El viejo zorro en el corral . Leyenda tradicional .
Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 23 de febrero de 2020 5:50
Hay
muchas viejas leyendas en el antiguo norte, que estan llenas de
sabiduria, de ese tipo de conocimiento que aportan tan solo los años,
y que , llegado un momento, uno se da cuenta de que no puede
guardarse solo para si mismo, sobre todo cuando se ha tardado tanto
en saber, y luego te das cuenta de que cuando ya no estes, todo lo
aprendido se habra perdido.
Es
por eso, que los ancianos suelen contar historias a los mas jovenes
al calor del fuego , y si estas atento, puedes llegar a aprender
sabias enseñanzas que bien merece la pena guardar como un tesoro.
La
historia que voy a contar es muy antigua y tambien muy popular, se
cuenta con pequeños cambios, en buena parte de europa, desde la fria y lejana rusia, hasta los pueblos de las tierras nordicas o alemania.
Nuestra
historia comienza en un bosque, donde al anochecer, deambula un
zorro. Ya ha dejado atrás su juventud, sus piernas ya no son tan
veloces como solian serlo antes, y su pelaje antes de un tono rojizo,
ahora esta deslucido y se acerca al marron con algunas canas.
Y
sin embargo, como todos los zorros, siente el azote del hambre, y
pese a que sabe que ya no es el habil cazador que era, ha de
ingeniarselas para buscar alimento.
Y
lo peor de hacerse viejo en el bosque es que, conejos y liebres ya no
son una opcion, mucho mas agiles que el viejo zorro, no harian sino
meguar sus energias en inutiles intentos de darles caza...asi que el
viejo zorro ha de hacer de tripas corazon y descender al valle, e
intentar colarse en las granjas de los humanos, a ver si con un poco
de suerte puede robar una gallina y darse con ella un festin que
calme su hambre.
Acercarse
con sigilo al corral no es tarea facil, requiere paciencia y calma,
pero al viejo zorro eso, precisamente no le falta, ha aprendido a
esperar en silencio, a atacar o moverse solo cuando el momento es
propicio. El zorro viejo huele siempre la trampa..asi que le toca ser prudente.
Todo
esta en silencio, asi que el zorro se desliza a hurtadillas y busca
un lugar por donde colarse en el corral, despacio, da una vuelta
completa al corral buscando alguna tabla mal encajada, algun agujero
o hueco por donde colarse, pero es en vano, salvo la puerta, cerrada
como era de esperar, no ve acceso posible al corral.
Pero
sucede que sabe mas el zorro por viejo que por zorro, los años le
han dado experiencia, aunque le han robado gran parte de su antigua
agilidad... Subir de un salto al tejado, hubiese sido un juego de
niños años atrás, sin embargo, ahora lo habia conseguido a duras
penas...
Y
finalmente, le sonrie la suerte, hay un hueco entre unas maderas mal
encajadas por podridas , sera muy justo para entrar y tendra que hacer no pocos
esfuerzos para colarse, apretando los dientes y aguantando el dolor
de la presion de la madera contra sus costillas , mientras forcejea
para entrar....pero finalmente, consigue colarse y saltar
directamente sobre la paja amontonada en el suelo del corral que
amortigua su caida.
Pero
la suerte es caprichosa y, por segunda vez, no esta de su parte, antes de que pueda acercarse a una
sola de las gallinas que dormitan en una esquina del corral, se da
cuenta de la presencia de un perro guardian... y para su desgracia, se
ha despertado , aunque curiosamente, no parece haber percibido mas
que unos ruidos y no parece haberse dado cuenta de su presencia entre
las pajas.
El
zorro se acurruca entre la paja, el olor a orin y excrementos de
gallina, es ahora una ventaja, pues camufla en gran parte su propio
olor, pero igualmente, esta en un apuro. Obviamente, no va a llevarse
ninguna ave del corral, y tampoco sabe como va a igeniarselas para
salir de alli, sin que el perro guardian de la alarma... la situacion
no puede ser menos desafortunada y comprometida para el en ese
momento.
