UN COLLAR PARA THORA

Publicado por HEATHENPRIDE , viernes, 14 de mayo de 2010 3:21


Amanece en la pequeña aldea, un día como otro cualquiera, el gallo despierta a una aun soñolienta Thora, que se frota los ojitos con cierta pereza...A los pies de su cama, la espera Brunhild, su madre que la apremia a despertarse del todo...

-Vamos perezosa, que toca darse un buen baño y ponerse el vestido de fiesta!!!

Thora no entiende nada, no recuerda que sea un día especial, no es fiesta , ni es thvattdarg, el día de lavado. Sin embargo, su madre se esmera en lavarla y peinar sus largos cabellos y trenzarlos después en dos largas trenzas y adornarlas con dos lazos rojos...También el vestido de fiesta esta pulcro y limpio y ahora Thora luce como una hermosa princesa. Su madre sonríe y suavemente la apresura para que acuda con ella al gran salón del Boer.

Thora sigue sin entender, cualquier día normal, a estas horas de la mañana , le tocaría ayudar a poner la mesa para el Dagverd, y luego, se prepararía para salir con las demás jovencitas de la granja a cuidar del ganado. Un trabajo que no la desagradaba hacer en verano, pues las mas mayores, aprovechaban las largas horas en el campo para contar cuentos y hablar de cosas de chicas. Pero hoy, todo parece ser muy diferente, y aunque su madre Brunhild nota la inquietud y la mirada curiosa de la pequeña, no suelta prenda, de que tiene de especial el día para conducirse con tanta ceremonia y misterio... No obstante, la pequeña Thora se deja guiar y camina con su madre hacia el gran salón donde solo ha entrado en los grandes festejos.

Dentro del gran salón bullen de aquí a allá, las siervas atareadas en preparar viandas y, el recinto luce las colgaduras y adornos propios de un gran festejo, Thora aún tarda unos segundo en habituar su vista a la relativa oscuridad del salón, con respecto al radiante día que esta comenzando en el exterior, pero ahora ya se ha dado cuenta!!!. Hay un nutrido grupo de hombres al pie del estrado donde suele sentarse su padre en los grandes días y, conforme avanza hacia ellos acompañada por su madre, que recibe los saludos de las siervas, su corazón empieza a latir muy aprisa!!.

-Papa!!!...es padre!...- Grita alborozada mientas core hacia el estrado, donde la espera un hombre alto y fornido, de largas barbas y ancha espalda, que se arrodilla para abrazarla...

A su derredor hay un nutrido grupo de guerreros, con sus cotas de malla relucientes y sus bruñidos aros de plata, brillando sobe sus musculados brazos. La pequeña conoce a casi todos, son los amigos de su padre, los hombres con los que navega a sitios muy lejanos, de los que luego narran historias sorprendentes. Los mismos hombres que los jóvenes del Boer admiran, y a los que sueñan emular, mientras fanfarronean y presumen de sus músculos y de los aros que ganaran de manos de algún Jarl el día de mañana...

Thora esta feliz, mientras abraza sonriente a su padre Asketill y recibe a su vez, algún mimo cariñoso de sus “tios”, la tripulación de valientes que siguen a su padre, bajo el estandarte del oso.La fiesta de bienvenida , se prolonga a lo largo de toda la jornada y no faltan risas y cánticos y el regocijo de los hombres al encontrar a sus familias y pequeños!. Así, la jornada va llegando a su fin, al menos para la pequeña Thora y el resto de los niños ,pero antes, los padres tenían que cumplir con un ritual que todos los niños esperaban ansiosos...Y Thora estaba entre ellos.

Así, los niños recibieron de sus padres espadas de madera y alguna replica muy trabajada de un knorr, mientras que, para las niñas, lo usual era traer pañuelos de finas telas, que no se pueden encontrar en los mercados del norte, o collares de finos abalorios, de brillos multicolores.

