La lejana Islandia es un hervidero de viejas leyendas, algunas ancladas en tiempos muy remotos, cuando el credo de los viejos dioses iba cediendo espacio a la llegada del cristianismo.
Es un hecho, que los poderosos no tardaron en unir fuerzas con el nuevo credo, vieron en las promesas de salvacion para el pueblo a cambio de una vida de sumision , una herramienta util, si el pueblo aceptaba de buen grado que el señor de la tierra lo era por derecho divino, habria menos revueltas y seria mas facil mantener el orden.
No obstante, los abusos de poder existieron siempre, por desgracia, es un hecho tambien que el poderoso siempre ha tendido a abusar del mas debil, asi que, la historia que os voy a contar, habla de uno de tantos casos que se pudieron dar en el pasado, pues aun con un consejo popular dictando las leyes, el poderoso, siempre tiene ventaja sobre el mas pobre.
Arni era un humilde campesino, su familia apenas poseia un puñado de tierra de la que subsistir , aunque esta pequeña porcion de tierra estaba cerca de un acantilado donde las aves solian anidar, el estiercol de ave hacia que la tierra se mostrase generosa, asi que, a base de esfuerzo, entre Arni y su ya anciano padre, la cosecha era casi siempre mejor que la de otros terrenos mayores.
Esta circunstancia genero el deseo y la avaricia de un terrateniente, que siempre ansiaba mas tierras, se decia por todo el pueblo que su ambicion no conocia limites, y que no dudaba en usar toda clase de malas artes para apropiarse de nuevas tierras a costa de perjudicar a los menos favorecidos.
Arni trabajaba duro de sol a sol, su pobre padre ya poco podia hacer, anciano y ya cansado, solo esperaba su hora para reunirse con su esposa que habia fallecido un par de inviernos antes. El joven era sumamente respetuoso con su anciano padre, procurando que no le faltase de nada, aunque el anciano siempre insistia en que tenia que reunir bienes para poder pretender a una buena esposa cuando llegase su tiempo, que el ya habia tenido una buena vida y que su tiempo se habia acabado, ahora tocaba preparar el tiempo de Arni.
El muchacho rondaba a una joven de su misma edad, Blaer (suave brisa) , que nunca le rechazo, por lo que toda la comunidad aceptaba que tarde o temprano, acabarian casandose.
Sin embargo, Orund, un poderoso terrateniente tenia otros planes para Arni, sabedor de que su padre estaba viejo y enfermo, y sabedor tambien de que sus tierras eran especialmente fertiles, aunque no de gran tamaño, penso que seria facil urdir alguna clase de trampa para arrebatarle la tierra a la menor ocasión.
Y esta llego por desgracia pronto, cuando Arni hubo de ausentarse durante una sola mañana para acudir a una aldea cercana a comprar ciertos utiles para la pequeña granja que no encontro en el pueblo.
Orund aprovecho la ocasión, y se presento en casa de Arn, con la excusa de mejorar su oferta sobre las tierras del anciano. La verdad es que si bien era cierto que mas de una vez habia presentado ofertas de compra de las tierras, tambien era no menos cierto que sus ofertas nunca eran justas, siempre intentando abaratar el coste , poniendole al terreno mil y una pegas que según el, hacian que la miseria que ofrecia por la tierra fuese casi un favor que le hacia al comprador.
Orund se aseguro de ver marchar bien lejos a Arni, y una vez mas, entro en la casa dispuesto a tratar sobre la venta de la tierra con el anciano, que invariablemente, siempre le recibia con la acostumbrada norma de buena hospitalidad que era costumbre entre su gente, pero que nunca cedia a la venta. En esta ocasión, Orund se molesto en mejorar bastante la oferta, incluso alego que tal mejora en la oferta, se debia a que sabia que el muchacho estaba en edad casadera y pretendia ofrecer una suma justa para que el muchacho pudiese emprender una nueva vida junto a su esposa en breves.
El anciano penso que algun provecho podria sacarse al fin en escuchar a aquel bocazas, asi que, saco una frasca de vino y una buena hogaza de pan, y se sento a la mesa a discutir la cuestion con su invitado. Cuando ya llevaban largo rato hablando, y el anciano vio que la oferta podria ser realmente interesante, se levanto de la mesa con la intencion de acercarse a la despensa para aportar un buen pedazo de queso y pescado seco al pequeño banquete de cortesia.
