UN BARRIL DE CERVEZA INAGOTABLE

Publicado por HEATHENPRIDE , viernes, 21 de mayo de 2010 3:05


En una granja, no muy lejos de Roskilde vivía un hombre. Se llamaba Bjorn Ormson. Detrás de su casa había una verde colina que, aparentemente, no tenía nada especial. Pero la gente que pasaba cerca de ella oía a veces golpes muy fuertes. Bjorn había oído hablar muchas veces de los Thusser, los pueblos subterráneos, pero como todo hombre sensato, nunca había mostrado mucho interés en averiguar que había de cierto en tales historias , su trabajo le tenia suficientemente ocupado.

-La montaña gruñe y gime- decían sus asustados vecinos, pero Bjorn, decía que, nada malo había hecho para enojar a los que habitaban bajo la montaña, así que, nada malo tenia que temer de ellos.

Pero pocos vecinos pasaban por la colina cerca de la casa de nuestro hombre, y si lo hacían se iban lo más deprisa posible, ¡porque nunca se sabe que hay que temer de los ocultos! Pero ignoraban que en la colina vivían unos seres muy antiguos y muy trabajadores: los Trolls de la montaña, que durante el día, con pequeñas linternas, extraían la piedra y minerales de la montaña.

Ni siquiera el buen bondi Bjorn sabía nada de sus vecinos Troll y nunca les había visto. Hay que precisar que los Troll jamás salían durante el día , pues la luz del sol los transforma en rocas y los humanos jamás salían por la noche: ¡sobre todo en semejante lugar y con la de historias que se cuentan! Un hombre honrado duerme por la noche y no se dedica a pasear por las colinas, y mucho menos después de una jornada agotadora de duro trabajo en la granja y los campos. .


Un dia, el ruido en la colina fue especialmente fuerte. Los Trolls celebraban una boda,pues contrariamente a lo que se cree, aunque toscos y bastante primitivos, también son civilizados y tienen sus festejos como toda comunidad.. Se casaba la hija del jefe del clan y, naturalmente, como en todas las bodas, bebieron mucho y comieron hasta hartarse. Pero hacia medianoche se dieron cuenta de que se les había acabado la cerveza. Miraron de nuevo los barriles, pero estaban vacíos. ¿Qué hacer? Todavía era un poco pronto para terminar la fiesta. Ademas, un buen anfitrión, no deja a sus invitados a medias, así, que el jefe lo hablo en secreto con sus hijos en la cocina de la gran cueva, donde ni los invitados ni la feliz pareja pudiesen oír nada.

-Intentaré solucionarlo-dijo el Troll mas joven y se dirigió hacia la granja más cercana.

Los habitantes del Boer dormían y todo estaba oscuro y en silencio, salvo algún ruido en los establos.. Pero el Troll no dudó mucho rato y llamó ligeramente a la primera puerta Por casualidad era la habitación donde dormía Bjorn y su esposa.. Cuando éste oyó el ruido, saltó de la cama, abrió la puerta y exclamó un poco furioso por haberle interrumpido el sueño:

-¿Quién es?¿A quién llevan las sombras del Hell tan tarde en la noche?

-No te enfades, buen Bjorn, solo espero no haber despertado a tu buena esposa . Me he permitido despertarte porque celebramos una boda y nos hemos quedado sin cerveza- explicó amablemente el Troll-. ¿No podrías prestarme un barril de cerveza? Te lo devolveré inmediatamente después de la boda. Y tienes mi palabra de que cumpliré presto mi promesa y no te lamentaras del favor.

-Pero ¿quién eres? ¿Y dónde vives?- preguntó el campesino, todavía un poco adormilado.

-Soy tu vecino, el Troll de la montaña, y vivo en la colina verde que está detrás de tu casa. Llevamos viviendo en la colina incontables generaciones, aunque nunca nos hemos cruzado.

