Amleth : El Señor de la Venganza (Segun la obra original de Saxo Grammaticus)
Publicado por HEATHENPRIDE , domingo, 8 de diciembre de 2019 3:18
Horwendil,
el poderoso rey de Dinamarca, se desposo en su dia con la hermosa
Gurutha, la hija de Rorik, y ella al cabo de un tiempo le dio un
hijo, al que llamaron Amleth.
La
buena fortuna de Horwendil, bien casado y con excelente relaccion con
los reyes vecinos picó de emvidia a su hermano Feng que acabo loco
de celos, por lo que este resolvió traicionar a su hermano,
demostrando que la bondad no está a salvo incluso cuando la traicion
viene de los de la casa de un hombre justo.
Y
cuando llegó la oportunidad de asesinarlo, su mano ensangrentada
sació la pasión mortal de su alma.
Luego
tomó para si mismo a la esposa del hermano que había masacrado,
cubriendo el asesinato antinatural aun con un acto mas vergonzoso.
Para
aquel quien cede ante un acto deshonrroso y cobarde , sucede que
,rápidamente se convierte en una víctima más fácil para la
siguiente traicion o engaño, siendo la primera mala conducta un
incentivo para la segunda. Además, el hombre oculto la monstruosidad
de su acto con tal habilida de astucia de serpiente, que hizo creer a
todos en un acto de buena voluntad para excusar su crimen, y pasó
por alto el asesinato de su hermano como una muestra de justicia.
Gerutha,
según hizo correr el rumor, aunque tenia un esposo tan gentil que
no le haría el menor daño a nadie, había sido atacada por su
propio esposo una noche en que este estaba muy borracho; y
supuestamente cuando Feng escucho los gritos de ella,lo hizo todo
para salvarla, se puso en medio de la discusion de la pareja, y
siempre según la mentira que hizo correr, como su hermano no atendia
a razones, se pelearon,m pero la pelea se les fue de las manos, y
cuando se dio cuenta, había matado a su hermano; orque pensaba
que era vergonzoso que una dama tan mansa y desenfadada sufriera el
gran desdén de su marido.
Tampoco
fallaron sus suaves palabras en su intento de eludir la ley,porque en
los tribunales, donde a veces se favorece a los tontos y se prefiere
a los que mienten, una mentira a medias no cuela, asi que adorno con
muchos detalles escabrosos el suceso según el cual se vio obligado a
matar a su hermano.
Tampoco
Feng evitó los vergonzosos abrazos de muchos que se pusieron de su
parte, felicitandole por su accion, en el propio funeral de su
hermano.
Amleth
vio todo esto y sabia del engaño, pero temía que un comportamiento
demasiado desconfiado pudiese delatarle , asi que , decidio ser
astuto y no hacer nada que pudiera hacer que su tío sospechara de
él.Así que decidió fingir aburrimiento y fingir una total falta de
ingenio.Este recurso astuto no solo ocultaba su inteligencia sino que
también garantizaba su seguridad. Parecer un muchacho medio tonto y
de pocas luces haria que todos se olvidasen de el.
Todos
los días permanecía en la casa de su madre completamente apático y
comportandose como poco menos que un mono adiestrado arrojándose al
suelo y salpicandose a si mismo con tierra sucia y maloliente. Su
rostro y cara descoloridos cubiertos de limo denotaban una locura
manifesta y todos le consideraban una molestia, una persona tonta y
grotesca.
Todo
lo que decia eran cosas sin sentido , como una interpretacion en la
que decir sandeces era una pieza que encajaba con estas locuras; todo
lo que hacia era saborear el letargo absoluto. En una palabra,
no lo hubieran considerado un hombre en absoluto, sino un estupido
incapaz de hacer frente a nada y desde luego, incapaz de enfrentar su
destino.
A
veces se sentaba cerca del fuego y, rastrillando las ascuas con sus
manos, formaba espetones de madera y los endurecía en el fuego,
moldeando en sus puntas ciertas estrias, para que se aferraran más a
sus puntas de lanza.Cuando se le preguntó de qué se trataba, dijo
que estaba preparando jabalinas afiladas para vengar a su padre. Esta
respuesta recibia siempre un monton de burlas, todos los hombres se
burlabam de su búsqueda de venganza casi infantil, ociosa y
ridícula; pero que nadie esperase nada de el y le considerasen
el tonto al que habia que tener lastima, le ayudaria mas tarde.
Sin
embargo fue su habilidad en este asunto lo que despertó por primera
vez en los observadores más profundos una sospecha de su
astucia. Por su habilidad en un arte insignificante engendró el
talento oculto del artesano;no podían creer en el espíritu
aburrido de un loco , al ver la obra donde la mano había adquirido
una perfeccion tan notable.
Por
último, siempre observaba con el mayor cuidado puntual su montón de
astas que habia endurecido al fuego.Algunas personas de su entorno,
por lo tanto, declararon que su mente era lo suficientemente rápida,
y empezaron a creer que solo jugaba a hacerse el simplón para
ocultar su comprensión, y ocultar asi algún propósito profundo
bajo una astuta artimaña sin ser descubierto.
Su
astucia latente se detectaría más fácilmente si una mujer bella se
pusiera en su camino en un lugar apartado, lo que provocaría
reacciones en su mente ante las tentaciones del amor; todo el
temperamento natural del hombre es demasiado ciego ante el
pensamiento amoroso, y generalmente este pensamiento crece de forma
demasiado impulsica para ser ingeniosamente disimulado, y esta pasión
también es demasiado impetuosa para ser controlada por la astucia.
Por
lo tanto, si su letargo fuera fingido, aprovecharía la oportunidad y
cedería directamente a las delicias violentas.Algunos hombres fueron
ordenados con el fin de llevar al joven en sus paseos a una parte
remota del bosque, y allí lo asaltaron con una tentación de esta
naturaleza , alguna jovencita bella que le despertase la pasion y le
obligase a delatarse.
Entre
ellos se encontraba un hermano adoptivo de Amleth, que no había
dejado de tener en cuenta su educación común; y que estimaba
sus órdenes actuales por parte de su tio , bastante menos que el
buen recuerdo de su crianza con su hermano.
Asistió
a Amleth fingiendo ceñirse al plan designado, ansioso por no verse
descubierto, pero apovecho estas salidas al bosque para advertir
a su hermano y de este modo, el presunto tonto,fue persuadido de que
sufriría la peor de las suertes si mostrara el más mínimo atisbo
de razón, y sobre todo si mostraba el mas leve interes amoroso por
alguna chica.
Esto
también fue lo suficientemente claro para el propio Amleth. Porque
cuando se le ordenó montar su caballo, deliberadamente lo hizo de
tal manera que giró la espalda hacia el cuello y miró hacia el
frente, hacia la cola;que procedió a abarcar con las riendas, como
si en ese lado esperase encontrar su cabeza., Al no encontrarla,
rompio a lloriquear como un niño.Con este astuto pensamiento, eludió
la trampa que se la habia tendido y venció la traición de su tío.El
corcel implacable que galopaba, con el jinete dirigiendo su cola, era
lo suficientemente ridículo como para contemplarlo como la obra de
un loco.