Thora fue muy afortunada, su padre le regalo un hermoso pañuelo de fina seda, decorada con curiosos motivos de aves volando. La pequeña no cabía en si de contenta, pero las sorpresas no habían acabado todavía ya que su padre le regaló un hermoso collar de cuentas cristalinas de muchos colores. Asketill, narro a la pequeña que se lo compro a un mercader en el mismo mercado de Miklagard, la gran ciudad de los palacios de piedra, donde habitan hermosas princesas y poderosos Reyes. Thora se sentía como una de ellas, engalanada con su preciosa joya, y como sus amigas, habían recibido también sus collares, podía nombrarlas sus damas de compañía....

Tras los mimos y besos a sus padres, llego la prudente hora de que los niños se retirasen a descansar, mientras sus mayores, continuaban los festejos, hasta bien entrada la madrugada.Aquella noche, Thoa tubo un hermoso sueño, se veía paseando por las anchas calles de una ciudad con imponentes edificios de piedra, donde todos la saludaban respetuosos al pasar. Así amaneció el día siguiente, y todo fue volviendo a su cauce, y la vida en el Boer volvió a la normalidad . Y con los hombres ya en casa, las tareas se aceleraron y el trabajo se volvió mas liviano, así que, las niñas tuvieron tiempo para dedicarlo a otras tareas diferentes a su habitual trabajo al cuidado del rebaño o aprendiendo a hilar o batir la mantequilla... Aquella mañana, las niñas de la aldea, decidieron bajar a la playa, a recoger los frutos del mar, en las rocas,era un trabajo lento, pero las niñas lo hacían sin prisas, y con la mar en calma, no había peligro alguno en recoger caracolas y mejillones para una sabrosa cena.

Thora debió dejar su collar en casa aquel día, apenas había pasado una semana desde el regreso de los hombres a casa, y todas las pequeñas de la aldea, se pasaban el día, hablando de los hermosos regalos, aunque todas tomaban la precaución de dejar sus pequeños tesoros en casa cuando salían a hacer alguna tarea .Pero Thora se sentía como una princesa con su collar y no quiso dejarlo en su cofrecllo, así que, cuando bajó a la playa con las demás niñas, todas se burlaron un poco de ella por ser tan coqueta y presumida. Pero, con todos se pudieron a la labor de recoger moluscos, y así, pasaron toda la mañana, entre risas y cánticos. Solo hacia el mediodía, interrumpieron el trabajo, ya con la marea casi alta, lo que hacia más difícil la tarea, así, que decidieron regresar para la comida de media jornada. Fue entonces cuando Thoa se dio cuenta de que le faltaba su hermoso collar y aunque, todas sus amigas se esforzaron en buscar, no lograron encontrarlo, con la marea ya lamiendo las rocas . Sin duda, lo había perdido al fallar el cierre, y ahora ni siquiera sabia en que zona buscarlo...Asi, que, aunque Thora lloraba desconsolada, nada se pudo hacer y regresaron todas al asentamiento, para comer, aunque Thora apenas probo alimento, aunque sus padres no la regañaron, porque consideraron que la perdida de su collar, ya era un castigo mas que suficiente por su vanidad....Mientras, en la solitaria playa, una joven Havfrue, que nadaba entre las rocas encontró el collar brillando ente las algas , y muy contenta por su fortuna, se alejo en el océano, con su pequeño tesoro luciendo en su cuello...

Aún bajo Thora varios días a la playa, a buscar entre las rocas, hasta que se fue convenciendo de que la perdida de su collar no tenia ya remedio y la invadió una enorme tristeza. Ya no la apetecía salir a jugar con sus amigas, y se pasaba el día encerrada en su habitación, llorando a solas. Para colmo, se acercaba el festejo de fin de la cosecha, y todos las niñas lucirían su collar, todas excepto ella...

