Dayfidd y el hada del lago : Leyenda tradicional Galesa.

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 24 de abril de 2016 7:11

Esta leyenda es muy antigua y pertenece a la tradicion de una tierra y unas gentes aun mas antiguas, nació en el sur de Gales en lo alto de las Montañas Negras donde hay un misterioso lago que dicen esta encantado.
 Muy cerca de allí hace mucho mucho tiempo, en una humilde granja, moraba una viuda con su hijo Dafydd. quien acostumbraba a llevar el rebaño a pastar junto al lago, pues eran gente muy pobre y no conocian otra vida que la de pastores. Así pues, cierta mañana, al joven le sorprendió ver brotar de sus aguas a una hermosa joven de piel muy blanca y larga cabellera rubia, que comenzó a peinarse haciendo servir la superficie del lago como espejo. En las aguas se reflejaba una mujer tan hermosa, que el muchacho penso que solo podria tratarse de una diosa.

 Maravillado, Dafydd se aproximo todo lo que pudo, intentando a su vez permanecer oculto a los ojos de la doncella, porque no daba crédito a sus ojos, y tras comprobar que la muchacha parecia una criatura inocente y sin malas intenciones, salio de su escondite despacio y se acerco , y ya sin saber que hacer no se le ocurrió otra cosa mejor sino ofrecerle su desayuno que consistía en un pedazo de pan y un trozo de queso.  Poco manjar era para tan hermosa doncella..pero no disponia de nada mas que ofrecer.
El hada se le acercó  despacio andando como flotando  por encima del agua envuelta en una luz brillante, pero, aunque sonreía al muchacho, no aceptó el presente, y le dijo que no era con un mendrugo de pan seco y un poco de queso rancio el premio  con que  la conquistaría, advertido lo cual desapareció dentro de las aguas del lago.
 De regreso a la granja, el muchacho tan fascinado como triste por ver desaparecer a aquella preciosa muchacha fue a contarle a su madre lo sucedido y ella le recomendó que, la próxima vez, le llevara masa de pan a la mágica criatura, a ver si esto la complacia mas. El consejo fue escuchado por Dafydd y al siguiente día corrió al lago con su rebaño. La estuvo esperando horas y horas y al atardecer, cuando ya desesperaba y no esperaba ya que apareciese, el hada se presento ante el, más bella que el día anterior si algo asi era posible, y Dafydd le ofreció de nuevo su presente, rehusándolo ella otra vez, con el añadido de sus enigmáticas palabras de que no era con masa de pan como conquistaria su favor.
 Desolado, regresó el joven a la granja y entonces su madre le aconsejó que probara llevándole un pan a medio cocer. Y al muchacho, le parecio una buena idea. Asi que , preparo su presente y se acosto pensando en el dia siguiente.
Daffyd madrugó muchísimo para estar cuanto antes en el lago a la mañana  siguiente, pero madrugó en vano porque las horas del dia  fueron transcurriendo pesadas como rocas para el que espera  y el hada no se presentaba. Llegó la noche y él se iba a marchar muy apesadumbrado cuando vio que como en un sueño avanzaban sobre las aguas del lago varias vacas negras y detrás surgió ella sonriendo. Daffyd corrió a su encuentro metiéndose en el lago, le ofreció por tercera vez el pan y el hada aceptó sonriente. Él estaba tan emocionado que bajó la vista sin saber que decir, descubriendo en ese momento que ella mostraba roto un lazo de su sandalia izquierda. Penso en arrodillarse y anudarlo , pero se quedo sin habla ante ella… y asi paso un muy largo rato-
 Al cabo  de un instante eterno Daffyd, reunió todo su valor, y le dijo:
-Hada del lago, me he enamorado de ti y te ruego que consientas en ser mi esposa. Hare todo lo que me digas que ha de hacerse para complacerte, pero te ruego que atiendas mi suplica.

 Semejantes palabras la sorprendieron, pero, después de escuchar durante mucho rato las apasionadas palabras del joven, acepto tomarle por marido, con una condición.-Nos casaremos y  sabras que no me separaré de ti hasta que no me maltrates de obra por tres veces y por otras  tres veces me grites.Daffyd juró y perjuró que nunca haría tal cosa, que antes se cortaría la mano que hacerlo.Mientras tales juramentos profería, ella dio media vuelta sonriendo y desaparecio en las aguas del lago.
 Daffyd pensó que  la hermosa hada se le había burlado  de el. y  que nunca se dignaria a casarse con un pobre mortal, asi que, preso de una pena enorme decidió quitarse la vida, para lo cual trepó a una alta roca y ya iba a tirarse de cabeza al lago cuando en ese instante pudo escuchar una fuerte voz que exclamaba:
-¡Detente, joven irreflexivo, das todo por perdido demasiado pronto, desciende ahora mismo de ese peñasco y acércate!