Amleth
continuó y un lobo se cruzó en su camino en medio de la
espesura.Cuando sus compañeros le dijeron que un potro joven lo
había visto, él respondió que eel semental de Feng había visto
muy pocos combates de ese tipo Era una manera gentil pero
ingeniosa de invocar una maldición sobre las riquezas de su
tío.Cuando afirmaron que había dado una respuesta astuta, respondió
que había hablado deliberadamente: porque detestaba que se le
pensara propenso a mentir sobre cualquier asunto, y deseaba ser
considerado alguien que odiaba las mentiras;y, en consecuencia,
mezcló la palabra intencionadamente confusa y la franqueza de tal
manera que, aunque sus palabras no carecían de verdad, no había
nada que revelara que estaba lucido de mente y traicionara hasta
dónde llegaba su entusiasmo y su buen juicio.
Una
vez más, al pasar por la playa, sus compañeros encontraron el timón
de un barco que había naufragado y dijeron que habían descubierto
un cuchillo enorme."Este", dijo, "es lo justo y
necesario para cortar un jamón tan grande"; con lo que
realmente se refería al mar, a cuya imensidad, pensó, este enorme
timón hacía juego.
Además,
cuando pasaron los montículos de arena y le pidieron que mirara la
comida, es decir, la arena, respondió que había sido molida por las
tempestades canosas del océano.Sus compañeros elogiando su
respuesta, pensaron que lo había dicho ingeniosamente.
Luego
lo dejaron a propósito, para que pudiera reunir más coraje para
practicar el desenfreno.La mujer a la que había enviado su tío lo
encontró en un lugar oscuro, como si se lo hubiera cruzado por
casualidad; y sin duda el hubiese cedido a sus insinuaciones y
la hubiese tomado, si no fuera porque su hermano adoptivo, con un
mensaje secreto, le habría dado una idea de en que consistia la
trampa.
Su
hermano, mientras reflexionaba sobre la forma más adecuada de jugar
en secreto el rol de chivato y evitar la peligrosa inmadurez amorosa
del joven, asi que encontró una pajita en el suelo y la sujetó
debajo de la cola del abdomen de una mosca que pasaba volando;que
luego condujo hacia la choza en particular donde sabía que estaba
Amleth: un acto que sirvió muy bien para su objetivo.
El
envio fue interpretado tan astutamente como había sido enviado.
Porque Amleth vio a la mosca con tan extraña apariencia y estudio
con curiosidad la pajita que llevaba incrustada en su abdomen y
percibió que era una advertencia secreta tener cuidado con la
traición.
Alarmado,
oliendo una trampa y pretendiendo ante todos querer intiimar con la
joven con mayor seguridad y tranquilidad, atrapó a la mujer en sus
brazos y la arrastró a un pantano distante e impenetrable.
Además,
cuando ya estuvieron a salvo de miradas indiscretas, él la conjuró
fervientemente para que no revelara el asunto a nadie, y la promesa
de silencio entre la sierva y el muchacho se acordó tan sinceramente
como se le pidió a ella.
Para
mayor fortuna los dos habían estado bajo el mismo cuidado en su
infancia; y esta temprana crianza en común había llevado a
Amleth y a la niña a una gran intimidad. Aunque la sierva sabia muy
bien el riesgo que corria, no le costo mucho comprometerse a guardar
silencio.
Entonces,
cuando tras un rato regresó a casa, todos le preguntaron en tono de
burla si había dado paso al amor, y él admitió que había estado
con la criada. Cuando se le preguntó a continuación dónde lo
hizo, y cual había sido la almohada, dijo que había descansado
sobre el casco de una bestia de carga, sobre una cresta de gallo y
también sobre un tejado.La respuesta sin pies ni cabeza, dejo a
todos a medias, sin duda, habia tenido relacciones con la
muchacha...pero su cabeza parecia tan llena de pajaros como siempre.
La
doncella, también, cuando se le preguntó sobre el asunto, declaró
que no había hecho tal cosa y que para nada habia intimado con el; y
su negación se acreditó más fácilmente cuando se descubrió que
la escolta no había presenciado el hecho. Asi fue la declaracion de
ella, la que acabo por comvencer a todos, que nada habia sucedido
entre los dos y que realmente, lo unico que habia sucedido es que no
habian pasado de un largo paseo por el pantano, una chica
esforzandose por complacer las ordenes de su amo, acompañada por un
tonto que en momento alguno fue capaz de captar todas las
insinuaciones.
Luego,
al que había marcado el tábano para dar una pista, deseando
mostrarle a Amleth que a su truco le debía su salvación, le hizo
saber que sabia que últimamente se había dedicado por completo a la
seguridad de Amleth. La respuesta del joven fue acertada.Para no
olvidarse del servicio de su informante, dijo que había visto una
mosca con una paja incrustada en su trasero. La inteligencia de
incluir este disparate , que hizo reír al resto, regocijó el
corazón del amigo de Amleth.
Por
lo tanto, todos fueron burlados y siguieron considerandole tan loco
como siempre, y ninguno pudo abrir la cerradura secreta de la
sabiduría del joven.
Pero
un amigo de Feng, dotado de más seguridad que juicio, declaró que
la astucia insondable de tal mente no podía ser detectada por ningún
complot vulgar, porque la obstinación del hombre era tan grande que
no debería ser rebelada con medidas leves;había muchas dobleces en
su astucia, y no seria facil dar con el metodo para desenmascararle.
En
consecuencia, dijo él, su propia agudeza más profunda había dado
con un camino más delicado , un truco mas sutil, que era adecuado
para ponerlo en práctica, y efectivamente descubriría lo que
deseaban saber.
Feng
estaria deliberadamente ausente, fingiendo asuntos de gran
importancia que le mantenian fuera . Amleth debería estar solo
con su madre en su habitación;pero primero se deberia comisionar a
un hombre para que se ocultase en una parte oculta de la habitación
y escuchase atentamente lo que hablasen madre e hijo. Porque si
el hijo tuviera algo de ingenio, no dudaría en hablar al oído de su
madre, o no debiera temer confiar en la fidelidad de la mujer que lo
parió.
El
orador, reacio a parecer más listo para idear la estratagema, que
para llevar a cabo la trama, se ofreció celosamente como el agente
de espionaje. Feng se regocijó con el plan y partió con el
pretexto de un largo viaje. Entonces el espia entro en secreto
en la habitación donde Amleth estaba encerrado con su madre, y se
oculto entre las sombras.
Pero
Amleth tenía su antídoto para la traición. Temeroso de ser
escuchado por algún espía, al principio recurrió a sus formas
imbéciles habituales, y cantó como un gallo ruidoso, batiendo los
brazos para imitar el aleteo de las alas del gallo asustado. Luego
se subio a la paja y comenzó a balancear su cuerpo y saltar una y
otra vez sobre ella, deseando probar si algo estaba escondido
allí. Sintiendo un bulto debajo de sus pies, clavó su espada
en el lugar donde sabia que alguien espiaba y atravesó al que yacía
escondido.
Luego
lo sacó de su escondite y lo remató.Luego, cortando su cuerpo en
bocados pequeños, lo humedeció en agua hirviendo y lo arrojó a
través de la boca de una alcantarilla abierta para que los cerdos
comieran, de esta forma, el espia desaparecio sin dejar rastro.
Habiendo
eludido de esta manera la trampa, regresó a la habitación. Entonces
su madre lanzó un gran quejido y comenzó a lamentar la locura de su
hijo con gran muestra de afliccion en su rostro; pero él la
miro con desden y dijo: "¡La más infame de las mujeres!
¿Buscas con tales lamentaciones mentirosas el consuelo para ocultar
tu mayor culpa? .
