ENTRE LAS OLAS

Publicado por HEATHENPRIDE , sábado, 17 de abril de 2010 7:03





Sintió el viento suave golpeándole la cara, la brisa marina resultaba agradable, y el lento mecer de las olas, hacían la travesía de la pequeña Snekja , una singladura agradable, en la popa, al lado de su tío Oleifr, el joven Arni, parecía contento, apenas había dejado de ser un mocoso de 12 años hacia unas cuantas lunas, y su tío le había sacado a pescar con el y sus felagi, entre cuatro socios, poseían el “Juguete del Viento”, una pequeña barca de pesca, con la que salían a faenar los días que el mar lo permitía. A principios de verano, y con el mar calmado, era el día ideal para iniciar al muchacho, así que, Arni iba muy erguido a popa, al lado del timón, muy contento de no haberse mareado aún como los amigos de su tío llevaban diciendo que ocurriría desde que salieran de puerto.

Bajo el mar, en las grandes praderas de algas, nadaba curiosa la pequeña Fjörg, jugueteando con los pequeños peces que la seguían danzando a su vera. Ella siempre había crecido libre bajo el mar, entre los de su raza, el pueblo de Aegir y Ran, los señores de los océanos. Su madre, la había contado que los humanos llaman a su pueblo Havfrue, los hijos del océano, pero la habían advertido de que no tenían demasiado respeto por las leyes de Ran o su esposo, siempre ansiosos de saquear las riquezas del mar y de alimentarse de sus criaturas. A la pequeña Fjórg, aquellas historias le parecían una de las invenciones de su padre , para que no se alejase demasiado del poblado sumergido y de la gran montaña sagrada, donde los grandes monarcas, residen .

Pero Fjörg sabe que, si desea encontrar algún tesoro de los que, a veces los hombres pierden en el mar o la furia de Aegir y Njórd sepultan en los mares, tenia que alejarse un poco de su casa y nadar entre las grandes praderas de algas y la muralla de coral rojo. Fjörg, ya había encontrado en alguna ocasión alguna pieza que había pasado a formar su pequeño tesoro secreto, como un collar de finas cuentas cristalinas, con el que gustaba adornarse en sus paseos, y un arete de un metal dorado brillante, que era demasiado holgado para su pequeña manita y tenia que subir hasta ajustarlo a su antebrazo. Algun colgante hecho con finas conchas brillantes, y una tiara de coral, coronada por una blanca caracola, eran su tesoro, que escondía en una grieta, guardada por Hrórkr, un enorme centollo, que , salio remolón a saludarla cuando ella se acerco y emitió un suave silbido . Una vez más, se puso su tesoro, y así, luciendo como una hermosa princesita, se fue a dar un largo paseo, como tenia por costumbre en las tardes.

Estaba nadando feliz entre los bancos de peces, que las saludaban con graciosas piruetas al pasar, cuando lo vio de lejos, era una rara sombra alargada en la superficie de las aguas , a una centena de brazadas del fondo. Había oído hablar de las largas cajas de madera que los hombres usan para flotar en la superficie del océano, pues según su padre, los humanos habitan un mundo seco y no pueden vivir bajo el mar. Ella había subido a la superficie alguna vez, y había observado el enorme espacio azul que se extendía sobre su cabeza, y se había maravillado con la extraordinaria luminosidad del mundo exterior. Incluso, había visto a las ágiles criaturas que poblaban el manto azul luminoso, remando al viento y descendiendo en picado para capturar algún pez. Había aprendido que eran gaviotas y cormoranes, pero de todas sus pequeñas amigas y amigos , ella era la única que había reunido el valor y las había visto en verdad. El resto , nunca subían a la superficie y tenían al mundo exterior como un lugar temible, lleno de monstruosidades que es mejor evitar...

