Amarok. el espiritu del Lobo Inuit:

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 4 de agosto de 2019 6:58

Amarok, o como también es conocido Amaroq, es una criatura legendaria entre los pueblos Inuit, se trata de un lobo colosal que en vez de formar parte como miembro en una manada (como normalmente suele ser en los animales gregarios como el lobo), se presenta como un cazador nocturno cuyo mayor rasgo es que es un ser solitario, es el espíritu del lobo propiamente dicho como gran cazador y lider, el cual posee algunas habilidades místicas, entre las cuales destaca que da caza y se come a quien se atreva a adentrarse al bosque en la noche para cazar. 

Amarok proviene de los mitos de los pobladores Inuit en Groenlandia, en las demás tribus esquimales el término Amarok se usa par referirse a cualquier lobo; en otras partes, como en Canadá se le conoce a Amarok como el Canis lopus arctos, en otras palabras, una especie del lobo blanco que suele habitar en los bosques nevados, que tiene algunas variaciones lingüísticas como Amaguk y Amagok, sin embargo, solo en los mitos Islandeses de la tribu Inuit, este gran lobo alcanza la dimension de ser mistico y legendario. 

Amarok es respetado por los Inuit debido a que gracias a su ejemplo, los lobos se comen a los caribús débiles y protegen a los sanos, para así dejarles a los Inuits una poblacion suficiente de animales sanos para que ellos se nutran. 

Además, es considerado el rey del universo animal en la mitologia Inuit, ya que Amarok es admirado y respetado por su búsqueda del equilibrio en la naturaleza como también es venerado por su coraje, sabiduría y su dominio sobre la naturaleza que protege si se siente amenazado por los cazadores. Basicamente es a la vez, espiritu protector de las manadas salvajes de Caribus y el espiritu de la caza de los mismos. 

Esta historia que voy a narrar, es de suma importancia debido a que no sólo explica el origen del mundo, según los mitos Inuits, sino que explica a su vez porque Amarok es tan respetado por los humanos e incluso temido por algunos de ellos si se adentran en la oscuridad de la noche en el bosque para cazar a los animales más débiles, ya que podrian pasar en un instante de ser cazadores a ser la presa. 

En la leyenda se narra que en un primer momento en la creacion existían tan sólo un hombre y una mujer y que no había ningún animal en la tierra, asi que ambos vivian en completa soledad. Segun este mito, la mujer le pide a la deidad del cielo, llamada Kaila que poblara la tierra porque estaban solo ellos y se sentian muy solos, Kaila aceptó su petición por lo que le dijo a la mujer que hiciera un agujero en el hielo para practicar la pesca. 

Ella no entendia que podia pescar en un mundo carente de toda vida, pero como era el mandato de Kaila, obedecio y de esta forma, al hacer esto la mujer fue sacando uno a uno del agua a todos los animales y asi fue como tras una larga jornada sacando animales del agua, terminó la gran pesca, siendo el último animal en ser sacado del agua un caribú, siendo el mejor regalo que la diosa le podía hacer al hombre y la mujer, ya que con la carne de este animal, el ser humano alimentaria a sus descendientes; mientras el caribú se multiplica, ellos comían de su carne y con sus huesos y piel acabaron elaborando ropa para ellos y tiendas donde vivir. 

Ellos siempre elegían los caribús más grandes y bellos hasta que un día, los sanos se acabaron y sólo quedaron los pequeños y enfermos, tanto fue así que los Inuits decidieron no comer los caribús por lo que empezaron a padecer de hambre,de esta forma la mujer al notar esto fue a rezar a Kaila para que escuchase su problema. 

Seguido de esto, el dios Kaila conversó con Amarok,el espíritu del lobo, para que se comiera los caribú pequeños y enfermos de tal forma que los únicos sobrevivientes fueran los sanos; otra versión de la historia cuenta que el dios del cielo, al ver esto, habla con Amarok para que mandara a los lobos a comerse los caribú enfermos y pequeños. 

Un día, los humanos empezaron a observar desde lo alto de una colina como los lobos se reunían en una gran manada para después dirigirse hacia donde estaban los caribú, estos al ver que los lobos se les acercaban, crearon un círculo de defensa en donde en el medio se encontraban los más debiles. Cuando los lobos se acercaron, se lanzaron no a por los mas fuertes, sino que les dispersaron y empezaron la caceria por los más frágiles dejando sólo a los fuertes con vida para escapar, desde ese momento Amarok, el espíritu del lobo gobierna el Gran Norte. Y los cazadores le honran y respetan por esto.