“Dispuesta
como una ramera, has entrado en un estado de matrimonio malvado y
abominable, abrazando sin miramientos al asesino de tu marido, y has
comvivido sin remordimiento con el asesino sin importarte la suerte
de tu hijo. Esta es, por cierto, la forma en que las yeguas se juntan
con los vencedores de sus compañeros; porque las bestias brutas son
naturalmente incitadas a emparejarse indiscriminadamente; y parece
que tú, como ellos, has borrado la memoria de tu esposo para unirte
al vencedor. En cuanto a mí, me he ocultado con la máscara de la
locura; porque no dudo que el que destruyó a su hermano se
cebaria despiadadamente en la sangre de su parentela. Por lo
tanto, es mejor elegir el atuendo de aburrimiento y locura, que el
del sentido, y tomar prestado un tiempo para orquestar mi
venganza. Sin embargo, la pasión por vengar a mi padre todavía
arde en mi corazón; pero estoy viendo las posibilidades y obro
con cautela y sin precipitacion, espero la hora adecuada.Hay un lugar
para todas las cosas; contra un espíritu tan despiadado y
oscuro debe usarse los dispositivos más profundos de la mente.Y tú,
que habías estado mejor empleada en el llanto para lamentarte de tu
propia desgracia, sabes que es superfluo lamentar mi falta de
ingenio; deberías llorar por la mancha en tu propia mente, no
por la de otro. Por lo demás, mira, hazte a un lado para que mi
venganza no te alcance y por tu bien, guarda silencio ".
Con
tales reproches, partió el corazón de su madre y la redimió para
que anduviera por los caminos de la virtud;enseñándole a encender
los fuegos del pasado por encima de las seducciones del presente.
Cuando
Feng regresó, en ninguna parte podía encontrar al hombre que había
sugerido el plan para desenmascarar al muchacho, por mas que ordeno
remover cielo y tierra, no habia rastro alguno del espía
traicionero.
Lo
buscó largo y tendido y cuidadosamente sopeso toda opcion posible de
su paradero, pero nadie dijo que lo huviesen visto en ningún lado.A
Amleth, entre otros, se le preguntó en broma si había encontrado
algún rastro de él, y respondió que el hombre había ido a parar a
la alcantarilla, pero que había caído hasta el fondo y había sido
ahogado por las inundaciones de inmundicia, y que entonces habia
sido devorado por los cerdos que merodeaban por todo ese lugar. Este
discurso fue despreciado por quienes lo escucharon; porque
parecía no tener sentido, aunque realmente declaraba la verdad
expresamente. Y es que nadie penso que por primera vez, el muchacho
se atreviese a contar la verdad sin tapujo alguno.
Feng
ahora sospechaba que su hijastro estaba ciertamente lleno de astucia
y deseaba actuar abiertamente contra el, pero no se atrevía a hacer
nada por miedo al disgusto y a las represalias , no solo por parte
del abuelo de Amleth, Rorik, sino también por su propia esposa de la
que no podia prescindir por ser pieza basica para asentarse en el
trono.
Entonces
pensó que el Rey de Gran Bretaña podria ser empleado como un peon
para matarlo, para que otro pudiera hacer el trabajo sucio por el, y
él pudiera fingir inocencia.
Por
lo tanto, deseoso de ocultar su crueldad, prefirió maldecir a su
amigo y ordenar que si un dia se le encontraba se le acusase de
traicion que llevar la desgracia a su propia cabeza.
Amleth,
al partir, le dio órdenes secretas a su madre de colgar una
decoracion en el pasillo con tapices anudados y realizar el emvio de
obsequios simulados para él un año después; prometiendo que
regresaría y que entonces ella entenderia el porque de su extraño
proceder. Luego, dos criados de Feng lo acompañaron, con una
carta grabada en madera, una cedula que explicaba al rey ingles que
el muchacho era un peligro y que tenia que deshacerse de el lo mas
rapido posible. No importaba el metodo, pero el muchacho debia morir.
Mientras
descansaban, Amleth empezo a hacer el tonto, bailando ante el fuego,
los guardas se relajaron y empezaron a beber, cuando el alcohol hizo
efecto y finalmente se durmieron, buscó en sus arcas, encontró la
carta y leyó las instrucciones que contenía.
Con
lo cual borró toda la escritura en la superficie, y como en años
nadie se habia preocupado de el, habia aprendido en secreto a leer y
escribir, asi que ,sustituyó el texto por caracteres nuevos, y así,
acabo cambiando el significado de las instrucciones,lo que a la
postre cambió su propio destino , descargando la orden de muerte
sobre sus compañeros.
Tampoco
estaba satisfecho con quitarse la sentencia de muerte y pasar el
peligro a otros, sino que penso en forjarse un pilar de futuro y
añadió una nota de suplica que pedia al Rey de Gran Bretaña que
le otorgaría a su hija en matrimonio a un joven de gran juicio que
le estaban enviando. Debajo de esto se mantenia lo unico
autentico en el mensaje falso, la firma de Feng.
Tras
un viaje sin incidenes, cuando llegaron a Gran Bretaña, los enviados
se presentaron al rey y le entregaron la carta que, supuestamente
condenaba al muchacho,logicamente nunca sospecharon que era una
sentencia de muerte para ellos . El rey disimuló la verdad y
les suplicó que se acomodasen de manera hospitalaria y amable.
Entonces
Amleth exploró todo el esplendor del banquete real y se comporto
como si el mas magnifico de los festines no fuesen para el, mas que
viandas vulgares, y estuvo sentado a la mesa absteniéndose muy
extrañamente de excesos, rechazó ese festín lleno de exquisiteces,
absteniéndose de beber tanto como del banquete.
Todos
se maravillaron de que un joven que se supondria hambriento y
fatigado y un extranjero en esas tierras , se mostrase con tanto
aplomo y despreciase las delicadezas cuidadosamente preparadas de la
junta real y el lujoso banquete proporcionado, como si fuera el gusto
de algún campesino.Entonces, cuando la fiesta terminó, y el rey
estaba ya despidiendo a sus amigos para que descansaran, hizo que
enviasen a un hombre a espiar al dormitorio para escuchar en secreto,
para poder escuchar la conversación de medianoche de sus invitados.
Ya
en los aposentos, cuando los compañeros de Amleth le preguntaron por
qué se había abstenido de los manjares en la fiesta de recepcion,
como si fueran veneno, respondió que el pan estaba manchado de
sangre y contaminado; que había una espiga de hierro en el
licor; mientras que las carnes de la fiesta apestaban al hedor
de un cadáver humano y estaban infectadas por una especie de olor a
podredumbre. Dijo además que el rey tenía los ojos de un
esclavo, y que la reina había mostrado de tres maneras el
comportamiento de una esclava.
Este
desprecio insultante, fue no tanto para la fiesta como para sus
dadores. Y ahora sus compañeros, burlándose de él como
siempre, considerandole loco, comenzaron a burlarse de él con muchas
burlas descaradas, porque culpaba y se reia de cosas aparentemente
dignas, y porque tachaba al rey de indigno y a la reina de portarse
como una mujer vulgar y poco instruida.
Todo
esto el rey escuchó de su criado; y declaró que aquel que
podía decir tales cosas tenía más que la sabiduría de un mortal o
más que la locura de cualquier hombre corriente; en tan pocas
palabras, un invitado no podia expresar una opinion de mayor calado
que la del muchacho , pero el rey sospechaba que tenia sus razones.
Luego
convocó a su mayordomo y le preguntó de dónde había salido el
pan de la cena.El mayordomo declaró que había sido hecho por el
propio panadero del rey.