Dafydd miró hacia abajo descubriendo a un anciano caballero de noble aspecto al que acompañaban dos lindas doncellas. Olvidando su mala idea de tirarse al lago, descendio y se presento ante el anciano.

-Se me ha dicho que pretendes casarte con una de mis hijas -le dijo el caballero-, puedes hacerlo ya que otorgo mi consentimiento, mas antes debes señalarme a aquella a quién te hayas declarado.

Dafydd se sintió muy seguro de su victoria y de que le seria facil señalar a su amada, pero pronto se dio cuenta de que se equivocaba, pues aunque pensaba que no podria haber criatura mas hermosa que aquella dama, sin embargo, en cuanto contempló a las dos hermanas se dio perfecta cuenta de su error ya que ambas muchachas eran tan idénticas que parecían gemelas, e incluso vestían y peinaban de igual manera. Eran iguales como una gota de agua es igual a otra gota.

Muy desalentado, estaba a punto de darse por vencido cuando una de las dos hizo un  casi imperceptible movimiento con el pie y al fijarse el en ello  pudo descubrir que llevaba una sandalia con su cordon roto.

   -¡Esta es! -exclamó jubiloso Dafydd, cogiéndola de la mano.

-Muy bien -dijo el anciano-, has elegido correctamente. Te la doy por esposa con una espléndida dote de vacas, cabras, ovejas, cerdos y caballos. Ahora bien, no tienes que olvidar que si llegas a maltratarla de obra por tres veces y por tres veces le gritas, regresará al fondo del lago conmigo y nunca más la volverás a ver. Y entonces sera mejor tambien que jamas te acerques de nuevo a este lago.
 Dafydd volvió a jurar y perjurar que él no haría jamás semejante cosa, pues antes se cortaría una mano que hacerlo, pues juro que maltratar a una doncella tan bella seria casi un sacrilegio de cara a todos los dioses, y asi de esta forma, el trato quedó cerrado desapareciendo el padre con su otra hija, y marchándose Dafydd y su prometida con la escolta de un inmenso rebaño que, brotando de la nada, les siguió mansamente hasta la granja de sus padres.
 El hada del lago y Dafydd se casaron al poco tiempo y fueron muy felices durante varios años en los que la pareja vivio sin nada que enturbiase su felicidad. Cierto día, Dafydd y su esposa, tuvieron que ir a una boda que se celebraba en el pueblo más próximo pero el lugar de la ceremonia estaba un poco lejano para ir a pie. A medio camino su esposa se quejó de cansancio y el marido fue a buscar un caballo para ella . Como ella le había pedido tambien  que le trajese los guantes de fina seda, olvidados al salir, Dafydd regresó con montura y el encargo al  mismo tiempo, pero sucedió , para su sorpresa  que ella le dijo entonces que ya no quería ir a la boda, “porue es mejor así”y le pidio que regresasen a casa, lo cual enfadó mucho a Dafydd, quien, sin poderse contener, la abofeteó con los guantes mientras le gritaba:
 -¡Por supuesto que irás, ya estás montando en el caballo inmediatamente!
Ella subió al caballo con la cabeza baja  y mirandole con ojos tristes le dijo con tristeza:

-Recuérdalo, esta es la primera bofetada que me das, y ni siquiera has tenido en cuenta tratar de entender porque no me apetece ir a la boda, cosa que hubieses sabido solo con preguntarme!, si me maltratas de obra dos veces más y me gritas, ya sabes lo que sucederá.

Esa misma tarde, se supo que no llego a haber boda, pues el novio se fugo con otra doncella, dejando a la desconsolada muchacha sola , esperando por un matrimonio que nunca llego, al menos no con ese hombre!.

Dafydd recapacitó entonces acordándose de su juramento y se prometió a sí mismo no volver a maltratar a su esposa nunca más ni de obra ni de palabra. Y con el pesar de lo que habia hecho, procuro enmendar el mal trago y vivir dedicandose a su esposa con toda clase de mimos.