El
perro se mueve despacio, husmea aquí y alla, pero no parece haberse
dado cuenta de su presencia.... es entonces, cuando , ironias de la
vida y del destino, el zorro se da cuenta de lo que sucede, cuando
puede observar al perro mas de cerca.
Como
el mismo, el pobre animal ha visto dias mejores, es un perro viejo y
cansado, posiblemente tiene problemas de vision, pues malamente se
mueve y husmea en un reducido espacio a su alrededor... pero
igualmente, por viejo que sea, sus ladridos despertaran a todo el
gallinero, y el revuelo despertara tambien al granjero... la
situacion es pues delicada, y el viejo zorro sabe que no sera la
velocidad o la agilidad de la juventud la que le saque de tal apuro,
sino los años de experiencia vividos... quiza la opcion mas prudente
sea la de tratar de entablar una tregua entre veteranos... hacer ver
al viejo perro las ventajas de negociar una salida favorable a los
dos...
Da
la caza por perdida esa noche, pero aun viejo y cansado, el zorro
valora su propio pellejo, y cree que el pobre perro , tan viejo y
cansado como el mismo, hara otro tanto con su propia vida...
- Se que sabes que estoy aquí...aunque tus viejos ojos no te permitan verme, viejo guardian. - Susurra el zorro lo suficientemente alto para que el perro pueda oirle.
- Asi es... - Responde el perro en un tono igualmente calmado y suave – Apenas percibo tu olor... y sin embargo se, que no eres un zorro joven y fuerte, de haberlo sido, no hubieses dudado en atacar igualmente a las gallinas, sabiendome viejo, medio ciego y cansado. Una sola te bastaria para el festin, y luego podrias huir sin muchos problemas antes de que mis ladridos despertasen a mi amo.
- Creo que empezamos a entendernos- Replica el zorro – Como bien dices, ya he dejado atrás mis años mozos, aunque creo estar aun en condiciones de despachar una gallina o dos antes de que lograses siquiera llegar a rozarme. Y sin embargo, he de admitir que me costaria esfuerzo la tarea, y que tras la caza, y la ronda intentando burlarte, estaria tan agotado, que posiblemente seria presa facil de los lebreles del granjero...porque estoy seguro que los hay!.
- Dices bien, y son canes rapidos y jovenes, no tardarian en darte caza y roer tus huesos! - Respondio el perro con cierta parsimonia, como si certificar lo que el zorro suponia le pareciese una perdida de tiempo – Y sin embargo, matar unas cuantas gallinas de nada te serviria, pues no tendrias tiempo de devorarlas, ni lograrias ser lo suficientemente rapido para escapar con tu cena. No voy a hecharme flores...mi merito no pasaria mucho mas alla de dar la alarma con mis ladridos... Pero puedes dar por seguro que los perros de caza del granjero harian el resto sin esfuerzo...con un rastro de sangre fresca, y siendo tu un zorro que ya no puede correr tan aprisa como seria deseable en tales trances, puedes adivinar cual seria el final de tu aventura de esta noche.
- Cierto es que poca hambre iba a saciar en el gallinero, con tiempo para poco mas de dos o tres bocados, antes de tener que darme a la fuga...Pero perder una o mas gallinas no hara precisamente feliz al granjero!, si aun te alimenta y mantiene vivo tu pellejo, es porque cuenta con que aun le sirvas para dar la alarma y evitar precisamente lo que acabas de narrar. Es posible que tus ladridos despertasen a todo el gallinero y a tu amo... pero piensa en lo que te he dicho y sopesa tus opciones... conque logre matar o malherir a una sola de las gallinas, tu amo montara en colera y la descargara sobre ti , moliendote a palos en el mejor de los casos. Es bien probable que yo perdiese la vida en este lance...pero...¿¿puedes apostar con seguridad que tu no perderias tambien la tuya??.