El
rey preguntó dónde había crecido el maíz del que estaba hecho, y
si había alguna señal de matanza humana allí.El panadero respondió
que, no muy lejos, había un campo, cubierto con los huesos antiguos
de hombres sacrificados, y que todavía mostraba claramente todos los
signos de la antigua carnicería; y que él mismo había
plantado este campo con grano en primavera, creyendo que era más
fructífero que el resto y esperando que los huesos que alimentaban
la tierra la hiciesen mas feurte;pero nadie antes habia notado sabor
extraño alguno en el pan , ni mucho menos sabor a sangre.
Al
oír esto, el rey supuso que Amleth había hablado con una
impresionante clarividencia que le mostraba la verdad y se esforzó
por saber también cuál había sido la fuente de la manteca y la
carne de cerdo.El carmicero real declaró que, por negligencia, sus
cerdos se habían desviado de su custodia y se habían aferrado al
cadáver podrido de un ladrón, y que tal vez su carne de cerdo se
podia haber contaminado por eso...pero que nadie habia notado nada
malo en ella, excepto el extranjero.
El
rey, al descubrir que el juicio de Amleth también era correcto en
este asunto, preguntó qué licor había mezclado el mayordomo al
preparar la bebida. Al enterarse de que se había hecho la
cerveza y el hidromiel con el agua del pozo del castillo, esto le
señaló la posible corrupcion del manantial y comenzó a buscar en
el fondo; y allí encontró, oxidadas, varias espadas, cuyo
sabor se creía que había contaminado las aguas.Otros relatan que
Amleth desprecio la bebida porque, mientras la probaba, había
detectado algunas abejas que se habían alimentado en la barriga de
un hombre muerto; y que en ella aun estaba la punta de la lanza que
le mato, oxidada y corrompida.
El
rey, al ver que Amleth había dado con razón las causas del gusto
que había encontrado tan repugnante en la comida, y al enterarse de
que los ojos con los que Amleth le había reprochado que miraba como
un siervo se referían a alguna mancha sobre su nacimiento, tuvo una
entrevista secreta con su madre y le preguntó quién era su padre
real. Ella dijo que no se había sometido a nadie más que al
rey.Pero cuando la amenazó con que la probaría con torturas hasta
saber la verdad, le dijo que era descendiente de un siervo que
siempre habia protegio a la reina y con el que ella habia tenido una
corta relaccion. Por la evidencia de la declaración así
extorsionada, entendió todo el misterio del reproche sobre su
origen.
Abrumado
como estaba por la vergüenza por su bajo estado, estaba tan
cautivado por la inteligencia del joven que le preguntó
directamente por qué había asaltado a la reina con el reproche de
que ella se había humillado como una esclava por tres veces . Pero
aunque le molestaba que la cortesía de su esposa hubiera sido puesta
en duda, nada le humillaba mas que su propio origen indigno de un
rey.
Amleth
dijo que había notado en ella tres imperfecciones que mostraban el
comportamiento de un esclavo;primero, se había tapado la cabeza con
el manto como hacen las sirvientas; luego, que se había
recogido el vestido para caminar; y en tercer lugar, que primero
había escogido una porcion menor en la carne, y luego masticaba el
remanente de comida que se pegó en las grietas entre los dientes en
vez de quitarselo con un palillo. Además, mencionó que la
madre del rey había sido traída a la corte, rescatandola de la
esclavitud desde el cautiverio y educandola como una dama, para que
no pareciera servil en sus hábitos.
Entonces
sucedió que el rey encontro que el muchacho era un hombre realmente
sabio, adoraba la sabiduría de Amleth como si estuviera inspirada, y
le dio a su hija por esposa , pues nadie encontraria mas sabio al que
entregar la mano de la muchacha;aceptando su simple palabra de que
habia sido enviado alli con tal propisito como si fuera un mensaje
de los cielos.
Además,
para cumplir la orden de su amigo, colgó a los compañeros de Amleth
al día siguiente. Amleth, fingiendo ofensa, trató este suceso
harto comveniente para si mismo como una gran perdida, y recibió
del rey, como compensación, algo de oro, que luego derritió en el
fuego, y secretamente hizo que se vertiese en algunos palos huecos.
Cuando
había pasado un año entero con el rey, logró su permiso para hacer
un viaje y regresó a su propia tierra, llevándose toda su riqueza
principesca y declarando que se llevaba tan solo unos listones de
madera con los que hacer jabalinas, ya que pensaba que la madera
inglesa era de mejor calidad que la de su propia tierra. El rey ,
halagado por su ocurrencia, y totalmente ignorante de la calidad de
la madera de su reino, no puso la mayor pega para que se llevase toda
la madera que desease.
Al
llegar a Jutlandia, cambió su apariencia actual por su antiguo
comportamiento, volviendo al rol de loco que había adoptado para
fines justos, asumiendo deliberadamente un aspecto de desaliño y
locura. Cubierto de suciedad, entró en la sala de banquetes
donde se llevaban a cabo sus propias obsequias, y golpeó a todos los
hombres completamente horrorizados, diciendo que el rumor que se
había falsamente emitido en el extranjero sobre su muerte era
obviamente falso.
Finalmente,
el terror de todos se convirtió en alegría, y los invitados se
burlaron y se reian unos de otros, hechandose en cara el hecho de que
aquel cuyos últimos ritos que celebraban como si estuviera muerto,
hubiese aparecido entre ellos vivo y les hubiese hecho creer que se
trataba de un espectro o un fantasma vengativo.
Cuando
se le preguntó acerca de sus camaradas, señaló los palos que
llevaba y dijo: "Aquí están el uno y el otro".Como
siempre, nadie supo entender la ironia de lo que decia, pues
realmente, dentro de los palos estaba el oro que habia recibio como
“compensacion” por la muerte de aquellos que debian entregarle.
Intentando llevar la fiesta a derroteros mas alegres, se dedico el
mismo a escanciar la bebida.
Luego,
para evitar que su vestido suelto obstaculizara su caminata, se ciñó
la espada a un lado y, a propósito, la desenvainó varias veces y se
pinchó los dedos con la punta.En consecuencia ausentandose varias
veces con la excusa de traer mas vino, acabo torciendo o clavando el
mango de sus espadas amontonadas en un lado apartado del gran salon
con sus vainas, de una u otra forma, se encargo de que las armas
quedasen lo mas inservibles posible.
Luego,
para allanar el camino de manera más segura a su complot, se dirigió
a los señores y los sento en el lado mas apartado de la puerta, y
los empapó a todos tan profundamente en vino, que sus pies se
debilitaron por la embriaguez, y se volvieron para descansar dentro
en las dependencias del palacio, muchos estaban tan borrachos que
roncaban pesadamente sobre los bancos donde estaban festejando
instantes antes.
Luego
siguio sirviendo alcohol a discrecion, hasta que vio que estaban en
un estado adecuado para sus complots, y pensó que en ese momento
había una oportunidad clara para cumplir su propósito.
Así
que sacó de entre las pajas de un antiguo covertizo las estacas que
había preparado hacía mucho tiempo y entró en el edificio, donde
el suelo yacía cubierto con los cuerpos de los nobles que jadeaban
en medio de su sueño y su borrachera. Luego, cortando sus
soportes, bajó el colgante que su madre había tejido, y que cubría
las paredes internas y externas del pasillo. Este lo arrojó
sobre los roncadores, y luego les ensarto uno a uno con las estacas.
Los pocos que lograron levantarse, caian muertos por su espada, pues
ebrios como estaban, apenas podian acercarse al rincon de las armas,
aquellos que las alcanzaron, flaco uso pudieron hacer de ellas,
muchas estaban torcidas y era imposible sacarlas de sus vainas, otras
tantas, clavadas a la pared...