Pero transcurrió el tiempo, y fueron de nuevo invitados a un festejo , en esta ocasión a un bautizo. Estaban en medio de la fiesta que siguió, todos muy contentos bailando y brindando a la salud del recién nacido, cuando el hada del lago se echó a llorar con desconsuelo, mirándola todos muy sorprendidos y su marido el primero.
 -¿Por qué lloras? -quiso saber Dafydd, a lo que ella repuso en voz lo suficientemente alta para que todos la oyeran:
-Lloro por la suerte de este pequeñín cuyos días sobre la tierra van a ser muy cortos. Se que no tendria que haberlo dicho…pero esta es la verdad y nada puedo hacer..nada puede hacerse por remediarlo!

 Los asistentes se quedaron desagradablemente impresionados , sobre todo los padres del niño como es de imaginar, y Dafydd, que por otra parte había bebido más de la cuenta en la celebracion, quiza por exceso de cerveza y nerviosismo, la agarró por los hombros sacudiéndola con rudeza.

-Pero, ¿qué dices, es que te has vuelto loca mujer? – le gritó.

Ella, con las lágrimas resbalándole por las mejillas,bajo la cabeza por segunda vez y aun media llorosa  le dijo:

-Recuérdalo, me has maltratado de obra y de palabra por segunda vez, si lo haces una tercera ya sabes lo que sucederá.Me romperas el corazon, pero tan cierto, como que desagradable o no, lo que los dioses han dispuesto para el pequeño no puede cambiarse, me perderas.

Dafydd se asustó mucho al oírla y prometió una vez mas a sí mismo, que nunca más volvería a maltratar a su esposa ni de obra ni de palabra.Y intento con todas sus fuerzas cumplirlo esta vez
 Transcurrió el tiempo, no demasiado desde aquel dia, y un mal día fueron llamados al entierro de aquel niñito cuya desaparición había predicho el hada del lago. Un triste accidente acabo con la vida del pequeño. Se hallaban todos en tan triste reunión, cuando en el momento en que bajaban el ataúd a la fosa, ella, comenzo a bailar muy alegre y  se echó a reír cantando alegremente en medio de la consternación general
 -¿Qué estás haciendo, acaso has perdido la razon?, ¿es que no tienes en cuenta el dolor de estos padres? -exclamó su marido horrorizado, a lo que ella redobló sus risas.

Escuchando aquello Dafydd, sin pensárselo dos veces, le cruzó la cara con un par de bofetadas, y en ese preciso instante, sin que ella tuviese que decir absolutamente nada, comprendió lo que acababa de hacer.

El hada del lago dejó de reír y contemplando con tristeza a su marido, le dijo:

-Mi risa la producía la alegría de saber que este pobre niñito había dejado de sufrir por causa de su enfermedad. Y que atendiendo a mi ruego, los dioses habian tenido compasion de su pobre madre..anuncio aquí y ahora que esta mujer concebira un pequeño en pocos dias, y este reemplazra las risas perdidas del que acaban de perder..y esto es tan cierto como cada lagrima que se ha vertido aquí.Esposo mío, me has maltratado de obra y de palabra por última vez. Todo ha concluido entre nosotros; no volverás a verme. Adiós.
 Y así diciendo esto  el hada desapareció ante todos y  según cuentan los hombres de esta tierra, nunca más Dafydd volvió a verla segunn dicen, lo que comvirtio en un hombre solitario y triste, aunque imensamente rico, pues el ganado que el hada habia traido consigo, nunca regreso al lago y seguia siendo propietario de un enorme numero de piezas de ganado.
Entonces entendio lo que debio haber sabido desde el principio, las hadas tienen el don de ver el mañana, y el nunca lo habia entendido, pese a que ella habia dado muestras de ese raro don, infinidad de veces… cada pequeña cosa que ella decia que seria de una o otra forma, se cumplia siempre tal y como ella habia dictado…
Sin embargo, pequeños, no quiero que esteis tristes… en las leyendas celtas, nunca todo es como parece, se dice que Dafydd heredo de su esposa su don profetico…y una muy larga vida, al igual que hadas y elfos, dicen que aun camina sobre la tierra del sur de Gales, y que trata de enmendar su tremendo error ayudando a la buena gente galesa previniendoles de catastrofes, tras lo cual, desaparece sin dejar rastro. En cuanto a la dama del lago, dicen que su padre le ha autorizado a regresar con el…pero a Dayfidd le queda un largo camino, habra de recibir trescientas veces tres malos tratos…y trescientas veces tres  gritos antes de volver a abrazar a su amada… pero con todo, ambos seran al final felices…y si supieseis la radiante belleza de ella, y el amor que siente por ella el, sabriais que esta historia acabara bien..algun dia, aunque tengamos que esperar por ello mil años!.

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