Asi,
zorro y perro guardaron un momento de silencio, cada uno, sopesando
la verdad en las palabras del otro. Dicen que es en las situaciones
de apuro, cuando ambas partes pueden perder y las acciones
imprudentes acarrean graves riesgos y cuantiosas perdidas, cuando se
impone aprender la virtud de pactar y declarar la batalla en tablas,
ambas partes han de saber ceder, para encontrar una solucion al
conflicto ventajosa para ambas partes.
- Propongo por mi parte – Empezo a ceder el zorro – retirarme sin hacer ningun daño a las gallinas, con eso, salvas tu, tu dignidad como guardian y yo mi pellejo.... aunque eso me deje en peor condicion que cuando he llegado, pues seguire famelico y cada vez con menos fuerzas.
- Generoso por tu parte – Concedio el perro - Puedo dejarte marchar sin mas, y hacer como que esta noche aquí no ha sucedido nada, pero nada me garantiza que no vuelvas a intentarlo en otra mejor ocasión.
- Es de necios tentar a la suerte por segunda vez, donde la primera vez ya te fue esquiva – Rezongo el zorro – Por mi parte, he entendido que nada se me ha perdido en este corral, asi que si me ofreces una contrapartida para saciar mi hambre, quiza pueda yo agudizar mi ingenio y ofrecerte a ti la oportunidad de medrar el aprecio de tu amo y hacerle ver que aun te ganas el sustento que te da.
El
perro volvio a tenderse en el suelo, y medito un instante la oferta
del zorro, a fin de cuentas, toda su labor estaba dentro del corral, si
ofrecia al zorro una oportunidad de saciar su hambre que no le
comprometiese a el, podria obtener una buena ventaja a cambio. Un
trato justo y mas que ventajoso para ambas partes.
- Sea pues!!- Sentencio el perro- No sera el mejor de los bocados, pero si no le haces ascos, mi amo ha enterrado hace un par de dias un becerro que enfermo tras comer malas hierbas y murio en el establo... lo encontraras si aun mantienes un olfato firme al final de la valla de la granja, justo en frente de un gran roble al pie del rio. Quiza no sea la carne mas fresca que has probado, pero sera mas que suficiente para saciar tu hambre, y ni siquiera tendras que hacer el esfuerzo de cazarla.
- Bien esta!! - Dijo conforme el zorro – Te sugiero que, en llegando el dia, cuando tu amo se presente a dar la pitanza a las gallinas, le hagas notar con tus ladridos el agujero que hay en esta esquina del corral, justo sobre la paja donde estoy tumbado... Hazle ver, aun sin nombrarme, que por donde ha entrado un zorro viejo, podria entrar uno joven... y hazle ver que la paja podrida y maloliente facilita que un adversario astuto pueda camuflar facilmente su propio olor.
Asi
se sello el pacto...el perro se quedo tendido, tranquilo , esperando
a que el zorro lograse, no sin cierto esfuerzo escabullirse por el
agujero del tejado, perdiendose en la noche, antes de volver a
dormitar de nuevo con la seguridad de haber salvado los papeles , no
solo esa noche, sino quizas por el resto de noches de su ya corta
existencia.
En
cuanto al zorro.... dicen que a grandes hambres, no existe el pan
duro, asi que hubo de conformarse con saciarse de carroña, abundante
y suficiente para esconder los restos para otro dia. El ingenio le
habia salvado esa noche, y el zorro aprendio, que la necesidad
despierta nuevas y insospechadas habilidades.
Hacerse
viejo , medito el zorro, no es solo haber vivido una noche mas, y
aumentar asi la cuenta de los dias, es haber aprendido a adaptarse a
las circunstancias, a sobrevivir a ellas, y medrar en experiencia y
sabiduria con cada lance de la vida, o precisamente pese a ellos...
Hacerse viejo , concluyo es aprender de cada triunfo y cada error...
y llamar a eso experiencia.