Katla, pasaba por ser la mejor amiga de Thora, todos sabían que eran inseparables, como dos hermanitas que siempre estaban jugando juntas. Sin embargo, llevaba ya un tiempo sin ver a su amiga y empezaba a temer que, tampoco apareciese en la fiesta que se avecinaba, así, que, resolvió reunir a todas las demás niñas, en secreto y trazar un plan para devolver la alegría a Thora...Eso no fue difícil, ya que a Thora nadie la había visto en días. Odas estuvieron de acuerdo en hacer algo, pero no sabían el que, así que, decidieron darse una noche para pensar, y reunirse a la misma hora al día siguiente en el mismo lugar. Sin embargo, al día siguiente, nadie sabia que hacer, comprar otro collar entre todas, era inviable, no había un comerciante en muchas leguas a la redonda, u¡y de haberlo, no había garantía de que tuviese collares, ademas de que, dudaban de que entre todas pudiesen reunir el valor de u collar nuevo.

Así que, se quedaron calladas y pensativas, hasta que la mas pequeña de ellas, empezó a hablar de un extraño sueño que había tenido. Al principio, no la hicieron demasiado caso, pero, luego, quizá por no tener nada que perder por escuchar, comenzaron a prestar mas atención...

-Vi a un pajarito solo en su nido, piando de hambre y frío- explico la pequeña- Pronto apareció un pájaro adulto y le dio un gusano, pensé “es su mami”, pero luego, apareció otro, y otro mas...así muchos otros, hasta que el pajarito estuvo saciado...No logro entender que significa...

-Eso es!!- Chillo feliz Katla- ¿¿Estáis todas dispuestas a ayudar??..entonces escuchadme, y dejadme hacer...tengo un buen plan!.

Aquel atardecer , las niñas se presentaron en casa de Thora, Brunhild y Aketill las recibieron sonrientes, y se extrañaron cuando las pequeñas, dijeron tener un presente muy especial para Thora y que querían que su madre la llamase. Thora apareció con cara de sorpresa, y antes de que pudiese recuperarse de su asombro, Katla la entrego un paquete pequeño,cuidadosamente anudado . Al desempaquetar, los ojos de Thoa se abrieron como platos, allí, lucia un hermoso collar, de múltiples colores, era, aun mas hermosa que el que había perdido, si eso era posible.

Obviamente, Asketill había entendido el prodigio, y de donde había salido el regalo, que la pequeña Thora prometió lucir con orgullo en la fiesta junto a todas las demás pequeñas. Cada una, había aportado un par de cuentas de sus propios collares, y entre todas, habían confeccionado aquella maravilla...Había partes , de cada rincón del mundo conocido ,Cuentas de color blanquecino, que provenían del reino de los Francos de Carlomagno el grande, de Frisia otras cuentas amarillas y unas de color marrón claro, de una curiosa piedra pulida, que según Asketill, solo se encontraban en la tierra de los salvajes Higlanders, no de mas lejos, otras cuentas rojas como la sangre, venían de tierra de los Anglos y los Sajones y unas verdes muy brillantes, de la mágica tierra Irlandesa . También Asketill narro, que de la tierra de Jacobsland, trajeron unas cuentas de un negro brillante, así como del sur, había cuentas de un azul intenso, de la tierra de los Blaumen, que esconden tras velos de seda la hermosura de sus mujeres...Del fría norte, había también cuentas ambarinas y un martillo de Thor hecho de marfil de morsa pulido, y quizá las mas valiosas de todas, las que la propia madre de Thora había aportado, cómplice de la idea de las niñas, unas cuentas de plata pura, traídas de la mítica Miklagard..Hasta el orfebre del asentamiento, había cedido alguna cuenta de preciada cerámica traídas de las recientes colonias de Iceland y Greenland!...

Thora les abrazo a todos...ahora sabia que podría acudir feliz a la fiesta, con su preciado collar, pero lo que más feliz la hacia, era contar con el mas grande de todos los regalos, el amor y el cariño de todas sus amiguitas...y eso, como todos sabéis, no se puede pagar ni con todos los tesoros del mundo conocido...

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