Orund quiza tenia otros planes para acabar con el anciano, como tenia previsto desde un principio, quiza acabar extrangulandole el mismo o algo peor, pero que el anciano se ausentase un instante para acudir a la despensa, fue el momento perfecto para envenenar su vino con unas hierbas que siempre portaba encima para tal efecto.
Lo cierto es que, abundaban las sospechas de que Orund era una serpiente capaz de cualquier cosa para salirse siempre con la suya, no eran pocos los enemigos que se habia sacudido del medio , y que habian aparecido muertos en extrañas circunstancias, victimas de raros accidentes, atacados por bandidos …. siempre habia alguna circunstancia turbia alrrededor , pero nunca se hbia logrado involucrar en ello al propio Orund, que sabia cubrirse perfectamente las espaldas.
Orund mismo en persona fue quien se presento ante el consejo del alþingi , una asamblea donde todos los poseedores de tierras se reunian para dictar justicia, a denunciar que habia acudido a visitar al anciano para discutir sobre la compra de sus tierras y le habia hayado muerto.
Cuando Arni regreso de su corto viaje, ya Orund se las habia ingeniado para ponerlo todo en su contra, no tardo en saberse que el anciano habia fallecido por envenenamiento, y no tardaron en aparecer varios testigos que oportunamente declararon que vieron marchar a Arni de su casa , aparentemente como si nada hubiese acontecido. Sin embargo, los mismos testimonios se pusieron en su contra, cuando se supo que el anciano habia sido envenenado con veneno en su propio cuerno de vino, y sembrar la duda de quien hubiese podido acercarse tanto al anciano para envenenar su bebida en su propia casa.
Para no extenderme mucho en pormenores, no tardaron en acusar a Arni del asesinato de su propio padre, para quedarse sin dudas con las tierras (que bien mirado heredaria igualmente a la muerte de su padre). Cuando se presentaron las dudas de porque un hijo que habia mantenido durante años a su anciano padre a su lado, iba a acabar matandole para quedarse con una herencia que ya era suya por derecho, no faltaron las lenguas que declarasen la falsedad de que el anciano no veia con buenos ojos la relaccion de Arni y la joven Blaer, y por eso el muchacho habria resuelto deshacerse de el.
En todo caso, Arni acabo siendo condenado por el presunto asesinato de su padre, y sus tierras y casa pasaron a propiedad comunal durante un periodo de al menos un año, en el que se esperaba esclarecer mejor el caso, si pasado ese tiempo, no se encontraban mas pruebas, pasarian a pertenecer al mejor postor , es decir, a quien pagase mas por ellas.
Ni que decir tenemos, que Orund se las ingenio para que nunca se descubriese prueba alguna que le incriminase, comprando todos los testigos falsos necesarios, o callando todas las bocas ya sea con dinero o por mera intimidacion. Al cabo de un año, acabo comprando las tierras por un precio irrisorio, entre otras cosas, porque se encargo mediante amenazas de que nadie se atreviese a ofrecer ni una moneda por ellas.
En cuanto a Arni, acabo siendo despojado de todas sus posesiones, siendo condenado a servidumbre, trabajando como siervo en las lindes del bosque, condenado a malvivir en la mas absoluta de las miserias, cortando leña sin descanso para abastecer a la aldea en los meses de invierno. Con el tiempo pasado de duro trabajo y privaciones, su carácter se fue endureciendo, a la vez que su cuerpo tambien se habituo a las duras condiciones de trabajo.
Su unico consuelo durante todo el tiempo que pasaba trabajando sin descanso, talando arboles y rompiendo la leña en pequeños tacos de sol a sol, era que su prometida habia estado rehusando casarse con todo aquel que la pretendia, aunque no sabia cuanto mas podria la muchacha prolongar esto, antes de que sus parientes la forzasen a casarse a la fuerza antes de que perdiese la hermosura de la juventud y se quedase sola y soltera.
Una mañana, cuando estaba abriendo en canal los pesados pedazos de tronco, a golpes con la enorme hacha de leñador, descargando furiosos golpes, se acerco a el una anciana. Arni habia oido hablar de ella, como casi todos en la aldea, aunque rara vez la hubiese visto. Se trataba de la anciana Seidrkona de la aldea, en otro tiempo, una mujer respetada y venerada por todos, ya sea como sanadora o como mensajera de los dioses, ahora, cada vez mas aislada, ignorada por casi todos con la llegada de la nueva religion y el ocaso de los viejos dioses en toda la aldea.