-¡Muy bien! Me alegro mucho de poder conocer a mi vecino. Pero estoy seguro de que si no hubieras necesitado cerveza para el festejo, nunca hubiera tenido la posibilidad de verte. Ve a mi bodega y coge el barril que necesites- dijo amablemente Bjorn, luego bostezó y volvió a acostarse.

El Ttroll eligió en la bodega un barril de cerveza y lo llevó a los invitados. Y la alegre fiesta continuó hasta el alba, donde todos se acostaron a descansar de la juerga.

Unos días más tarde, a medianoche, el Troll egreso al Boer y llamó de nuevo a la puerta.

-Soy yo, tu vecino, el Troll de la montaña. Te traigo el barril de cerveza que me prestaste hace unos días, buena cerveza amigo!!, la hemos disfrutado. Lo he metido directamente en la bodega. Muchas gracias, mi clan y en especial mi padre te esta muy agradecido.

-Bueno, bueno- dijo Bjonr frotándose los ojos somnoliento bostezando, y quiso cerrar la puerta, pero el Troll continuó con su discurso de agradecimiento a su amable vecino.

-Querido vecino, has sido muy amable conmigo; has sido muy amable al prestarnos el barril de cerveza y queremos recompensarte. El barril que te he traído es inagotable: puedes sacar cerveza sin parar y la cantidad que quieras, jamás se quedará vacío. Pero te lo advierto: nadie debe mirar dentro. ¡No lo olvides!,lo reconoceras por las runas mágicas que hay grabadas en su tapa!!.

-¡Bueno, bueno, gracias!- dijo Bjorn y, como estaba a todas luces medio dormido, no se dio cuenta en ese momento de hasta qué punto era inestimable el regalo que había recibido de losTtrolls de la montaña.

Desde entonces en la granja sólo se bebió cerveza de los Trolls. Todo el mundo tenía derecho a probarla gratis. y el tonel resultó realmente inagotable. El Bondi y sus criados estaban muy contentos y a ninguno de ellos se le ocurrió jamás la idea de mirar en el interior. Incluso a Slyka la esposa de Bjorn , se le ocurrió la buena idea de montar una taberna, a precios muy bajos, donde todos podían probar aquella delicia. Y ciertamente, la colina por fin empezó a ser muy visitada.

Un día, el joven matrimonio contrató una nueva sirvienta. Las tareas de la granja y la taberna les mantenían muy atareados. Trabajaba bien, pero era muy curiosa. En una ocasión, Slyka la mandó a buscar cerveza a la bodega y ella quiso saber cuánta quedaba todavía en el barril. Abrió la tapa, se asomó al barril y gritó horrorizada: el barril estaba lleno de un lodo oscuro y de un olor fétido y nauseabundo..La sirvienta abandonó inmediatamente la bodega y fue a anunciar la mala noticia al patrón Bjorn. Este bajó a su vez a la bodega, para ver lo que había pasado: encontró el barril vacío. Se acordó entonces de lo que el Troll le había aconsejado y se enfadó con la sirvienta, que perdió su empleo por su curiosidad malsana .Pero no sirvió de nada, porque nunca más salió una sola gota de aquel barril Las runas mágicas de la tapa, desaparecieron y nada pudo hacerse por recuperar su magia, así que Bjorn y su esposa, volveron a la vida de campesinos en su Boer, y de los Trolls, nunca mas se supo...aunque al menos, la bolsa de Bjorn se vio repleta de plata durante años, antes de que la curiosidad insana de la sierva, rompiera el hechizo y la magia de los Trolls se disipase sin dejar rastro.


Este cuento (o otros muy similares) se cuentan por toda escandinavia, incluso se han recogido versiones muy tardias, ya en el folklore germano, muy cristianizadas. He querido devolver al cuento (ya digo que no es un original mio, sino una adaptacion de un cuento popular), un ambiente mas vikingo y pagano, lo he trasladado de una granja del medievo, a un Boer nordico, aun en epoca pagana!, espero que el cuentecillo sea de vuesro agrado...

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