Después
de esto y finalizado el triste trabajo de la espada , prendió fuego
al palacio.Las llamas se extendieron, dispersando el incendio con
voracidad por todas partes.Envolvió de esta forma, el fuego toda la
vivienda, destruyó el palacio y quemo a todos . Si se habia olvidado
de alguno, no existio peor final posible para el, mejor hubiese
perecido ensartado en una pica o por la espada, que quemado vivo.
Luego
fue a la cámara de Feng, que antes había sido conducido por sus
siervos a su pabellón.Arrancó una espada que por casualidad colgaba
de la cama y plantó la suya en su lugar. Luego, al despertar a
gritos a su tío, le dijo que sus nobles estaban pereciendo en las
llamas, y que Amleth estaba allí, armado con sus viejas picas para
ayudarlo, y sediento de vengarse, ahora se tomaria una venganza muy
demorada, por el asesinato de su padre. Feng, al escuchar esto,
saltó de su cama, pero fue frenado porque no encontraba su espada, y
se veia del todo incapaz de desenvainar la que su oponente habia
dejado en su lugar. La espada estaba protegida por un hechizo runico
que solo su portador conocia, una habil precaucion... solo podria
matar, en manos de su legitimo dueño.
¡Oh,
valiente Amleth, y digno de fama inmortal, que, astutamente armado
con un poco de locura, cubría una sabiduría demasiado alta para el
ingenio humano bajo un maravilloso disfraz de estupidez y no solo
encontró en su sutileza medios para proteger su propia seguridad,
sino que también por su orientación encontró la oportunidad de
vengar a su padre!.Por esta hábil defensa de sí mismo en las horas
de peligro, y la extenuante labor de fraguar la venganza por sus
padres, ha dejado en duda si debemos pensar más en su ingenio o en
su valentía para esforzarnos en ensalzarlas con elogios.
Amleth,
cuando había maquinado en su mente la venganza por la muerte de su
padre, temía exponer su acción al juicio voluble de sus
compatriotas, y pensó que era mejor esconderse hasta que supiera de
qué manera se tomarian estos la muerte de su padrastro.
Entonces,
todo el vecindario, que había observado el incendio durante la noche
y habian intentado en vano sofocarlo, por la mañana deseaban saber
la causa del incendio que habían visto devorarlo todo, el pueblo
llano, percibió el palacio real caído en cenizas;y, al buscar a
través de sus ruinas, que todavía estaban cálientes, encontraron
solo algunos restos sin forma de cadáveres quemados.Porque la llama
devoradora había consumido todo tan completamente que no quedaba ni
una sola pista para informarles de la causa de tal desastre.
También
vieron el cuerpo de Feng tendido atravesado por la espada, en medio
de su vestido manchado de sangre. Algunos, los partidarios de su
reinadp fueron los que mostraron ira abierta, otros reaccionaron con
dolor a la perdida de un lider que a su manera habia traido cierta
prosperidad a los mas pudientes y otros no le hecharian de menos y lo
festejarian con deleite secreto.Una de las partes lloró por la
muerte de su líder, la otra agradeció que la tiranía del
fratricida hubiee acabado. La muerte del rey fue asi dividiendo al
pueblo en dos reacciones claramente enfrentadas.
Amleth,
al encontrar a la gente tan callada, se atrevió a abandonar su
escondite. Invocando muy en secreto a aquellos en quienes sabía
que el recuerdo de su padre era de raíces firmes, fue a la asamblea
y pronuncio alli un discurso de esta manera:
“Nobles! Que nadie que esté preocupado por el final lastimoso de Horwendil se preocupe por la vista de este desastre ante todos: no se preocupe, nadie digo, de los que han permanecido fieles a su rey y dudosos a su padre.He aquí el cadáver, no de un príncipe, sino de un fratricida. De hecho, fue una vista más triste cuando vimos a nuestro príncipe acostado lamentablemente asesinado por un fratricidio muy infame: hermano, no me dejeis llamarle!!. Con vuestros propios ojos compasivos habreis visto los miembros destrozados de Horwendil;Habeis visto morir su cuerpo con muchas heridas.¡Seguramente el carnicero más abominable solo privó a su rey de la vida para que pudiera despojar a su país de libertad! La mano que lo mató os hizo esclavos a todos.”
“¿Quién entonces esta tan poco lucido como para elegir a Feng el cruel antes que Horwendil el justo?”
“Recuerda pueblo cuán benignamente te acogió Horwendil, cuán justamente te trató, cuán amablemente te amó.Recuerda cómo perdiste al príncipe más amable y al padre más justo, mientras que en su lugar fue puesto un tirano y un asesino armado; cómo se confiscaron sus derechos;cómo todo estaba plagado de peste;cómo el país estaba manchado de infamias; cómo se plantó el yugo en tus cuellos y cómo se perdió tu libre albedrío!Y ahora todo esto ha terminado; porque veis al criminal ahogado en sus propios crímenes, el asesino de sus parientes castigado por sus fechorías.”
“¿Qué hombre de ingenio ordinario, viéndolo, consideraría un error esta bondad? ¿Qué hombre cuerdo podría lamentar que el crimen haya caido como una hoja justiciera sobre el culpable? ¿Quién podría lamentar el asesinato del verdugo más salvaje? ¿O lamentar la muerte justa del déspota más cruel?”
“Veréis al hacedor de la obra;Él está delante de vosotros.Sí, reconozco que me he vengado de la ruina de mi país y de mi padre.Vuestras manos estaban igualmente atadas a la tarea que cumplían las mías.Lo que os habría pedido que lograrais conmigo, lo conseguí solo.Tampoco tenía ningún compañero en una obra tan gloriosa, ni el servicio de ningún hombre para ayudarme.No es que me olvide que habríais ayudado en este trabajo, si se os hubiera preguntado;porque sin duda, pueblo mio, te has mantenido fiel a tu rey y amado a tu príncipe.Pero elegí que los malvados fueran castigados sin ponerte en peligro;Pensé que los demás no necesitaban poner en sus hombros la carga cuando consideraba que los míos son lo suficientemente fuertes como para soportarla.Por lo tanto, consumí a todos los demás en cenizas, y dejé solo el tronco de Feng para que a tus manos ardiera , de modo que al menos en esto pueda el pueblo descargar su ansia de una venganza justa”.
“Ahora pueblo, apresúrate rápidamente, amontona la pira, quema el cuerpo del malvado, consume sus miembros culpables, esparce sus cenizas pecaminosas, esparce su polvo despiadado: no permitas que una urna o una carretilla encierren los restos abominables de sus huesos.Que no quede rastro de su fratricidio;que no haya lugar en su propia tierra para sus extremidades contaminadas;no dejes que el vecindario se manche con la infección;no se contaminen el mar ni la tierra al abrigar su maldito cadáver.Yo he hecho el resto este deber leal te queda.Estas deben ser las obsequias del tirano, esta es la procesión fúnebre del fratricida. No merece el que despojo de libertad a su pais, encontrar el descanso cubierto por nuestra tierra”.
“Además, ¿por qué contar mis penas nuevamente? ¿Por qué contar sobre mis problemas? ¿Por qué volver a tejer el hilo de mis miserias?.Las conoceis más que yo mismo.Yo, perseguido hasta la muerte por mi padrastro, despreciado por mi madre, escupido por amigos, he pasado mis años de manera lamentable y mis días de adversidad;y mi vida insegura ha estado llena de miedo y peligros.En fin, pasé todas las estaciones de mi edad miserablemente y en extrema calamidad.A menudo, en sus murmullos secretos juntos, algunos de vosotros habeis suspirado por mi falta de ingenio: no hubo ninguno que se ofreciese para vengar al padre, ninguno para castigar el fratricidio.Y en esto encontré sin embargo,un testimonio secreto de tu amor pueblo mio; porque vi que el recuerdo del asesinato del rey aún no se había desvanecido de tu mente.”