Y luego estaban los humanos, los más ancianos contaban coas terribles de ellos, que son seres crueles y despiadados y que a veces, la superficie se agita como si el gran padre del Océano descargase su furia y no es sino, que los hombres luchan entre si, y sus frágiles cajas de madera se hunden en el mar, y los hombres son recogidos por Ran y sus hijas, y conducidos al gran salón del señor de los mares... Pero nunca había visto uno, mas que, toscamente grabados en los pequeños discos de metal pálido y reluciente que había encontrado en alguno de sus paseos. No parecían tan diferentes a ella, pero desconocía que criatura era la que montaba uno de esos seres de la superficie una bestia de largo cuello y larga cabellera, y cuatro largas piernas y lo más fascinante de todo, ¿porque no tenia aletas?. Miró sus manos y sus pies, palmeados para nadar , y imagino, que la bestia de cuello largo, pertenecía al mundo seco y no precisaba aletas, al fin de cuentas, las gaviotas tampoco las tenían, sino que poseían esos largos remos que mueven sin cesar para dominar el espacio azul con la misma gracia que un pez en el agua. Todo esto la fascinaba, quería saber mas del mundo seco y de las fantásticas criaturas que lo poblarían, así, que, pensó ¿por que no empezar observando a los humanos en su gran caja de madera?.Empezó a subir hacia la superficie, mientras arriba, en un barco de pesca, un grupo de marineros se afanaban por comenzar la labor del día y arriaban la red al agua,. Una invisible trampa que, la pequeña Fjörj no logro advertir hasta que fue demasiado tarde, y sintió como la tupida red, la apresaba y rodeada de multitud de peces tan atrapados como ella, comenzó a pensar que, quizá observar a los humanos tan de cerca, no había sido la mejor de sus ideas. Intento luchar y zafarse de la red, pero comprendió enseguida que, lo único que conseguía con ello, era enredarse aun más, Así que, rodeada de pececillos tan confusos y terriblemente asustados como ella, llegó a darse por vencida y se limitó a esperar, ya que por mas que llorase , allí nadie la oiría, y aunque empezaba a ser ya tarde, sus padres no la encontrarían, porque nunca decía a donde iba cuando salia de casa a dar un paseo. De mucho patalear, se quedo agotada, y poco a poco, el cansancio la hizo dormirse profundamente, poco más, podía hacer en aquella situación.

Arni oía los gritos animosos de su tío Oleifr, desde la caña del timón, y junto al gordo Tosti, Gisli el joven, y Hroffi el chistoso, tiro con todas sus fuerzas para subir a boro la red, que a juzgar por su peso, estaría repleta de pesca. Tosti era de naturaleza huraña, y no paraba de gritar al resto, que, de mala gana soportaban sus berridos. Pronto, los primeros peces estuvieron boqueando en cubierta y Arni se encargo de recoger la pesca, y ir desenmallando con cuidado , no fuese que se le escurriese alguno. Hroffi dijo con su habitual buen humor que Tosti dejaría de refunfuñar, el día que el gran océano se quedase seco y Gisli, le respondió :

-Estamos apañados entonces muchacho...porque eso no va a suceder mañana por la mañana!.

Arni y su tio Oleifr rieron la gracia de Hroffi y Tosti soltó un uñido mientras tiraba con fuerza de la red, para terminar de subirla a cubierta.

Una serie de tirones secos despertaron a Fjörj, que fue poco a poco escurriéndose en la red, hasta quedar atrapada en el fondo, mientras la iban subiendo cada vez mas cerca de la superficie. Ahora si estaba realmente asustada, sabia que podía aguantar unas horas fuera del agua, su pueblo era anfibio, aunque prefiriesen las profundidades del mar, a la superficie...

Por el martillo de Thor !!!, ¿¿¿que es eso que tenemos ahí???- Grito un enorme ser con el rostro cubierto de pelo, ella no entendía su lenguaje, pero su aspecto, era de todo menos tranquilizador. Otros brazos de otros dos humanos algo menos corpulentos , ayudaron a meter a bordo la red, y a subirla a ella, con no demasiada delicadeza, dejándola caer en cubierta...
Por la barba del gran Padre que no lo se Tosti!!, contesto otra voz menos áspera, que procedía de un humano con aspecto mas joven- Tu has visto alguna vez algo similar a esto Hroffi???.

