La Campesina Ingeniosa: Leyenda tradicional de Normandia.

Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 2 de julio de 2017 3:52

En las tierras de Normandia, se cuenta la historia de una pequeña campesina, nacida de una familia muy humilde, no poseía riquezas, sin embargo, atesoraba un gran ingenio y su despierta cabecita salvo en su día a su gente.

Pues llegada la estación de las cosechas, el señor local mandó a su recaudador a recoger los tributos a la aldea, y como suele suceder muchas veces, el grande abusa del pequeño, y el que tiene un gran poder, nunca se apiada del pobre.

De esta manera, el recaudador enviaba hombres armados casa por casa, requisando todo lo que consideraba de valor, y todos sabían que lo hacia en provecho personal, pues gran parte de lo requisado, nunca llegaba a su amo, y se lo quedaba para su propio enriquecimiento.

Fue en medio de las protestas y los llantos de las gentes que veían como se les quitaba toda la provision de alimentos para el invierno, que la pequeña campesina a la que llamaremos Sigyn, se planto delante del recaudador para afearle su conducta.

El recaudador escucho divertido las protestas de la pequeña, que le explicaba que la aldea moriría de hambre tras tan brutal robo de sus bienes, y lo que es peor, no podrían hacer frente a las exigencias del señor de las tierras, porque estarían mal alimentados y enfermos. Así que la niña. ni corta ni perezosa, aconsejo al recaudador un poco de moderación  y renegociar la cuantía de los tributos.

El recaudador pensó en divertirse un poco a costa de aquella pobre campesina, que apenas tenia mas que sus ropas, y le contesto que se sentaría a negociar de nuevo la cuantía de los tributos , siempre que ella cumpliese tres tareas que el le encomendaría , obedeciendo a su vez todas las instrucciones que el le diese.

La pequeña Sigyn que como hemos dicho, era muy lista , acepto y aprovecho la ocasión del buen talante momentáneo del recaudador para arrancarle la solemne promesa de que, en caso de que ella cumpliese con las tres tareas, seria el propio señor de las tierras el que acudiese a escuchar las quejas de las gentes. 

El tramposo recaudador, pensó que aquella mocosa no tendría la mas mínima oportunidad de vencer, así que , con una carcajada, acepto el reto y allí mismo, juro por los dioses que se haría tal y como la pequeña solicitaba, en el improbable caso de que ganase la apuesta.

Y dicho esto, tomo un cesto cargado de grano, y cogiendo con su mano dos o tres puñados, los arrojo al suelo, y después, trazo una linea con su espada en la tierra  y declaro: " Tu primera tarea... quiero que traslades todos los granos de cebada, de este lado de la linea, al otro, pero para ello, no puedes usar ningún cuenco ni cesto".

Todos los presentes murmuraron por lo bajo, no era desde luego una apuesta justa, había cientos de granitos de cebada tirados en el suelo tras la linea, y la pequeña lardaría horas en irlos recogiendo para trasladarlos al otro lado de la linea. Pero la pequeña sonrió y dijo . "Estamos de acuerdo señor en que no puedo usar cuencos o cestos, pero puedo servirme de cualquier elemento que mi ingenio me dicte para cumplir la tarea? ". El recaudador asintió, y la muchacha esbozo una sonrisa satisfecha... y solo se limito a contestar "entonces señor, en un rato tendréis todos los granos donde queréis".


Y diciendo esto, salio corriendo ante la vista de todos, y regreso al momento con una  escoba, con la que se dedico a barrer los granos del suelo, reuniéndolos en un montoncito , mientras iba canturreando una alegre cancioncilla, después, los fue empujando poco a poco con la escoba hacia el otro lado de la linea, asegurándose de que, no quedase ni un solo grano atrás. Cuando hubo acabado su  tarea, sonrió satisfecha, y acercándose muy risueña al recaudador con su escoba al hombro dijo:

"Ya he terminado mi tarea señor... si bien he de advertiros que encontrareis un poco de tierra en medio de los granos que me habéis pedido que llevase al otro lado de la linea, pero sobre eso, nada se había comvenido, podéis comprobar si queréis que no ha quedado ningún grano de este lado de la linea, y contarlos si queréis para comprobar que no os falte ninguno".

Las carcajadas y vítores del pueblo, ante el ingenio de la pequeña, humillaron al recaudador, que como pudo, se trago la bilis de su primera derrota, pero ya estaba pensando en la siguiente tarea, y en la forma de hacerla imposible de realizar para la pequeña.

Así que, ordenó llenar un gran barreño de madera de agua, y le dijo a la pequeña que lo quería vació, pero que, para ello no podía utilizar ni cubos, ni jarras, ni ningún recipiente para vaciarlo. El iluso recaudador se imaginaba a la pequeña intentando achicar el agua con sus manos, pero no contaba con el gran ingenio que los dioses habían puesto en ella.