“¿De quién es el corazon que es tan duro que no puede ser suavizado por ningún sentimiento de compasión por lo que yo he sentido? ¿Quién es tan rígido y pedregoso que no se deja llevar por la compasión por mis penas?.Vosotros cuyas manos están limpias de la sangre de Horwendil, teed piedad de sus hijos, conmoveos por mis calamidades. Lástima también devemos a mi afligida madre y regocíjaos conmigo de que la infamia de ella, que una vez fue la reina, se apage. Para esta mujer débil que tuvo que soportar un doble peso de ignominia, abrazando a uno que era el hermano y asesino de su marido reclamo el perdon de todos, no tenia opcion, y aun sabiendo de las calamidades que he pasado y conociendo que preparaba mi venganza, hubo de soportar en su corazon el peso del silencio”.
“Por lo tanto, para ocultar mi propósito de venganza y velar mi ingenio, falsifiqué un porte indiferente;Fingí aburrimiento y estupidez;Planeé una estratagema; y ahora podeis ver con vuestros propios ojos si ha tenido éxito, si ha logrado su propósito al máximo;Estoy contento de dejar a todos juzgar un asunto tan grandioso.”
“Es tu turno ahora pueblo: ¡pisotea las cenizas del asesino! Desprecia el polvo de aquel que mató a su hermano, y profanó a la reina de su hermano con saña y crueldad, que indignó a su soberano y atacó con traición a su majestad, que trajo la tiranía más aguda sobre todos, robó tu libertad y coronó el fratricidio con incesto.He sido el agente de esta venganza justa;Me he quemado por esta justa retribución: sostenme con un espíritu de alto nacimiento;hazme el homenaje que me debes;caliéntame con tu mirada amable.Soy yo quien borró la vergüenza de mi país;Yo el que apagué el deshonor de mi madre;Yo el que he reprimido la opresión;Yo el que he matado al asesino;yo quien respondio a las maquinaciones de mi tio con habiles engaños.!
“Si viviera, cada nuevo día habría multiplicado sus crímenes.Me molestaba el mal hecho al padre y a la patria: maté al que te gobernaba despoticamente y más duramente que a los hombres de bien.Reconoce mi servicio pues, honra mi ingenio, dame el trono si me lo he ganado; porque tienes en mí a alguien que te ha prestado un gran servicio y que no es un heredero degenerado del poder de su padre;sin fratricidio, sino el sucesor legal del trono;un vengador obediente del crimen de asesinato.”
“Me tienes que agradecer, pueblo, por la recuperación de las bendiciones de la libertad, por la liberación del poder del que te fastidió, por el alivio del yugo del opresor, por sacudir el dominio del asesino, por pisotear el cetro del déspota.Soy yo quien te despojó de la esclavitud y te cubrió de libertad;He restaurado tu altura de fortuna y te he devuelto tu gloria;He depuesto al déspota y triunfado sobre el carnicero.En tus manos está la recompensa: sabes lo que he hecho por ti: y desde tu justicia te pido mi salario.”
Todos
los corazones habían sido conmovidos mientras el joven hablaba
así afectó a algunos movidos a la compasión, y algunos
incluso a las lágrimas.Cuando cesó la lamentación,el valeroso
muchacho fue nombrado rey por pronta aclamación general.Para unos y
otros llego el lider deseado y descansaron las mayores esperanzas
en su sabiduría, ya que él había ideado la totalidad de tal logro
con la astucia más profunda, y lo logró con la invención más
asombrosa. Se podría haber visto a muchos maravillados de cómo
había ocultado un plan tan sutil durante tanto tiempo.
Después
de estos hechos en Dinamarca, y tras un tiempo para restaurar el
reino, equipó tres barcos generosamente y regresó a Gran Bretaña
para ver a su esposa y su padre. Urgia tambien presentar al pueblo a
su futura reina.
También
había inscrito a su servicio la flor y nata de los guerreros, y los
colocó de manera muy selecta, deseando tener todo ahora
magníficamente designado, incluso preparo a su ejercito con mejores
armas y dotacion, pues el anterior monarca habia racaneado en esas
lides, salvo con su ejercito personal.
También
tenía un escudo hecho para él, y un enorme estandarte en el que
toda la serie de sus hazañas, comenzando con su primera juventud,
fue pintado con exquisitos diseños.Este lo portaba como un registro
de sus hazañas de destreza, y ganó un gran aumento de la fama con
ello.
Aquí
se veían representados los asesinatos de Horwendil;el fratricidio e
incesto de Feng;el tío infame, el sobrino caprichoso;las formas de
las estacas ensartadas;el padrastro sospechando, el hijastro
disimulando;las diversas tentaciones ofrecidas, y la mujer traída a
engañarlo;el lobo boquiabierto;el hallazgo del timón;el paso de la
arena; poner la paja a través del tábano; a advertencia
de la doncella después de que la escolta fue eludida.
Y
del mismo modo se podía ver la imagen del palacio;la reina allí con
su hijo;la matanza del espía; y cómo, después de ser
asesinado, lo hirvieron, lo arrojaron a la alcantarilla y lo
arrojaron a los cerdos;cómo sus extremidades estaban esparcidas en
el barro, y así quedaron para que las bestias terminaran con
el. También se pudo ver cómo Amleth robo la carta de sus
asistentes dormidos, cómo borró las letras y puso nuevos personajes
en su lugar; cómo desdeñó el banquete y despreciaba la
bebida;cómo condenó la cara del rey e impuso a la reina un
comportamiento defectuoso.También se representaba el ahorcamiento de
los enviados y la boda del joven; uego el viaje de regreso a
Dinamarca;La celebración festiva de los ritos funerarios. Amleth,
en respuesta a las preguntas, señalando los palos en lugar de sus
ayudantes, actuando como copero, y sacando deliberadamente su espada
y pinchando sus dedos; la espada atravesando, los vítores
crecientes del banquete, como el baile creció rápido y furioso;
como las cortinas se arrojaron sobre los durmientes, luego se
atravesaron con las picas y como se clavaron firmemente en ellos
mientras dormían, la quema de los invitados, el palacio real
consumido por el fuego y tambaleándose hasta derribarse; la
visita al dormitorio de Feng, el robo de su espada, la espada
encantada puesta en su lugar y finalmente, el tirano ensartado por su
propia espada.
Todo
esto estaba allí, en el gran tapiz situado sobre el escudo de
batalla de Amleth creado por un artesano cuidadoso afanado en la más
selecta obra;Copiaron las tejedoras del gran tapiz la verdad en sus
figuras, e incorporaron hechos reales en sus contornos.Además, los
seguidores de Amleth, para aumentar el esplendor de su presencia en
el gran salon, llevaban escudos que estaban dorados con filigranas de
oro puro.
El
rey de Gran Bretaña los recibió con mucha gracia y los trató con
una pompa costosa y real.Durante la fiesta, preguntó con ansiedad si
Feng estaba vivo y próspero.Su yerno le dijo que el hombre cuyo
bienestar estaba investigando en vano había muerto por la
espada. Con una avalancha de preguntas, trató de averiguar
quién había matado a Feng, y se enteró de que el mensajero de su
muerte también era su autor. Y cuando el rey escuchó esto, se
horrorizó en secreto, porque descubrió que una vieja promesa de
vengar a Feng ahora se le correspondía.Entre Feng y él habían
determinado en la antigüedad, mediante un acuerdo mutuo, que uno de
ellos debía actuar como vengador del otro.