 En una historia, un niño inuit huérfano de padre crece criado a medias por las mujeres de la tribu, al carecer de figura paterna, no aprende los rudimentos de la caza y la pesca de un varon, siendo relegado a hacer tareas de chica, asi crece con la carga y estigma de ser considerado debil por todos y  siendo constantemente humillado por su tribu,este joven  llamado Kagsagsuk, invoca al Señor de la Fuerza, quien se le aparece en la forma de un amarok y le otorga la fuerza suficiente para "vencer a tres osos".​

Ésta es la historia de un miserable esquimal  huérfano, un niño abandonado que vivía con un grupo de gente cruel y desalmada. Kagsagsuk había sido adoptado por una anciana tan pobre como él, segun otros al carecer de padres, las mujeres de la tribu se turnaban para darle cobijo. 

A duras penas sobrevivían el pobre niño y la anciana, obligados a dormir a la entrada del iglú donde se reunían los demás , ya que al considerarles inutiles para la tribu eran apartados y tenían que acostarse a dormir en el pasadizo de entrada, buscando el calor de los perros para no morir de frío, porque ni siquiera por la noche los dejaban entrar en la casa.

 Cuando empezaba el día y los látigos de los hombres despertaban a los perros para atarlos a los trineos, más de un latigazo daba contra las espaldas del muchachito. Y no por error, sino por puro placer malvado de humillar a un pobre infeliz que tenia un status en la tribu peor que el de un perro..pues al menos estos servian para tirar del trineo,mientras que a el le consideraban un ser totalmente inutil.

 Después de una buena caza, la gente del iglú se daba un banquete de grasa de morsa o carne helada. Entonces el pequeño Kagsagsuk se asomaba a mirar desde la entrada. Si alguno de los comensales lo veía, lo levantaba de allí y lo metía dentro agarrándolo con los dedos de los agujeros de la nariz. Así, los agujeros de su nariz fueron creciendo y haciéndose cada vez más grandes, mientras el resto de su cuerpo seguía pequeño. 

A veces le daban un pedazo de carne helada pero no le prestaban un cuchillo, y se burlaban de sus esfuerzos por trocear un pedazo con los dientes. Si estaban muy aburridos, le arrancaban un diente para divertirse, con la excusa de que comía demasiado. 

Su madre adoptiva le hizo un par de botas y le consiguió una pequeña lanza de hueso de oso para que pudiera jugar con los otros chicos. Pero los niños eran tan crueles como sus padres. Lo hacían rodar por la nieve, le metían la lanza dentro de la ropa, lo golpeaban entre varios. 

Las niñas hijas de los cazadores no eran mejores que los chicos,  lo cubrían de excrementos y porquerías mientras se burlaban de él. Tan solo las chicas de familias mas desfavorecidas tenian a escondidas algun detalle con el .

 –Ha llegado la hora de que sepas un secreto – le dijo una vez la anciana que lo cuidaba–, Kagsagsuk: estás destinado a grandes hazañas. Ahora tienes que aprender a defenderte. El Señor de las Fuerzas te protegerá. 

Desde entonces Kagsagsuk buscó la soledad de las montañas para realizar sus conjuros y ofrecer pequeñas criaturas que cazaba a esta deidad, poco a poco las ofrendas iban siendo cada vez animales mas grandes, pero con todo, no alcanzaba el poderio de los grandes cazadores de la tribu.

.Y un día, el Señor de las Fuerzas se presentó ante él, nadie sabe si por considerarlo digno o por la total perseverancia del muchacho que aun con las peores condiciones no perdonaba una sola semana sin entregar su ofrenda.

El poderoso Señor de la Fuerza era un monstruo inmenso con forma de gran lobo que lo rodeó con su cola, apretándolo hasta hacer crujir sus huesos. Cinco veces el Amarok lo derribó y lo estrujo, y las cinco veces el muchachito escuchó un golpeteo sobre la nieve: huesecillos de foca salían de su cuerpo.

Y cada vez  que se levantaba sobreponiendose al dolor, se sentía más fuerte. La quinta vez escapó de un salto de la cola de Amarok.

 –Son estos huesecillos mágicos los que no te dejaban crecer ni tener fuerzas –le dijo Amarok– . Alguien muy malintencionado los oculto a tu madre, y asi el hechizo se hizo palpable al engendrarte con tu padre.Ahora tienes que venir a verme todos los días para volverte más fuerte. Pero nadie debe saberlo hasta que estés listo para tu regreso. 

Kagsagsuk hacía su vida de siempre. Dormía con los perros, soportaba las torturas y las burlas de grandes y chicos. Pero cada vez que volvía de ver a Amarok, corría más y más rápido, apartando a patadas las piedras del camino. Si se tiraba al suelo y se dejaba rodar pendiente abajo, el impacto de su cuerpo todavía pequeño hacía volar enormes rocas por los aires. Llegó un momento en que el mismo Amarok no pudo derribarlo con su inmensa cola.

 –Ahora ningún hombre podría vencerte –le dijo el Señor de la Fuerza–. Y sin embargo, debes guardar el secreto hasta que el mar se hiele. Con su cuerpo pequeño y los enormes agujeros de su nariz, Kagsagsuk continuó soportándolo todo hasta que volvió el invierno.