El llamado así, que tenia un aspecto menudo y huesudo, negó con la cabeza, abriendo paso a otro humano con aspecto mas anciano, que se acarició la larga barba blanca y respondió:

He oído hablar a los ancianos de los pueblos sumergidos, pero juro por la divina Freya que jamás pensé que un día vería a uno de ellos!. Miradla...parece apenas una chiquilla no mayor que Arni!!!
Podría tratarse de una Havfrue!!,intervino el que era mas pequeño que el resto. No me parece muy amenazadora para ser una Kallraden....
Los humanos se enfrascaron en una larga discusión , aunque ella no entendía la ronca lengua en la que hablaban. De haber entendido algo, hubiese descubierto, que Tosti se había enfadado con Arni por mencionar a bordo a las brujas del mar, aunque ninguno de los del barco creyesen que la muchacha de piel azulada que yacía tirada en cubierta , fuese una poderosa hechicera de los vientos y las tempestades y mucho menos un despiadado Fossegrim.

Fjörj se noto cansada y terriblemente asustada, se preguntaba si alguna vez, volvería a ver a sus padres, a los que ahora lamentaba no haber hecho caso cuando la advirtieron que se alejase siempre de los humanos. Sobre todo le intranquilizaba la mirada del mas grande y peludo de todos ellos, el resto, parecían menos peligrosos, aunque no pudo evitar preguntarse que harían con ella. Su madre solía asustarla con historias de los terribles monstruos que habitaban el mundo seco, cuando se portaba mal. Era evidente que se comerían a los pobres pececillos , no veía nada raro en ello, también en el mar, regia esta ley, el pez grande se come al mas chico. ¿Pero que harían con ella?.

Pensó en poner mala cara, para parecer poco comestible, pero luego descarto la idea, se imagino que en el mejor de los casos, la mantendrían presa y se la llevarían a tierra seca donde todos la mirarían extrañados. Esto la atemorizó aún mas....sabia que no podría aguantar mucho fuera del agua. Confió en que al menos los humanos se diesen cuenta de ello.

Os digo que esa criatura nos cubrirá a todos de plata- Dijo Tosti mirando de reojo a la pequeña que seguía acurrucada en cubierta, aun liada con la red- Todos pagaran con buena plata por ver lo que nadie ha visto antes.
No creo que tu idea agrade mucho ni a Geirlaugr la seidrkona, ni a las kallraden, ni a Asgot Ulfr el godi, gordinflón, tercio Gisli , observando con detenimiento a la pequeña..
A la porra con ellos!!, siempre diciendo lo que se puede o no hacer!...os digo que tenemos que llevarla a tierra y que todos paguen por verla.

Así siguieron los humanos discutiendo, aunque ella no lograba entender ni media palabra de lo que decían, solo el mas pequeño, parecía mas interesado en ella, porque mientras los otros comían, se acerco a ella, con un cubo lleno de agua salada, y poco a poco, lo vertió sobre ella. Agradeció el fresquito,del agua, su piel empezaba a secarse y realmente lo necesitaba. El gordo, le tiro una pequeña pizca de algo blando y amarillo, que ella se llevo a la boca, aunque no tardo en escupir, su sabor ligeramente salado era lo único agradable, pero aquello no era comestible siquiera!!. Así que Fjörj, tomo en sus manos un puñado de algas frescas y empezó a masticarlas, no tenia realmente hambre, pero, pensó, que ya que no les veía intención de soltarla, al menos, supiesen como alimentarla. El gordo se acerco a tocar su cabello, pero ella se revolvió y le propino un mordisco en la mano. El gordinflón la retiro con evidente enfado...

Ya decidiremos que hacemos con ella en cuanto acabemos la faena esta noche!, anuncio Oleifr, ahora nos toca descansar, y dejar que la otra red haga su trabajo, antes de subirla .Aun quedan un puñado de horas para ello, así que descansad!, Arni hará la primera de las guardias, yo mismo le relevare en un par de horas!...¿te ves capaz de hacerlo muchacho?
Claro tío!!- respondió Arni, -Y de paso vigilare a la Havfrue, si no la mojamos con cierta regularidad, me temo que enferme, es una criatura del mar …
Chico listo!- Gruño Tosti- Vigila bien, esa cosa, vale su peso en plata...

