LA PEQUEÑA TROLL Y LA NOCHE DE SAMHAIN:
Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 27 de octubre de 2019 12:24
Todos
conocemos la tradicion de Samhain , la noche del 31 de Octubre, ya
he narrado muchas historias acerca de la noche de los ancestros, y de
lamparas de calabaza.... esas historias las conocemos todos, asi que
hoy voy a hablaros de una tradicion menos conocida, y de lo que le
sucedió a una pequeña, miembro de los pueblos ocultos del bosque,
en el reino de los duendes, los trolls y las hadas.
De
todos es sabido que los trolls no se dejan ver casi nunca, dicen que
la luz del sol les hace daño y les transforma en piedra, asi que ,
durante el dia, los humanos son libres de transitar por los bosques y
montañas, si mas riesgo que el de perderse o si acaso, tener
precaucion de no molestar a alguna alimaña.
Pero
todo cambia al caer la noche, según las tradiciones de los pueblos
celtas y germanos, cuando sale la luna, los bosques y montañas
cambian, y es entonces cuando las criaturas que raramente vemos por
el dia salen y las gentes dicen, que en las noches suceden cosas muy,
muy raras.
Dicen
que en las cuevas y montañas habitan los trolls, una raza muy
antigua y de costumbres extrañas. Algunos dicen que son tan antiguos
como las montañas en las que se esconden y que ya estaban ahi, mucho
antes de que los primeros hombres llegaran.
Como
toda criatura , entre los trolls los hay imensamente viejos, otros
son mas adultos y han visto llegar a los humanos, y algunos son muy
jovencitos, solo han visto crecer algun bosque al pie de las
montañas.
Esta
es la historia de una jovencita troll, apenas contaba con unos 200
años de nada, ya se que a ojos de los humanos nos parece una
barbaridad de tiempo, pero en la cuenta de la vida de un troll, eso
es apenas ser un niño inocente, que aun tiene mucho que aprender y
de muchas cosas, aun no sabe nada de nada.
La
pequeña troll salio como todas las noches al valle , a jugar bajo la
luz de la luna, pero esa noche, habia algo especial, una palabra que
todas sus hermanas mayores repetian como un cuchicheo, “se acerca
el samhain”, pero a ella, por ser la mas pequeña, nadie le
explicaba nada.
Es
un fastidio a veces ser la mas peque de la familia, eso sucede entre
los trolls y tambien entre los humanos, los mayores creen que por ser
pequeño, no entiendes nada de nada, asi que no se molestan en
contarte cosas, “cuando crezcas lo entenderas”, repiten una y
otra vez, y con la pequeña troll no fue distinto, sus hermanas
mayores guardaron el secreto , un poco porque era la mas pequeña,
otro poco, por chincharla...en todo caso, a la pequeña troll, nadie
le contaba nada de nada.
Antes
de que empezase a amanecer, regreso con todos a la gran cueva, un
poco fastidiada “ya vereis como me entero de todo yo solita”,
pensaba, “solo he de esperar a la noche de mañana”.
Muchos
piensan que los trolls duermen durante el dia en el interior de sus
cuevas, pero eso no es del todo cierto, como todas las criaturas,
reposan cuando lo necesitan, pero lejos de la luz del sol, en su
comunidad bajo tierra, la vida de los trolls es bastante animada.
Asi
que la pequeña troll, acudio a la escuela con los demas pequeños, y
ayudo a mama troll con algunas cosas de la casa, pero en su cabecita
bullia la idea de su expedicion nocturna, y hubo de morderse los
labios y no hacer ninguna pregunta indiscreta que la delatase, ahora
era mejor que los adultos no supiesen nada.
Y
asi cuando cayo la noche, salio como una mas a jugar al gran bosque,
y espero a que todos los troll empezasen su jolgorio y la cosa
estuviese bien animada, para escabullirse despacito, sin hacer ruido,
entre tanto alboroto y bailoteo, nadie la hecharia en falta.
A
veces, ser pequeña puede ser una ventaja tambien, los mas adultos se
despreocupan y hablan de sus cosas, pensando que los niños no van a
entender nada de nada, pero la pequeña troll habia aprendido a
escuchar callada, asi algunas cositas de lo que comentaban sus
hermanas si las habia entendido... “lo que sea el samjain ese, sera
en el valle esta noche, cerca de la aldea humana!”.
La
pequeña troll llego corriendo casi hasta el final del bosque, y
entonces vio un monton de luces tintineantes en el valle, avanzando
hacia donde ella estaba!. No podia avanzar mucho mas, el valle era
terreno abierto, y la ultima cueva oscura quedaba demasiado lejos del
valle... no tendria tiempo de regresar si el alba le sorprendia fuera y lejos de casa!.
Asi
que se quedo alli quieta, al pie de la entrada de la pequeña cueva,
mientras vio como la larga hilera de luces , poco a poco se le
acercaba.
“Es
hora de la magia troll”, penso la pequeña... “no se que son esas
luces, aunque no creo que sean malas”....
