El lobo ingrato y el cuervo: Fabula tradicional alemana:

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 8 de enero de 2017 12:20

Un fiero y tremendamente arrogante lobo estaba, en cierta ocasión tumbado bajo un arbol en un frondoso bosque en las tierras del norte, se estaba dando un buen festin, devorando una deliciosa liebre, la ultima presa que acababa de cazar.
Tenía tanta hambre y era tan gloton,que empezo a comer a toda prisa, temiendo que otro lobo mas fuerte le arrebatase la comida. Comia con tanta ansia, que sin darse cuenta metió demasiada carne de un solo bocado en la boca y se atragantó con un fino hueso que se le clavo en la garganta.
Empezó a saltar aullando de dolor, a dar vueltas sobre si mismo, a toser y a tener arcadas, pero fue incapaz de vomitar el pedazo de hueso… Era imposible sacarlo de donde se habia quedado clavado: el hueso estaba encajado en su garganta y no podía quitárselo de ninguna manera por mas aspavientos que hacia. Incluso probó a meter su propia zarpa dentro de la boca, pero sólo consiguió hacerse heridas al hurgar con las uñas y se le irritó el paladar todavia mas.

¡Estaba agobiadísimo y el dolor era cada vez mas intenso! Casi no podía tragar y hasta respirar empezaba a costarle y el dolor era insoportable cuanto mas se movia y meneaba de un lado a otro su cabeza ¿Qué podía hacer…?
Un cuervo negro como la noche estaba posado en su atalaya en una rama, y le miraba desde hacia un buen rato desde lo alto de un árbol. Viendo que el lobo estaba desesperado y hacia unos movimientos rarisimos , decidio descender volando y posandose a cierta distancia ,se interesó por él.
¿Qué te pasa, lobo? ¡No haces más que quejarte y emitir gruñidos!
Lo estoy pasando muy mal cuervo. Tengo un hueso clavado en la garganta y casi no puedo respirar, cada vez se esta clavando mas y no soporto el dolor. ¡No sé cómo sacármelo!
Yo podría librarte de ese hueso que te causa tanta angustia lobo, porque tengo un pico largo y cierta habilidad para llegar a sitios dificiles con el, pero hay un problema para prestarte mi ayuda y es que, siendo yo un cuervo y tu un lobo cazador, no confio en ti… ¡Tengo miedo de que me comas!
El lobo nego con la cabeza,por primera vez en todo el angustioso rato que llevaba sufriendo, se sintio esperanzado, asi que comenzó a suplicar al cuervo que le prestase ayuda. ¡Incluso agacho su cabeza y prometio no atacarle, algo que por fuerza hubo de ser muy humillante para un animal tan fuerte y orgulloso como el era!.
¡Te ruego que me ayudes, de lo contrario me morire de hambre al no poder comer! ¡Prometo no hacerte daño! Soy un animal salvaje y temido por todos, pero siempre cumplo lo que he prometido, no te hare daño alguno. ¡te doy mi palabra de señor de este bosque!.
El cuervo no podía ocultar su nerviosismo y se lo penso con cierta calma, golpeando con su pata el suelo. ¿Sería seguro fiarse del lobo que tantos animalitos habia devorado sin pensarselo dos veces…?  No lo tenía nada claro y se quedó pensativo decidiendo qué hacer, para desesperacion del lobo, que no podia hacer otra cosa que mostrarse sumiso para intentar comvencerle. El lobo estaba realmente mal, y el cuervo seguia sin decidirse, mientras el enorme lobo, gemía y lloraba como un cachorro. El cuervo, que comprendio que ni siquiera la peor de las alimañas merecia morir de hambre, miro al lobo y se acerco poco a poco, aunque le costaba confiar en un animal tan peligroso, al final cedió.
¡Está bien lobo, voy a ayudarte! Confiaré en ti, aunque solo sea por esta unica vez. Túmbate boca arriba y abre la boca todo lo que puedas. Y por lo que mas quieras....no solo por mi...quedate quieto...muy quieto.
El lobo se acostó mirando al cielo con la boca abierta, y el cuervo despacio, y con cuidado, colocó un palo sujetando sus enormes mandíbulas para que no pudiese cerrarlas. Y ya con todo dispuesto, se dispuso a retirar el hueso.
Y ahora, no te muevas, ten calma y todo sera cuestion de minutos. Esta operación es muy delicada, pues he de tener cuidado para retirar el hueso en un solo tiron rapido, y, si no sale bien porque te has movido, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Obedeciendo la orden del cuervo, el lobo se quedó muy quieto, a fin de cuentas, ¿¿que otra opcion tenia?? y asi el ave metió e la cabeza dentro de su garganta y asi se quedo buscando el hueso. Le costó un rato pero, afortunadamente, consiguió localizar la astilla de hueso clavada y pillarla con su pico, y de un solo tiron, la extrajo con mucha maña. Después, retiró el palo que mantenía abierta la boca del lobo con su pata y a toda velocidad, por si acaso, voló lejos del animal, que rugio del dolor al retirarle el hueso, asi que el cuervo se apresuro a escapar de su alcance y a refugiarse en su nido.