Y diciendo esto, todos se acurrucaron en un rincón a popa, después de soltar un par de anclas que fijasen el barco al fondo , solo Arni, permanecía en pie en la proa, mirando a la pequeña con asombro. Pronto, todos estaban dormidos, y se les oía roncar , mientras él, estudiaba con calma a la pequeña. En realidad, salvo su piel ligeramente azulada, y unos extraños pies y manos palmeados, y su curioso pelo verdoso, no parecía tan diferente a el!, incluso sus grandes ojos de un azul claro e intenso, podrían haber sido los de cualquier muchacha de la aldea.. No aparentaba la criatura mas edad que el, así que Arni, no pudo evitar pensar en que tendría unos padres que la estarían buscando. La miró a los ojos, y vio que los tenia húmedos, no le sorprendió verla llorar, al fin de cuentas, era solo una niña y estaría tan asustada como lo estaría el, en una situación similar.

Pensó en que lo que pretendía hacer Tosti era algo terrible , y no pudo evitar convencerse, de que el gordo, terminaría por salirse con la suya y convencer a todos, así que, si quería ayudar a la pequeña, y supo que de verdad lo quería, ese era el momento!. Tomo de un costado, un cuchillo, y se acerco despacio a la chiquilla -pez , que se tapo asustada la cara con sus manitos. El se llevo un dedo a los labios, para indicarla que no hiciese ruido, esperaba que este gesto, al menos lo entendiese, ella, aparto una mano despacio, luego la otra, y vio la cara sonriente de el, que la miraba despacio y sin brusquedad , mientras cortaba la red para liberarla...

Luego tiro el cuchillo, y lentamente la tomo en brazos para acercarla a la borda, ella le miro y entendió que el joven humano, se había apiadado de ella. Antes de que la dejase caer al agua, ella le miro por ultima vez, quería recordar su cara, y deslizo en su mano, algo húmedo y frío...Al fin, la dejo caer al mar, donde ella saludo con la mano, antes de que el, la indicase con gestos que se alejase pronto...Tenia una tarea por terminar, y no podía permitir que descubriesen su jugarreta.

No estaba bien mentir, eso lo sabia, y tendría que inventar una mentira muy gorda para convencer a todos de que la chica-pez había sido liberada por sus semejantes. Pero había oído un montón de historias de miedo, acerca de los fossegrim, los diablos marinos, así que, cuando la emprendió a patadas con cuantos cacharros encontró a su paso, y gritando como un energúmeno y todos se despertaron, el, ya tenia una historia que contra, llena de detalles pavorosos, para convencer a todos... Tosti se harto de soltar maldiciones, diciendo que había perdido su tesoro y que le iba a despellejar por ello, pero, en cuanto su tío y los demás oyeron el relato de un grupo de docenas de seres monstruosos emergiendo de las aguas, y de como el muchacho había sobrevivido, escondido, viendo como liberaban a la niña-pez y se lanzaban al mar, todos se consideraron afortunados de no haber sufrido el ataque de los vengativos fossegrim. Incluso encontraron conveniente, largarse de allí lo antes posible, ya recogerían la red, mañana o dentro de unos días...

De camino a tierra, Arni seguía sintiéndose un poco mal por haber mentido, pero a la vez, no paraba de pensar en la pequeña hija de las aguas, abrío su mano, y en ella brillaba una moneda de plata, con el rostro de un hombre barbudo en un lado, y un jinete a caballo en el otro, rodeado de extraños garabatos. Supo, que soñaría con ella, y que deseaba volver a verla, en mejor circunstancia...

Mientras, en el fondo de las aguas, una jovencíta, nadaba aun algo asustada, de regreso a casa. Dejo sus tesoros donde siempre, aunque esta vez, tendría que inventarse una buena excusa para su retraso. Se había ganado una buena reprimenda a pulso, pero no se sentía triste por ello, había valido la pena la aventura,descubrió que, no todos los humanos son unos seres tan despreciables como le habían contado. Sonrió, al menos uno de ellos, se había encarado a sus semejantes, y posiblemente, ahora se enfrentase a un castigo como ella...pero camino a casa, tuvo tiempo de pensar, que pese a todo, desearía poder volver a verlo. Quizá suceda algún día, con la ayuda de Aegir y Ran...Mientras tanto, Fjórj se prometio a si misma, no olvidar aquella tarde, aunque se pasase unos dias castigada...Soñando despierta con un muchacho de piel palida, de un mundo muy distante y diferente a su hogar. LA TIERRA SECA...

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