Pero
era mejor quedarse quieta, muy quieta, observando , ahora podia verlo
con claridad, la hilera de luces no era otra cosa, que una larga
cadena de seres portando antorchas, por su apariencia, aunque nunca
habia visto a uno antes, supo que eran de la raza humana.
“Quieta
e inmovil como la roca, silenciosa sin ser notada, vigilante como el
viejo roble, que conoce todo , lo observa todo...pero nunca dice
nada”.
El
antiguo conjuro de magia troll hizo su efecto, noto como aparecia una
suave capa de musgo cubriendo sus espaldas, y asi, tumbada en el
suelo se quedo , como una roca mas al pie de la cueva, observando a
su alrrededor con sus ojitos bien abiertos, pero silenciosa y bien
oculta, para no ser descubierta ni notada.
Vio
a los humanos, los habia de todas las estaturas y distintas
apariencias, machos y hembras, algunos parecian adultos, otros mas
jovenes, incluso algunos caminaban con dificultad apoyandose en
largas varas de madera “esos deben de ser los venerados ancianos de
la especie humana”. Pero lo que mas le llamo la atencion de la
larga hilera eran los seres de apariencia mas pequeña, los que
intuyo que eran los cachorros humanos, parecian tan fragiles y sin
embargo, tan vitales y curiosos como ella misma lo era!...Que curiosa
especie la humana!.
Todos
portaban cestos con ofrendas de frutos variados , y mientras se
acercaban al claro a la entrada de la cueva, justo al pie del gran
bosque, danzaban y cantaban.
Un
cachorrillo hembra humano, paso tan cerca de la pequeña troll, que
ella hubiese podido incluso tocarla... poso en el suelo una pequeña
cantidad de nueces y castañas y dijo con una sonrisa “para
vosotros, hermanos del bosque, para la gente de los pueblos ocultos,
para los duendes, los trolls, los elfos y las hadas!”-
Y
tras dejar los frutos alli, se marcho correteando a reunirse con el
resto de los humanos, que a la luz de las antorchas, formando un
circulo, cogidos de las manos, cantaban y danzaban.
La
pequeña troll seguia alli, mirando con asombro todo... ¿de verdad
aquellos frutos eran para ella ?. “si ni siquiera me ha visto “
penso... y asi, tan pronto como la fiesta comenzo, tras unas horas de festejo,los humanos se
retiraron en una larga hilera de luz hacia la aldea, dejando en el
claro un rastro de ofrendas, a excasas horas de rayar el alba.
La
pequeña troll solo tomo unos pocos frutos para el camino, tenia que
darse prisa para alcanzar el gran tunel hacia la gran madriguera
troll antes de que llegase el alba. Y por fortuna, lo consigio,
aunque llego molida y exausta de tanto correr y esconderse entre las
sombras, para que la luz del dia no la alcanzara. Pero estaba feliz
por su aventura, y tenia una sonrisa de oreja a oreja en su cara.
Al
anochecer del dia siguiente, muchos adultos troll partieron a los
lindes del bosque, y regresaron cargados de alimentos, muchas de sus
hermanas estaban extrañadas. ahora no sabian tanto como la pequeña troll, de como la fiesta
que se monto despues se habia organizado tan aprisa, ni de donde
venian algunos alimentos que nunca habian visto antes, solo se
limitaron a disfrutar de un mejunje salado que los humanos llamaban
manteca , de un alimento crujiente que llamaban tortas
de pan, y lo que mas gusto a la pequeña troll, una golosina blandita
llamada queso.
Aquella
noche en el banquete, la gran anciana espero a que se hiciera el
silencio, y la pequeña troll encontro las respuestas que estaba
esperando. Los humanos creian que en la noche de samhain, el velo de
sombras se hacia mas tenue y les acercaba mas al universo magico. Por
esa razon, dejaban ofrendas en el linde del bosque, para congraciarse
con todos los seres elementales y todas las criaturas de la noche .
La
gran anciana revelo que los humanos creian que esa noche era posible
entablar contacto no solo con sus ancestros ya desaparecidos, sino
con todos los pueblos magicos, los humanos creen que en tiempo de
Samhain las hadas y los elfos, buscan consortes humanos, y que las
fuerzas elementales como el pueblo de los trolls pueden ser
conjurados.
“Nos
piden favor por un favor”, declaro la anciana, “que vigilemos la
paz en las montañas, el cauce de los rios y los lindes de los
bosques sagrados, a cambio nos ofrecen estos alimentos , no me
parece un mal trato!”. "Aceptamos nuestra parte en las ofrendas... vigilaremos que el cauce del rio siempre fluya libre...despejaremos en las montañas los pasos!"
Y
asi fue, como la pequeña troll aprendio que aquellas fragiles
criaturas de piel rosada , aun sin casi conocerles, les respetaban y
como no representaban molestia alguna para el pueblo troll y las
criaturas de la noche, ellos tanbien merecian ser respetados...
Y
asi fue, asi sigue siendo el trato, hoy la pequeña troll , es ya la
gran madre del pie de la montaña, de ese acuerdo no escrito, han
pasado miles de años... los pueblos ocultos velan por nosotros, y
nosotros les seguimos recordando, en cada turno de estacion... en una
rueda sin fin, año tras año.
muero de amor