Pasado un tiempo, el cuervo volvió a volar a los dominios del lobo y le encontró muy concentrado, tumbado exactamente bajo el mismo arbol de la ultima vez, devorando otro gran pedazo de carne, por lo visto, algun animal con poca suerte, habia vuelto a servirle de merienda. Se posó cuidadosamente sobre una rama alta cerca de el y llamó con un graznido la atención del lobo
Hola, amigo lobo!… ¿Qué tal te encuentras?
Como ves, me encuentro muy bien y en plena forma, estoy perfectamente recuperado.
Te diré una cosa , y que quede asi entre nosotros dos… El otro día, te salve la vida y ni siquiera me diste las gracias por el favor que te hice. No es por nada, no pretendo ser aprovechado ni vanidoso, pero creo que además de tu reconocimiento, me merezco un premio por mi trabajo. ¿No te parece?
¿Un premio dices? ¡Deberías estarme mas que agradecido porque te perdoné la vida! ¡Eso sí que es un buen premio para ti!... Seguro que el pato que estoy merendando hubiese aceptado mucho menos... un segundo o dos de ventaja le hubiesen parecido un premio muy generoso!
El lobo, después de soltar estas palabras con un tono bastante descortés, gruño y miro con desprecio al cuervo, como diciendole que se apartase de su vista, y sin mas, siguió a lo suyo,olvidando al cuervo que le había salvado la vida.
El cuervo se alejo , pensando en que de desagradecidos esta el bosque lleno, pero que tarde o temprano, le haria pagar al lobo su desprecio.
¿Ah, sí, esa es toda la gratitud que merezco? ¿Eso crees despues de que me jugase la vida por ti? Eres un desagradecido y el tiempo te hara pagar tu desprecio, tarde o temprano, sucedera algo que me dará la razón. Quizá algún día, quién sabe cuándo, vuelva a suceder algo que te ponga en un serio apuro y te aseguro que no vendré a ayudarte. Entonces valorarás todo lo que hice por ti y ya sera tarde. ¡Recuerda lo que te digo, lobo ingrato!
Y sin decir nada más, el cuervo volo lejos, pero se cuido mucho de contar lo sucedido a cuantos animales quisieron escucharle... Y con el tiempo, sucedió que llegaron al bosque los cazadores humanos, y todos los animales del bosque lo notaron pronto, pues la voz corrio de un lado al otro del bosque, y todos huyeron en busca de refugio...solo el lobo, dormido bajo su arbol con la panza llena, no recibio aviso alguno... y cuando quiso darse cuenta del peligro, tenia encima a todos los cazadores y una jauria de perros tras de el...
Quiza con suerte, escapo por los pelos... queramos creer que si, y quiza tambien, aprendio una valiosa leccion, la gratitud es un bien muy preciado, y es la primera piedra que construye la mejor de las fortalezas... pues como bien dice un refran de las tierras del norte :

Quien sabe mostrarse agradecido, tiene mil amigos... y quien tiene amigos, tiene a su lado la mejor de las defensas”.

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