Así,
el rey se sintió atraído de una manera por el amor por su hija y su
afecto por su yerno, y reclamado de otra manera por su respeto por su
amigo y, además, por su estricto juramento y la santidad de sus
declaraciones mutuas, que era Impío de violar.Finalmente, desestimó
los lazos de parentesco y prevaleció la fe jurada.Su corazón se
convirtió en venganza, y puso la santidad de su juramento antes que
los lazos familiares.Pero como se pensaba que el pecado perjudicaba
los lazos sagrados de la hospitalidad, prefería ejecutar su venganza
de la mano de otro, deseando enmascarar su crimen secreto con una
muestra de inocencia.
Así
que ocultó su traición con atenciones y ocultó su intención de
dañar bajo una muestra de buena voluntad celosa.
Su
reina habia muerto recientemente de una enfermedad y le pidió a
Amleth que emprendiera la misión de convertirlo en un nuevo
compañero, diciendo que estaba muy encantado con su extraordinaria
astucia.Declaró que reinaba una cierta reina en Escocia, con quien
deseaba casarse con vehemencia.Ahora sabía que ella no solo no
estaba casada debido a su castidad, sino que, en la crueldad de su
arrogancia, siempre había aborrecido a sus amantes y había
infligido a sus amantes el mayor castigo, de modo que ninguno de
todos los presentes se atrevia a tal mision por temer acabar como
ellos.
Amleth
comenzó a ponerse en peligro con este encargo, nunca habia acabado
encogiéndose y escapando para no obedecer el deber que se le
imponía, sino que acabo confiando en parte en sus propios sirvientes
y en parte en los sirvientes del rey.Entró en Escocia y, cuando
estuvo bastante cerca de la morada de la reina, llego a un prado
junto al camino para dejar descansar a sus caballos.Complacido por
el aspecto del lugar, pensó en descansar, el agradable parloteo de
la corriente que excitaba el deseo de dormir, y envió hombres de
guardia para vigilar un poco.
La
reina al enterarse de esto, envió a diez guerreros para espiar el
acercamiento de los extranjeros y su equipo.Uno de ellos, ingenioso,
pasó junto a los centinelas, subió pertinazmente y robo el escudo,
que Amleth había puesto a modo de apoyo para ponerlo en la cabeza
antes de dormir, tan suavemente que no le revolvió el sueño. Aunque
casi estaba acostado sobre él, ni despertó a un hombre de toda la
tropa;porque deseaba asegurar la certeza de sus palabras no solo por
informe sino también por alguna muestra.Con igual maestria, robo la
carta confiada a Amleth del cofre en el que estaba guardada. Cuando
se llevaron estas cosas a la reina, ella estudio el escudo
estrechamente, y de las notas adjuntas entendió toda la historia de
su portador.Entonces supo que allí estaba el hombre que, confiando
en su propio plan bien calculado, había vengado a su tío por el
asesinato de su padre.
También
miró la carta que contenía el mensaje para ella misma y borró
toda la escritura;porque se esperaba de ella que accediese a casarse
con un anciano, ella aborrecía por completo esta idea y deseaba los
abrazos de los jóvenes.Pero ella escribió en su lugar una comisión
que pretendía ser enviada del Rey de Gran Bretaña a sí misma,
firmada como la otra con su nombre y título reales, en la que
pretendía que se le pedia que se casara con el portador. Además,
incluyó un relato de los hechos que había aprendido del escudo de
Amleth, de modo que uno hubiera pensado que el escudo confirmaba la
carta, mientras que la carta explicaba el escudo.Luego les dijo a los
mismos espías a quienes había empleado antes para que retiraran el
escudo, y les ordeno que volviesen a colocar la carta y el escudo
en su lugar; jugando el mismo truco con Amleth que, como ella
había aprendido, él mismo había utilizado para burlar a sus
compañeros.
Mientras
tanto, Amleth, que descubrió que le habían quitado el escudo de
debajo de la cabeza, cerró los ojos deliberadamente y fingió
astutamente el sueño, con la esperanza de recuperarlo fingiendo que
lo había perdido por un sueño real.Porque pensó que el éxito de
su único intento inicial inclinaría al espía a engañarlo por
segunda vez.Y no se equivocó.Porque cuando el espía apareció
sigilosamente y quiso volver a colocar el escudo y la escritura en su
antiguo lugar, Amleth se levantó de un salto, lo agarró y lo
inmovilizo. Luego despertó a su séquito y fue a la morada de
la reina.Como representante de su suegro, la saludó y le entregó el
escrito, sellado con el sello del rey.
La
reina que se llamaba Hermutrude, lo tomó y lo leyó, y habló con
gran calidez de la diligencia y astucia de Amleth, diciendo que Feng
merecía su castigo, y que el ingenio insondable de Amleth había
logrado un hecho más allá de toda estimación humana;Al ver que su
profundidad impenetrable no solo había ideado un modo de vengar la
muerte de su padre y el adulterio de su madre, sino que además, por
sus notables hazañas, se había apoderado del reino del hombre que
había encontrado conspirando constantemente contra él.
Por
lo tanto, se maravilló de que un hombre con una mente tan instruida
pudiera haber cometido el error de un matrimonio equivocado;porque
aunque su fama casi se elevó por encima de la mortalidad, parecía
haberse tropezado con una pareja oscura e ignorable.Los padres de su
esposa habían sido esclavos, aunque la buena suerte los había
honrado con los honores de la realeza.
Ahora
ella le hizo saber, cuando imperiosamente busca una esposa, un hombre
sabio debe considerar el brillo de su nacimiento y no el de su
belleza.Por lo tanto, si buscara una pareja con el espíritu
adecuado, debería sopesar la ascendencia y no dejarse herir por la
apariencia;porque aunque las apariencias atraen a la tentación, sin
embargo, al final acaban siendo solo un postizo hueco y motivo de
decepciones futuras.
Ahora
había una mujer, tan noble nacida como él, a quien podía
tomar.Ella misma, cuyos medios no eran pobres ni su nacimiento
humilde, era digna de sus abrazos, ya que él no la superaba en
riqueza real ni la eclipsaba en honor de sus antepasados.De hecho,
ella era una reina, y aunque su sexo lo decía, podría considerarse
un rey;, alguien que sabia que quien creía que era digno de su cama
tenia que ser su vez un rey, y ella de esa forma pudiese rendirle
su reino consigo misma.
Así
su cetro y su mano se unirian.No era un favor malo que una mujer así
ofreciera su amor, que en el caso de otros hombres siempre había
seguido a su negativa con la espada.Por lo tanto, ella lo presionó
para que transfiriera su cortejo, para que le hiciera los votos
matrimoniales y aprendiera a preferir el nacimiento a la
belleza.Dicho esto, ella cayó sobre él con un fuerte abrazo.
Amleth
estaba encantado con el gracioso discurso de la doncella, le devolvió
el beso y le devolvió el abrazo, diciendo que el deseo de la
doncella era el suyo.Luego se celebró un banquete, se ordenó mandar
emisarios a los amigos, se reunieron los principales nobles y se
realizaron los ritos matrimoniales.
Cuando
se lograron, regresó a Gran Bretaña con su novia, y una fuerte
banda de escoceses a quienes se les dijo que los siguieran de cerca,
y que podría precisar su ayuda contra las diversas traiciones en su
camino.