Arni poso su hacha y se sento en un pesado cepo de madera, al igual que la anciana, que deseaba hablar con el. La anciana le explico que ella conocia la verdad de lo sucedido con su padre, contandole que esa mañana habia visto llegar a la casa a Orund, y como se marcho con prisas poco despues. La anciana declaro que no tenia la mas ligera duda de que habia sido el propio Orund en que habia asesinado al anciano y preparado todo para incriminar a Arni en todo este turbio asunto.
A Arni le hervia la sangre, deseaba con todas sus fuerzas tomarse su venganza mas que merecida sobre aquel maldito asesino , pero la anciana le convencio de que aun no habia llegado su tiempo, que tendria que esperar a que “su propia montaña le impidiese ver el sol”. Solo entonces, estaria preparado, solo entonces, habria llegado el tiempo de cumplir su venganza.
Asi paso toda la estacion calida, y con la entrada de la estacion otoñal, casi dos años mas tarde de ser condenado a su duro trabajo forzado, un amanecer, cuando Arni se aprestaba a retomar la tarea despues de descansar un rato para refrescarse en un regato cercano, se dio cuenta de que la imensa pila de leña cortada que se amontonaba ante el, fruto de incontables dias de trabajo y sudor, era tan alta, que no lograba mirar el sol sobre los sembrados de la aldea , porque la enorme montaña de leña le tapaba la vision. Recordo entonces las palabras de la anciana, y supo que su momento habia llegado.
Dejo el hacha clavada en el cepo, y a largas zancadas, descendio hacia la aldea, donde apenas encontro a nadie , tan solo un par de niños que jugaban a perseguirse por entre las casas de la aldea, le supieron dar razon de que todos los hombres de la aldea habian acudido al claro de la asamblea.
Arni recordaba claramente el lugar, habia estado alli alguna vez con su anciano padre, el sagrado claro del alþingi . De camino al aislado lugar, al pie de las montañas, volvio a encontrarse con la anciana, que recogia hierbas al borde del camino. La anciana le sonrio y le dijo al pasar “Veo que has sabido interpretar mi señal y mi augurio!. Ve pues, ya que ha llegado el tiempo de tu venganza...pero recuerda siempre que solo los dioses te haran justicia”.
Cuando llego al lugar, todos se alarmaron al verle, como siervo carente de bienes, no tenia derecho a estar en la asamblea donde solo tenian derecho a la palabra los hombres libres. Cuando sus captores se disponian a molerle a palos y a sacarle sin duda a rastras del lugar, un hombre se acerco y tomo la palabra.
Arni le reconocio enseguida, se trataba del padre de Blaer, que alzo la voz y declaro “hay algo que deseo presentar a consideracion de la asamblea. Este muchacho no tiene hoy bien alguno, pero antes de su caida en desgracia, su padre presento ante mi una ofrenda de dote en su nombre por la mano de mi hija, y yo me mostre complacido y la acepte en nombre del muchacho. Ahora tengo un compromiso ante los hombres y los dioses, pues mi hija se considera comprometida con este muchacho, y yo no me atrevo tampoco a quebrantar mi compromiso con su difunto padre”.
Todos soltaron a Arni, aunque se aseguraron de tenerlo bien vigilado , mientras el padre de la muchacha, se presentaba como aval del muchacho para que se le permitiese exponer sus razones para presentarse tan temerariamente ante la asamblea.
Arni aprovecho su tiempo, y declaro que su intencion era denunciar ante todos que habia sido condenado injustamente, sin prueba alguna sostenible que apuntase a su culpabilidad. Obviamente, Orund que estaba presente en la asamblea al lado de un sacerdote de la iglesia del Cristo Blanco, alego que sobraban los testimonios de los que le vieron salir de la casa , pero Arni declaro que tambien sobraban los que le vieron partir aquella mañana hacia la aldea cercana a sus compras, incluso los que recibieron aquella mañana de su propia mano encargos de semillas para las tierras de parte de su propio padre.
Cuando las protestas de los falsos testigos comprados por Orund se dejaron oir, Arni declaro que todos y cada uno eran conocidos siervos de Orund, y que a la postre, el era quien habia comprado sus tierras porque nadie se atrevia a hacer otra oferta por ellas. El padre de Blaer secundo estas palabras con firmeza, y mas de un miembro de la asamblea agacho la cabeza avergonzado, pues no podian negar la verdad de tales palabras.
