probable es que
te caigas y te rompas el cuello. Y no lo lamentare en absoluto
Con
eso siguió su camino a gran velocidad pese a sus cortas piernas,
saltando entre las peñas con tal agilidad que parecia mas una cabra
que un torpe enano.
Tan
pronto como hubo salido el sol a la mañana siguiente, empezó Dagar
a subir por la montaña. Se trataba de algo agotador, difícil y
peligroso, porque la mayoría de las veces sólo había pequeños
salientes para apoyar sus pies y sus manos. Sin embargo, había
sitios donde la grieta era más profunda e iba más en línea recta,
de forma que podía sentarse e incluso tumbarse para descansar un
poco. Con todo, sus manos estaban llenas de raspaduras y sus rodillas
en carne viva antes de alcanzar la cima.
Pero
lo peor es que si hubiera tenido un descuido, por mínimo que fuera,
se habría caído.Tuvo que tener también mucho cuidado en no mirar
hacia abajo, para evitar el vértigo.Durante tres días multiplicados
por tres continuó trepando por la montaña, hasta que por fin llegó
arriba. Agotada por el tremendo esfuerzo se tomo casi media jornada
de descanso, antes de levantarse de nuevo y emprender la marcha.
El
sendero que llegaba hasta la bastion del Ogro pasaba por entre
puntiagudas rocas y parecía como si los bloques salientes se fueran
a desprender de un momento a otro.Mientras caminaba a lo largo del
sendero dejó escapar de repente un enorme grito.
Había
visto cómo se asomaba por entre una de las rocas la cabeza de su
hermano. Estaba tremendamente delgado y debil y su cara estaba
pálida, pero se notaba que por lo menos aún estaba vivo.
Y
entonces él la vio a ella, alli en pie en medio del sendero.
-¡Huye,
huye, hermana querida! -gritó.- Vete o el te atrapara!
-No
he caminado por un bosque de cien millas y subido por una montaña
tan alta como el cielo, para escapar cuando ya estoy tan cerca de la
meta - contestó la hermana-. He venido para salvarte. Y eso voy a
hacer cueste lo que cueste!.
-No
lo puedes hacer -dijo el hermano-. Aquí solamente te espera un
horrible cautiverio. Después de que el Ogro me trajo con su magia
hasta aquí, me puso a trabajar como un esclavo forjando oro con un
martillo. Como no podía ni quería aprender, el Ogro me metió en
esta roca por arte de magia. Todo mi cuerpo está metido en la
montaña. Sólo puedo mover un poco la cabeza.
Dagar
se echó las manos a la cara y lloró amargamente, pero luego se
apresuró a llegar a la entrada de la morada del Ogro, donde un
enorme porton abierto la esperaba, camino mucho tiempo por un largo
pasillo que estaba cubierto de hojas secas y suciedad , posiblemente
nadie habia pasado por alli en mucho tiempo. Hasta que llego a una
enorme sala donde al parecer estaba el amo de aquella fortaleza.
Allí
dentro estaba el terrible Ogro, un ser enorme y deforme sentado en un
alto y dorado trono, y a su alrededor había una multitud de enanitos
martilleando y forjando sin descanso atados con solidas cadenas.
Cuando
Dagar entró y sin mediar palabra avanzo hacia el trono, todos se
quedaron tan sorprendidos, que soltaron lo que tenían en sus manos.
Esperaban que algo terrible sucediese, pero ninguno de ellos acertaba
a explicar como una chica de apariencia tan frágil habia logrado
alcanzar la cima de la montaña.
-¡Por
favor, bondadoso Señor! - dijo Dagar-. ¡No dejes a mi hermano estar
más tiempo langideciendo metido en la roca, déjale venir conmigo a
casa!. Solo nos tenemos el uno al otro
-¿Has
venido trotando desde tan lejos hasta aquí creyendo que yo lo
soltare sólo porque tú me lo pidas? –Bramo el Ogro-. Entonces
eres verdaderamente tan tonta, que debes pagar por ello. Si eres
capaz de conseguir una corona digna de un rey de auténtico oro antes
de que me dé tiempo de contar hasta tres, podréis tú y tu hermano
salir de aquí en paz. Pero, si no lo puedes hacer, te lanzaré tan
alto que no se te verá, y luego te dejaré caer exactamente frente a
las narices de tu hermano.