 El mar se heló por completo y los hombres tuvieron que renunciar a seguir cazando focas. Un día llegaron varios cazadores al iglú y contaron que habían visto tres osos trepando la ladera de un iceberg. Pero nadie se atrevía a salir para atacarlos.  Pese a que la situacion de toda la aldea era desesperada, las provisiones eran tan esasas que la gente habia empezado a comerse las raciones de la peor carne que generalmente se hechaban a los perros.

Entonces Kagsagsuk se ajustó sus viejas botas y sus andrajosas ropas y partió. Todos se burlaron de él y propusieron aumentar su velocidad impulsándolo a patadas.

 Pero Kagsagsuk echó a correr y lo hacia tan rapido y con tal velocidad como podia haberlo hecho el espiritu de la aurora con forma de zorro artico. Pasaba entre los demás como si fueran un cardumen de pececitos. Corría a tal velocidad que los talones parecían llegar a la altura de su cuello y la nieve pulverizada a su paso formaba un arco iris.

 La gente del iglú lo miraba con enorme asombro. Varios lo siguieron, aunque no lo pudieron alcanzar. El muchacho llegó a donde estaba el primer oso, que levantó una de sus garras hacia él. De un solo golpe podría haberlo despedazado. Pero Kagsagsuk lo agarró de las patas delanteras y lo arrojó contra la pared del Iceberg con tanta fuerza que lo partió en dos.

 –¡Arrancad la piel, tomad la grasa, dividid la carne! –gritó a los que le miraban asombrados. 

Todos esperaban que los otros dos osos lo mataran. Sin embargo, Kagsagsuk los levantó por las patas traseras y los revoleó hasta matarlos, golpeando con sus cuerpos a los espectadores.

 –Este hombre me trató muy mal –gritaba–. ¡Y éste todavía peor! Cuando Kagsagsuk llegó al iglú, todos estaban aterrados.

 Él se quedó parado como siempre a la entrada del pasadizo y se negó a entrar a menos que alguien lo levantara de los agujeros de la nariz. Sólo su madre adoptiva se atrevió a hacerlo.

 Ahora todos eran amables con él. Le ofrecían el mejor lugar para sentarse, donde una espesa piel cubría el banco. Las muchachas se peleaban por ofrecerle sus tejidos, todos querían cederle el sitio de honor.

La leyenda cuenta que muchos de los que antes le maltrataban, empezaron a temerle y se conjuraron para atacarle tras ofrecerle la mejor carne y el mejor licor a raudales, esperaban que con el estomago lleno y ebrio de tanto beber, fuese lento y una presa facil...pero se equivocaron, uno a uno, cayeron a puñetazos al suelo, incluso mas de una de las muchachas que antes se burlaban de el, hubieron de humillarse de rodillas suplicando por las vidas de padres y hermanos. 

Se dice que, cuando se canso de los forzados halagos de su tribu, ahora temerosa y sumisa, y tras procurarles carne para todo el crudo invierno, una mañana se presento ante todos, y escogio como compañera a una pobre huerfana como el, todos la ignoraban por considerarla poco menos que una carga inutil, pero ahora era la elegida del maestro de cazadores, del hombre de piedra, de la zarpa del oso, y demas apelativos halagadores que le dispensaba la tribu.

Asi, la criada se comvirtio en señora, y ambos partieron lejos, tomando del embarcadero la mejor canoa de piel, nadie se atrevio a decir ni hacer nada...nunca mas se supo de ellos, aunque los cazadores dicen que habitaron en lo mas profundo del bosque, donde nadie se atrevia a morar entre las mas peligrosas bestias, y que sus hijos fueron muchos, y crecieron fuertes como osos...


En otra narración, un par de cazadores se dan a la búsqueda del poderso lobo Amarok, encontrando solamente a sus cachorros, tenidos con la hembra mas fuerte de la manada a los cuales matan. 

Tras esto los cazadores se retiraron cargando con las pieles de los cachorros, y se escondieron en una cueva desde donde vieron llegar al Amarok a su refugio, quien al darse cuenta de la muerte de sus cachorros bajó al lago y comenzó a aullar a algo que se le aparecio ante el como una forma humana .

 En el acto, aún estando escondido en la cueva, uno de los cazadores cayó muerto ya que el Amarok "lo había descubierto y había robado el alma de su cuerpo".


No han faltado los que apuntan la similitud de la apariencia de Amarok con el gran lobo Fenrir de los mitos del norte, incluso hay quien cree que los propios nordicos en Groenlandia pudieron haber rendido culto al espiritu del lobo, quiza cuando los nordicos se encontraron con los Inuit, descubrieron la similitud del mito del gran lobo con la leyenda de Fenrir, aunque lo unico que las una es el tamaño colosal de esta mitica criatura.

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