Cuando las cosas empezaban a agriarse mas, y empezaba la asamblea a dividirse en dos grupos, uno que mayoritariamente seguia a Orund, ya sea por estar comprados o por miedo, y otro, mas reducido que empezaba a dar sentido a las palabras del muchacho, aparecio abriendose paso, una figura encorvada y vestida con una larga capa con capucha de color azul intenso, que le tapaba el rostro, dejando ver tan solo unos largos cabellos canos . Nadie necesitaba ver la cara al personaje encapuchado, portador de un largo baston ceremonial del que colgaban infinidad de plumas de aves y huesecillos. Todos sabian que se trataba sin duda de la anciana seidrkona, en otro tiempo, era la cabeza de toda reunion en la asamblea. Ahora hacia largas decadas que no se habia dejado ver por alli.
“Juicio de dios”, clamo la anciana con voz potente ante la atonita mirada de todos . “Que sean los dioses quienes juzguen quien lleva la razon”.
El sacerdote cristiano no tardo en elevar la voz, anunciando que una pagana ajena al dios verdadero no tenia derecho a reclamar la justicia divina sobre un hombre temeroso de dios y un esclavo.
Pero la anciana se le encaro señalandole con el dedo y declaro. “Ese perro al que tu llamas un hombre temeroso de dios, tiene en su haber tal cantidad de faltas que si tu dios Blanco es justo, no le permitira la entrada en su reino. En cuanto a los mios, estoy seguro que tampoco el consejo de los 13 le permitiria entrar en los salones del Valhalla” .
“En cuanto a la validez de mi palabra, ya era valida y respetada mucho antes de que tu gente llegase aquí.... seamos pues justos con dioses y hombres!, me acusas de servir a falsos dioses, mientras sin pudor alguno te elevas como voz del dios verdadero. Hagamos pues una cosa, que ambos se enfrenten en combate, cada uno con el respaldo de su dios...si es verdad que el tuyo esta por encima de los mios, sin duda Orund se alzara claramente vencedor....¿¿¿de que tienes miedo???”.
“Juicio de dios.. juicio de dios!” tronaron muchas voces a coro, incluso ahora muchos de los partidarios a priori de Orund le exigian defender su verdad en un combate abierto con aquel muchacho que se habia atrevido a tildarle de asesino y ladron de tierras.
Orund se vio atrapado sin salida, pero no se achico, habia llegado demasiado lejos para dejar que aquel mozalbete insolente le dejase quedar en ridiculo delante de todos los que le temian y respetaban. Otrora, habia sido un buen guerrero, habia matado el mismo a mas de un oponente, asi que, no encontro razón para negarse a dar una leccion a todos matando a aquel mocoso, y quedarse con las tierras ya sin la oposicion ni las dudas de nadie.
Se acordo que el combate tendria lugar al dia siguiente en la plaza del pueblo, ante la vista de todos, como era de esperar de dos hombres que se sometian a la voluntad de dios. Si uno de los dos no se presentaba, se entenderia que la razon asistia al contrario, pero se esperaba que ambos rivales se presentasen y se batiesen. Arni por ser el ofendido, y quien a la postre mas tenia que ganar con todo ello, Orund por no pasar vergüenza y ser tildado de cobarde , cuando no, por no sembrar la duda sobre la veracidad de todas las sospechas vertidas sobre el.
La anciana se presento ante Arni, que se mostraba tan sorprendido sobre el desarrollo de los acontecimientos como el resto del pueblo. La vieja seidrkona trato de disipar sus dudas . “Has elevado tu propia montaña a base de tu esfuerzo...ahora te toca abatir un ultimo tronco podrido antes de reclamar lo que en justicia es tuyo”.
Cuando llego la hora, Orund aparecio ante todos cubierto de una pesada brinja, y un elaborado casco de guerra, con un trabajado escudo y una espada en la mano, y a su lado del circulo , espero a que Arni apareciese para iniciar el combate. El muchacho aparecio , con las mismas ropas raidas que llevaba el dia anterior, sin proteccion alguna adiccional sobre su cabeza o hombros, tan solo, cargando a dos manos su pesada hacha de leñador, su unica y mas preciada posesion, y en palabras de la seidrkona, el instrumento de su venganza.
Se postulo que el duelo tendria que ser justo, y se ofrecio a Arni, espada y escudo, para estar al menos en igualdad de condiciones que su rival, pero el muchacho declaro que su hacha le bastaba como arma, y Orund cansado de esperar el momento de batirse y acabar con todo aquello de una vez, insto a que si ambos combatientes no tenian reparos en enfrentarse y estaban de acuerdo con las armas elegidas por el contrario, no habia porque demorar mas el combate.