La niña volvió a sonreír, y tras mirar el gran barreño, pregunto ."Que ha de hacerse con el agua señor?". El recaudador riendo le espeto "bebetela si te place..pero dentro de dos horas quiero el barreño vació".

Era un barreño enorme, muy pesado, así que, el recaudador sabia que la niña no podría volcarlo sola , pero lo que sucedió a continuación, le dejo pasmado. La pequeña Sigyn se quito su vestido, y se quedo desnuda a vista de todos, lo que no le importo gran cosa. Y tras esto, sumergió el vestido en el barreño, y una y otra vez, lo fue sacando empapado en agua, escurriendo en el suelo. Hubo de repetir esto muchas veces, hasta que, el agua del barreño estubo casi seca, finalmente, acudió a casa, a buscar una tela seca, y con ella, dejo el barreño tan seco que parecía que nunca hubiese contenido gota alguna. Tras esto, colgó su vestidito empapado a secar en un árbol cercano, y así, desnudita, se encaro al recaudador una vez mas para decirle. "Ya tenéis vacío el barreño señor, y ya veis que he encontrado forma de cumplir con lo mandado, he tardado mucho, me he enfriado con el agua fresca... y ahora me arrepiento... hubiese sido mucho mas simple , ahora me doy cuenta, pedir su barrena al herrero y hacer en un lateral del barreño, un agujero".

Una vez mas, la ovación de toda la aldea y las burlas, hicieron ponerse rojo de rabia al recaudador, que veía como una niña pequeña se estaba burlando de el, pero sonrió para sus adentros, pues la ultima de las tareas era totalmente imposible, para una niña tan pequeña.

Señalo una gran roca en un lado del camino, y le dijo a la niña . "Bien mocosa, quiero que la partas por la mitad, o al menos que rompas de ella un buen pedazo, pero para ello te prohibo usar maza o martillo alguno".

Todos negaron con la cabeza, era algo realmente imposible, ¿como se supone que iba a hacer la pequeña para partir semejante roca sin un buen mazo o martillo?... pero la pequeña volvió a sonreír, y dijo que para la tarea necesitaba mucho tiempo, pero que si esto no era problema, estaba dispuesta a partirla en dos. El recaudador acepto intrigado, y durante las siguientes horas, vio como la niña se afanaba en rodear la roca de maderos, paja, y cuanto rastrojo vio que pudiese arder bien. Fueron horas de duro trabajo, mientras todo el pueblo estaba presente, contemplando impotente el esfuerzo de la pequeña, sin poder ayudarla en nada. Acabada esta tarea, la pequeña se sentó a descansar, mientras observaba como el fuego que acababa de encender envolvía la piedra. Después estuvo largas horas alimentando la hoguera con madera y paja, y finalmente, empezó un trabajo igualmente duro, acarear cubos y cubos de agua del pozo , y irlos dejando al lado de la hoguera. 

Con ellos, enfrió de golpe la piedra caliente, que echaba largas columnas de vapor, y tras este laborioso trabajo, la roca emitió un sordo chasquido, y se cuarteo, la pequeña siguió enfriándola, hasta que, la roca se abrió como un melón ante el asombro de todos.

Una vez mas, había triunfado, y ya el pueblo la levantaba a hombros, paseándola victoriosa por toda la aldea. Tras esto, la muchacha ya no tenia ganas de burlas, se encaro por tercera vez al recaudador y dijo . "Y bien señor... he cumplido lo mandado, según tus normas, ahora, es tiempo de que cumplas tu lo prometido y hagas venir al gran señor de las tierras a escuchar lo que he de decirle en nombre de todos, y mas te vale cumplir en nombre de lo jurado a los dioses, pues no es bueno unir al cargo de ladrón, también el de perjuro, faltando a una promesa ante los dioses".

Ni que decir tiene, que el burlado recaudador desapareció de la aldea, y ante el miedo de tener que responder por sus abusos ante su señor, huyo de la comarca, aunque no tardaron en apresarlo y tras ser encontrado culpable de sus faltas, se le aplico un justo castigo. En cuanto a la pequeña Sigyn, dicen que el noble señor de las tierras la encontró sonriente entre los suyos, y se maravillo de su ingenio. A partir de entonces, a la aldea se le aplicaron los tributos justos, y dicen que la pequeña campesina llego a ser con el tiempo, una mujer amada y respetada por todos, tenida por sabia por muchas gentes que acudían a consultarla de muchas millas a la redonda.

El ingenio es siempre mas poderoso que la fuerza, sobre todo, cuando se cuenta con la protección de los dioses, susurrando  detrás de la oreja.


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