Cuando
el Ogro acabó de decir estas palabras empezaron a reírse con tales
carcajadas él y los enanitos, que podría haberse metido por sus
abominable boca la mitad de un buey. Y lanzo una mirada de desprecio
a la pobre muchacha tan gelida que ella penso que podria quedarse
alli petrificada de puro miedo
Luego
empezó a contar, pero no le dio tiempo más de llegar hasta dos,
porque Dagar ya había sacado la Tiara dorada del hatillo y la había
tirado encima de su mano negra, que tenía garras en lugar de dedos.
El Ogro abrio los ojos como platos, pero parecio complacido con la
ofrenda, y sin pensarlo dos veces , se la puso sobre su enorme
cabezota.
Entonces
una vez mas, el duendecillo chasqueo los dedos, estaba oculto tras
una columna, y la tiara empezo a quemarle como un brasero en las
sienes, pero por mas que aullaba de dolor, no lograba sacarsela de la
cabeza.
-
Dejaras partir al muchacho y a su hermana, y a todos estos
desdichados que mantienes cautivos, si no quieres arder como un viejo
tronco podrido!- Anuncio un eco desde algun lugar de la sala, aunque
nadie pudo ver de donde procedia.
-Esta
bien!....los dejare partir…tienes mi palabra!. Pero deten esta
tortura!.
Pero
el Ogro tuvo que cumplir su palabra, a pesar de su furia y salir a
grandes zancadas de su bastion para liberar con su magia al muchacho,
y tambien con pesar y rabia, a todos los enanos, y pronto estuvieron
Dagr y Dagar abrazados y riendo felices por el encuentro. Solo
entonces, la tiara dejo de quemar.
El
Ogro quedo tan dañado por la terrible experiencia que nada hizo para
vengarse y los dos hermanos descendieron no sin esfuerzo hacia el
valle.
Entretanto,
el príncipe de los Elfos no había podido olvidar a la chica del
bosque. Habia estado buscandola con todo su sequito sin éxito
durante muchos dias con sus noches.
Al
fin se enteró por la doncella que había acompañado a Dagar a su
dormitorio, de la conversación que ella había escuchado
casualmente, y entonces comprendió por qué se había marchado.Los
sirvientes mentirosos fueron severamente castigados, y luego salió
él mismo en busca de Dagar. Con un ejercito de rastreadores que
buscaron hasta en el mas pequeño de los rincones de los bosques y
los valles.
Cuando
por fin la encontró, hacía ya mucho tiempo que ella y su hermano
habían llegado a su vieja cabaña del bosque. Alli ambos llevaban
una vida sencilla de campesino, pues aunque los tesoros elfitos que
guardaba ella , podrian haberles hecho vivir con holgura, ella decia
que no podia deshacerse de ellos, pues su “magia” le habia
salvado la vida.
Y
ya no podía Dagar continuar negándose, cuando el príncipe le pidió
de nuevo que accediera a ser su esposa. Ella a su manera habia
empezado a sentir un gran afecto por aquel muchacho, asi que acepto
dichosa.Por supuesto el joven principe , se enteró de la hermana tan
fiel y valiente que era, y de todo lo que había hecho para liberar a
su hermano. Y este pronto destaco como un valiente general entre los
Elfos, tan habil con el arco, como el mejor de los tiradores.
Y
fueron muy felices a partir de ese dia, incluso las cabritas
encontraron un amplio praderio donde pastar a sus anchas el resto de
sus dias. En cuanto a cierto duendecillo servicial, se dice que
siguió a su dueña al palacio…aunque por modestia de clase jamas
rebelo que fue el , quien doto de magia a las prendas elficas. Se
dice que acabo sus dias en una biblioteca, estudiando artes y
conjuros tan antiguos, que se dice que su descendencia esta entre los
mas poderosos duendes que pueblan aun la faz de la tierra..