Cuando
regresaba, la hija del rey de Gran Bretaña, con quien todavía
estaba casado, lo reconoció.Aunque se quejó de que le desagradó el
hecho de que le pusieran una amante, sin embargo, dijo, sería
indigno para ella odiarlo como adúltero más de lo que lo amaba como
esposo;ni se alejaría tanto de su señor como para obligarse a
ocultar en silencio la trama que sabía que estaba destinada contra
él.Porque ella tenía un hijo como prenda de su matrimonio, y el
respeto por él, sin precisar nada más, debia haber inclinado a su
madre al afecto de una esposa y a la lealtad al padre de su hijo.
"Él",
dijo ella, "puede odiar a la suplatandora de su madre, pero yo
la amaré; ningún desastre apagará mi llama por ti; ninguna mala
voluntad la apagará, o me impedirá exponerte las intenciones
malignas contra ti, o me privaran de revelar las trampas que he
detectado. Piensa, entonces, que debes tener cuidado con tu suegro,
porque has usado en tu beneficio la trampa que te tendio, frustrado
los deseos del que te envió, y del que con transgresión intencional
se apoderó de todos los frutos que reservaba para ti ". Con
este discurso, se mostró más inclinada a amar a su esposo que a su
padre.
Mientras
ella hablaba así, el Rey de Gran Bretaña se acercó y abrazó a su
yerno de cerca, pero lo hizo con poco amor, y lo recibió con un
banquete, para ocultar su engaño intencionado bajo una muestra de
generosidad. Pero Amleth, después de enterarse del engaño,
disimuló su miedo, tomó un séquito de doscientos jinetes, se puso
una cota de malla oculta bajo su ropa y cumplió con la invitación,
prefiriendo el peligro de caer en el engaño del rey a la vergüenza.
de quedarse atrás. Tanta atención a cumplir con el protocolo,
penso que debiera acabar con todas las posibles sospechas del rey.
Mientras
se acercaba, el rey lo atacó justo debajo del porche de las puertas
plegables, y lo habría atravesado con su jabalina, pero la dura
camisa de malla arrojó la hoja. Amleth recibió una leve herida
y fue al lugar donde había ordenado a los guerreros escoceses que
esperaran de su llamada. Luego envió al rey al espía de su
nueva esposa, a quien había capturado. Este hombre debía dar
testimonio de que había sacado en secreto del cofre donde se
guardaba la carta destinada a su amante, y así debía culpar a
Hermutrude de toda la trama, con esta excusa estudiada , se encontro
el medio que absolvía a Amleth del cargo de traición. .
El
rey sin demora persiguió a Amleth ardientemente mientras huía, y lo
privó de sus fuerzas. Por lo tanto, Amleth, al día siguiente,
deseando luchar por su vida y desesperado por aumentar su poder de
resistencia, trató de aumentar su número aparente. Puso
estacas debajo de algunos de los cadáveres de sus camaradas para
sostenerlos, colocó a otros a caballo como hombres vivos y ató a
otros a las piedras vecinas, sin quitarles ninguna armadura y los
vistió colocandolos en el orden de línea y cuña. , como si
estuvieran a punto de comprometerse en una sangrienta batalla.
El
ala compuesta por los muertos era tan gruesa como la tropa de los
vivos.Fue un espectáculo asombroso este, de hombres muertos
arrastrados a la batalla, y cadáveres reunidos para luchar.
El
plan le sirvió bien, ya que las figuras de los hombres muertos se
veían como una gran variedad de guerreros listos para la batalla
cuando los rayos del sol los golpeaban.Porque esas formas muertas y
colocadas em orden de batalla restauraron el número original del
ejército tan bien, que la masacre de ayer podría no haber
disminuido el numero de combatientes.Los británicos, aterrorizados
por el espectáculo, huyeron antes de luchar, conquistados por el
temor a un ejercito formado por los hombres muertos a quienes habían
vencido en vida.
No
puedo decir si cabe pensar más en la astucia o en la buena fortuna
en esta victoria. Los daneses cayeron sobre el rey cuando se
marchaba en una retirada forzada con un exiguo grupo de apoyo y lo
mataron.Amleth, triunfante, hizo un gran saqueo, se apoderó del
botín de Gran Bretaña y regresó con sus esposas a su propia
tierra.
Mientras
tanto, Rorik había muerto, y Wiglek, que había llegado al trono,
había acosado a la madre de Amleth con toda clase de insolencias y
mentiras y la había despojado de su riqueza real, quejándose de que
su hijo había usurpado el reino de Jutlandia y defraudado al Rey de
Leire, quien tenia el privilegio exclusivo de regalar y quitar los
derechos de los altos cargos.
Este
trato Amleth lo tomó con tal paciencia que aparentemente se diria
que devolvió la amabilidad por la calumnia, porque le presentó a
Wiglek las riquezas de su botín. Pero luego aprovechó la
oportunidad de vengarse, y lo atacó y lo sometió y, desde una
cobertura de total legalidad en su pretension de vengar a su madre ,
se convirtió en un enemigo abierto.
Fialler,
el gobernador de Skanne y Zelanda, envió mensajeros para desafiar a
Amleth a una guerra. Amleth, con su maravillosa astucia, vio que
estaba entre dos dificultades, una de las cuales involucraba la
desgracia y la otra un grave peligro.Porque sabía que si aceptaba el
desafío, lo amenazarían con el peligro de perder su vida, mientras
que evitarlo deshonraría su reputación como soldado.Sin embargo,
con ese espíritu fijo en las pruebas de su destreza saliendo de
graves apuros, el deseo de salvar su honor ganó ese día.
El
miedo al desastre fue mitigado por una sed más vehemente de
gloria;él no empañaría el brillo impecable de su fama al
escabullirse tímidamente de su destino.También vio que hay una
brecha casi tan grande entre una vida mala y una muerte noble como la
que se reconoce entre el honor y la desgracia.
Sin
embargo, estaba tan encadenado por su amor por Hermutrude, que estaba
más preocupado en su mente por su futura viudez que por su propia
muerte, y reflexionó muy celosamente sobre cómo podría decidir
sobre un segundo marido para ella antes del comienzo de la guerra.
Hermutrude,
por lo tanto, declaró que tenía el coraje de un hombre, y prometió
que no lo abandonaría ni siquiera en el campo de batalla, diciendo
que la mujer que temía desatarse con su señor en la muerte era
abominable.Pero mantuvo esta rara promesa poco tiempo;porque cuando
Amleth fue asesinado por Wiglek en una batalla en Jutlandia, se
rindió sin que se le pidiera que fuera el botín y la novia del
conquistador.
Así,
todos los votos de las mujeres que se ven solas ante un vencedor se
pierden por el cambio de fortuna y se derriten por la deriva del
tiempo; la fe de su alma descansa sobre un punto resbaladizo y
se ve debilitada por las oportunidades casuales;simplistas en las
promesas, y tan lentas en el rendimiento, todo tipo de impulsos bajos
las dominan, pensando antes en su propia seguridad que en las
lealtades, una reina es siempre una reina, aunque se eleve sobre el
recuerdo de un muerto.
Así
terminó Amleth.Si la fortuna hubiera sido tan amable con él como la
naturaleza de su ingenio, habría igualado a los dioses en gloria y
habría superado los trabajos de Hércules con sus proezas.Se
encuentra una llanura en Jutlandia, famosa por su nombre y lugar de
entierro.La administración del reino por Wiglek fue larga y pacífica
al menos, aunque eso no mengua la gloria de su antecesor en el trono.