El sacerdote cristiano, se planto en medio del circulo, y se explayo en una larga y tediosa perorata, hablando de que los tiempos de las salvajes costumbres barbaras en que los hombres terminaban con sus diferencias en un holmgang , un duelo salvaje a muerte, habian quedado atrás, que lo que ahora iban a presenciar, era distinto. Dos hombres batiendose hasta que dios otorgase su justo favor y la razon a uno de ellos.
Pero todos tenian claro que aquello era sin duda un Holmgang , que Orund intentaria por todos los medios matar a aquel muchacho, y siendo como era un experto guerrero y teniendo la ventaja de un mejor equipo, tenia todas las de ganar, en cuanto al muchacho, tenia la ira ciega de los que reclaman venganza y justicia a partes iguales. Su reaccion era del todo imprevisible, pero pocos esperaban piedad para su oponente.
Cuando el sacerdote hubo acabado su pesada intervencion , y dado la señal para el inicio del combate clamando “Juicio de Dios”, ambos contendientes entraron en el circulo ritual de combate, y tal como ya le habia predicho la anciana, Orund fue el primero en lanzarse al ataque, resuelto a acabar el combate cuanto antes, pero el chico, mas rapido y ya esperando su reaccion, se movio en una amplia finta, esquivando limpiamente el filo de la espada.
Los años cargando pesados troncos, y corriendo por los montes tras las piezas de caza que le sirvieron de alimento, no solo le habian vuelto agil y rapido como el lobo, sino que su espalda era ancha y fuerte como la de un oso. Asi que el muchacho no encontro muchas dificultades para esquivar los continuos ataques de Orund, que resoplaba bajo el pesado casco y la coraza, cargado con el escudo, que no hacia sino lastrar sus movimientos. Pronto quedo claro, que si Orund habia sido un poderoso guerrero antaño, las decadas de dejadez y buena vida habian hecho mella en el, se le veia lento y desentrenado en el combate al lado del muchacho que saltaba con la agilidad de un cervatillo de aquí a alla siempre fuera del alcance de su filo.
Para cuando Arni considero que el vigor y las fuerzas de su oponente iban menguando, basto un solo golpe de su pesada hacha, blandida a dos manos, para que el escudo de su oponente estallase en astillas y este se tambalease cayendo al suelo con su brazo posiblemente quebrado tras soportar tan terrible impacto.
Solo quedaba asestar el golpe final, y Arni ciertamente pudo hacerlo, levantando rapidamente el hacha sobre un hombre aturdido en el suelo, que aun no habia logrado levantarse, y que dudosamente podria detener la pesada hoja del hacha con su espada, antes de que esta abriese su pecho como un melon maduro.
Sin embargo, Arni nunca llego a asestar el segundo golpe mortal, dejo caer pesadamente su hacha, y derribando de una patada el torpe intento de su oponente por ponerse en pie , declaro “¿¿Acaso es necesario que mate a este cobarde para demostrar que tengo razon??. ¿Acaso no ha quedado demostrado que su dios le ha dado la espalda?.
Todos le aclamaron a gritos, mientras algunos partidarios de Orund le ayudaban a levantarse , este aprovecho que Arni se encontraba desarmado para intentar un ultimo ataque, pero fue frenado por varios golpes de los guardias que ahora vieron claro que Arni habia ganado con justicia y que la reaccion de Orund estaba fuera de lugar.
Ya libres de presiones, y viendo que la suerte habia abandonado a Orund, algunos de los falsos testigos se derrumbaron. Con el duelo ganado, la voluntad popular estaba ahora con Arni, dios estaba con el, ya fuese Odin, el padre de los dioses del norte, o por mera ausencia del apoyo del Cristo Blanco a Orund. En todo caso, los falsos testimonios que habian condenado a Arni, ahora ya no se sostenian.
Como colofon de esta historia, se dice que Arni no exigio mas que la devolucion de sus tierras, y por supuesto, el derecho a desposar a su prometida, aunque el consejo del pueblo le concedio mucho mas tras demostrarse la culpabilidad de Orund. Se dice que el asesino acabo sus dias en el mas vergonzoso de los destierros, mientras que Arni y su bella esposa gestionaron sus tierras, ahora suyas por dictamen de hombres y dioses , con justicia y equidad hasta el fin de sus dias.